Los TFG (trabajo fin de grado) ya están aquí y con ellos los dramas. Pero pongámonos en situación… tras 3 años y unos meses ha llegado el día de elegir (a través de una aplicación de la propia universidad) la línea de investigación que proponen los profesores. La primera sorpresa de todas es que gran parte de las líneas propuestas te parecen poco interesantes, algunas te dejan con la boca abierta, ni en sueños me meto en esa línea… o bien han sido propuestas con profesores que mejor no volver a ver.
Llega el momento de ordenar aquella lista por orden de preferencia o bien por orden de temas que ni de coña me voy a coger. A tener en cuenta que la máquina te avisa con este mensaje:
Al menos debe solicitar 3 líneas. No obstante le recomendamos la inclusión del máximo posible de líneas ofertadas por orden de prioridad. En otro caso, si no se le concede una de las solicitadas, se le podría asignar línea de forma aleatoria.
Meter miedo desde luego que lo consigue, mejor rellenar todas las líneas que no dejarlo a suerte y que te toque con X profesor tan lamentable. Otro factor a tener en cuenta son las notas medias del resto de gente de tu clase en comparación con la tuya, una simple centésima puede ser suficiente para tener tu TFG deseado o dejarte a las puertas. Se respira en el ambiente de clase que este jueves salen ya los resultados y con ellos las primeras alegrías o resignaciones. Así que efectivamente… las notas sirven casi exclusivamente para ser de los primeros en elegir TFG. Eso si las han subido a Sakai, se da el caso en 4º de CAV de dos compañeros que llevan esperando desde septiembre a que decidan subirles sus notas al expediente ya que estuvieron de Séneca hace un año, ¿impensable no? Poco sorprendente para otros… en esta Universidad que funciona a retales.
Cuidado con dejar vuestra elección para última hora… os imagináis que la web deja de funcionar o está saturada (pocas veces deja de funcionar Ática… ejem). Y el jueves no fundir el botón de F5 actualizando la página, ¡la suerte esta ya echada!
Tranquilos… siempre nos quedarán las prácticas, de momento inexistentes, esa es otra historia y de las grandes.
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