Nominados a Mejor Película
«La gran estafa americana»; «Capitán Philips»; «Dallas Buyers Club»; «Gravity»; «Her»;
«Nebraska»; «Philomena»; «12 años de esclavitud»; «El lobo de Wall Street».
El Lobo de Wall Street
Mucho se ha criticado el ensalzamiento que podría dar «El Lobo de Wall Street» a la figura de Jordan Belfort. Los beneficios económicos que le ha aportado los derechos de autor no son pequeños y, desgraciadamente, se ha convertido en el héroe de mucha gente. La indignación popular ha sonado bastante pero, y lo siento si quedo como mala persona, a mi me da igual.
El caso es que estamos acostumbrados a las americanadas, donde el malo es muy malo y EE.UU. es un pozo de misericordia. Para ejemplificar todo un poco, podemos recordar “El quinto poder” una película que también provoca carcajadas y que utiliza inteligentes artimañas para degradar a Julian Assange como diablo, entre las que destacamos ser antipático con Daniel Brühl (lo que es poco más que ilegal). Por eso choca tanto la postura de Scorsese, no ha tenido miedo y ha sido inteligente a la hora de plasmarlo todo en pantalla (poner al angelical Leonardo DiCaprio como un cabrón hijo de puta es brillante, porque nadie se puede enfadar con alguien tan adorable). En definitiva: está bien dirigida, está bien interpretada y es lo más hilarante que he visto en años, por eso se merece el Oscar.
Irene González
El Lobo de Wall Street
Comedia centrada en los personajes que contribuyeron a estar como estamos, sus tres excesivas horas sobre el exceso lanzan un mensaje que… ¿Qué mensaje? Reconozcámoslo, ¡la gente se reía tan fuerte en la sala que ni yo mismo me oía pensar! ¡Mirad qué bien se lo pasa Leonardo DiCaprio! El Putísimo Lobo Hijo de la Gran Puta de Wall Street se iba a llamar la película pero GreenPeace amenazó a FoxLights con una demanda y tuvieron que ceder a la presión de la multinacional (a propósito, suerte, Leo, que por la escena de la escalera deberían de darte el Oscar. Vamos).
Frente a correcciones políticas (¡quién te lo iba a decir, Steve Mcqueen, que dirigiste Hunger y Shame!), clasicismos pasados por agua (Alexander Payne), un catálogo de superhéroes (American Hustle) o la nueva atracción de Port Aventura (Gravity) nos quedamos con esta auténtica obra de orfebrería, la resurrección definitiva de un director y el lanzamiento hacia las esrtellas (ahora sí) de un Leonardo Di Caprio que nunca estuvo mejor.
Jose Manuel Sala
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