Como no podía ser de otra manera, lo que un día se fraguó en esta ciudad como «El clan de los murciélagos» y que brevemente dio paso a lo que actualmente conocemos como una de las bandas punteras del Rock and roll patrio, M-Clan dio fin a su extensa gira en la cálida Murcia (a pesar de ser 30 de Diciembre).
A eso de las 22:45 horas en el Auditorio Victor Villegas, con el 90% de su aforo cubierto y en un ambiente de lo más sano (incluso se podía ver a algunos pequeños acompañados de sus padres) empezaron a salir uno por uno los integrantes de esta formación renovada que presentaba el último disco «Para no ver el final». Tarque con su ya habitual pandereta salió el último, saludó a los asistentes y dio comienzo el concierto.
Abrieron con las tres primeras canciones de su último álbum: Calle sin luz, Para no ver el final y Basta de blues. Con un público totalmente entregado desde el principio ( las butacas del Auditorio esa noche estuvieron de más) y un Tarque expléndido en todo lo que hacía (acaparaba todas las miradas con sus movimientos) creando desde el principio una conexión con los asistentes que se incrementaba a cada momento.
Después del primer cuarto de hora intercalaron temas de álbumes anteriores con éste último. Tarque, con esa voz prodigiosa, consiguió ablandar los corazones con Roto por dentro, Perdido en la ciudad, Me voy a dejar llevar e Inmigrante, ésta última cobrando una fuerza inmensa con ese trío del saxo, trompeta y trombón que fueron también protagonistas y más adelante ovacionados cuando Tarque los presentó uno por uno por uno (No Reply).
Siguieron tirando de repertorio con Las calles están ardiendo y seguidamente con Se hizo de noche cuanto de conocí (del último álbum) se produjo uno de los instantes más apasionantes de la noche. Tarque se encontraba muy cómodo y puso toda la carne en el asador poniendo su garganta al máximo para deleite del personal. Y a ritmo de Maggie despierta, bajó del escenario y aprovechó que tenía el Auditorio entero de pie (lógico) para recorrer toda la primera planta del Auditorio e ir saludando y así de alguna manera agradecer de una forma más cercana la asistencia al evento. Antes de la pequeña pausa siguieron ofreciendo grandes éxitos: Llamando a la tierra y Hasta la vista Rock and Roll.
Al regreso al escenario, un ambiente de balada, más oscuro, que el de los temas anteriores para tocar otro éxito: Miedo y los corazones del respetable. Y ya en esa recta final vendría lo que para todos fue una sorpresa con Pasos de equilibrista, y es que Tarque tenía reservado un as en la manga y versionó Baba O’Rilley de The Who y terminó de emocionar e impresionar (parecía complicado) a todo el público con otra versión que nadie esperaba y de la que no ha existido precedente en toda la gira: Halleluyah de Cohen. El broche de oro lo pusieron con Quédate a dormir, de esta manera consiguieron la gran ovación final y llenar de sonrisas (muy necesarias en estos tiempos que corren) el Auditorio para despedir el año.
Jose Antonio Campos Bayona
Fotos: Carlos Martinez
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