Es terrible ese primer momento en el que te enfrentas al folio en blanco, te mira desafiante y sabes que escribas lo que escribas tarde o temprano acabarás cambiándolo.
Lo primero de todo a la hora de escribir un guion es tener super claro qué es lo que quieres contar y definir un género, en mi caso eso lo tenía claro pero las dudas ya empezaron a la hora de definir si quería un narrador omnisciente o que fuera en primera persona. En un primer momento opté por un narrador en tercera persona, el cual introduciría la historia y tendría una participación puntual…hasta que decidí cambiarlo por completo por el narrador en primera persona.
Mi objetivo con esto era que el protagonista contase la historia en primera mano. No fueron los únicos cambios… del primer guion original a lo que fue el guion final se podría decir que se parecían en el concepto de la historia, llegué a tener hasta siete versiones del guion, algunas versiones solo tenían ligeros cambios.
Lo que sí tenía muy claro es que quería un corto muy dinámico y no me preocupaba la extensión del mismo, no me importaba si al final se quedaba en 3 minutos o si por el contrario se quedaba en 15 minutos, no pasaba nada, la historia no estaba pensada para notodofilmfest o un festival con restricciones temporales, así que no había por qué preocuparse por eso.
Soñaba por las noches con el guion, iba caminando por la calle en busca de nuevas situaciones que pudiesen funcionar en la historia, de hecho no cerré una parte del guion hasta que un día quedé con Ana y Yeray (los actores que escogimos para el papel de adolescentes) a pasear por el centro de Murcia y ver unas localizaciones in situ con los actores.
Algunas escenas fueron eliminadas (al que le dedicaré un capítulo en un futuro) simplemente porque no eran necesarias o suponían ir a grabarlas a un sitio lejano o por la dificultad de encontrar ciertas cosas, por ejemplo un diente de león en invierno, del cual os puedo dejar la viñeta del story (realizado por Laura, ¡yo soy un patán dibujando!).
Fue una pena porque era una de las escenas que más nos gustaba, pero la necesidad manda en estos casos. A una semana del rodaje cambié dicha escena por otra (la cual quedó bastante bien) y dejé cerrado el guión. En el próximo capítulo os hablaré del planteamiento de dirección.
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