Las 6 mejores películas sobre la personalidad múltiple que nos ha dado Hollywood
Explorando la complejidad del trastorno de identidad disociativo a través del cine, desde ‘El hombre y la bestia’ hasta ‘El club de la lucha’, este artículo desvela cómo Hollywood ha capturado y a veces distorsionado esta fascinante condición mental.
- Hollywood ha utilizado el trastorno de identidad disociativo (TID) como un elemento narrativo impactante, desde el terror psicológico hasta el thriller judicial.
- Películas como ‘Psicosis’, ‘Sybil’, y ‘El club de la lucha’ han contribuido significativamente a la visibilidad y el entendimiento público del TID, aunque no sin controversia.
- A pesar de las diferencias en tratamiento y género, estas obras comparten la exploración de la dualidad humana y la lucha interna, reflejando tanto el interés artístico como los malentendidos sobre el TID.
Después del estreno Múltiple de M. Night Shyamalan, el visionario director de El sexto sentido. Un thriller de terror psicológico donde James McAvoy interpreta a un personaje con 23 personalidades distintas, motivo por el que vamos a repasar las seis mejores películas que ha hecho Hollywood sobre la personalidad múltiple o trastorno de identidad disociativo, que es su verdadero nombre. Una enfermedad mental que padece un 1,1% de la población mundial y que no está exenta de polémica ya que muchos expertos la consideran una forma de esquizofrenia y no una enfermedad per se. Su principal característica es la coexistencia de dos o más identidades en una misma persona que ejercen control sobre el comportamiento. Cada personalidad manifestada posee características propias e independientes de las otras. Este cuadro de síntomas ha hecho que el cine de Hollywood utilizase en muchas ocasiones la personalidad múltiple como un giro de guión en el último acto para sorprender al espectador. A veces justificado y bien ejecutado y otras veces no, aunque, afortunadamente, no todas las películas sobre este trastorno utilizan la misma fórmula.
A partir de este punto el artículo está lleno de revelaciones importantes de la trama de las películas mencionadas.
EL HOMBRE Y LA BESTIA (1920)
Basada en la famosa novela El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde de R. Louis Stevenson, El hombre y la bestia protagonizada por John Barrymore (así es, el abuelo de Drew Barrymore) y dirigida por John S. Robertson es la quinta adaptación del libro de Stevenson , demostrando una vez más que los remakes son tan antiguos como el propio cine. Es, prácticamente, la primera cinta de terror de la que se tiene constancia ya que, a diferencia de sus cuatro versiones anteriores, es la que más se centra en el aspecto terrorífico de la historia.
Pese a ser una película de hace casi 100 años, vista hoy en día aún conserva algunas imágenes icónicas que mantienen su fuerza intacta. Tratando de contarnos en realidad una alegoría sobre la dualidad del ser humano y una metáfora sobre la burguesía y la clase baja de finales del S.XIX, el planteamiento de la película no pasa de moda: el afable doctor Jekyll, empeñado en descubrir y separar la esencia del bien y del mal en el ser humano, descubre una pócima que lo convierte en el despiadado y pendenciero señor Hyde quien poco a poco va adueñándose de la personalidad de Jekyll.
A mucha gente puede echarle para atrás un título mudo y en blanco y negro, pero si le dan una oportunidad no se arrepentirán y descubrirán una labor de dirección muy efectiva que aprovecha al máximo los recursos de los que dispone. Además, podrán contemplar un oscuro final nada típico para la época y lo moderna que resulta la propuesta, que dista mucho de lo que podríamos esperar de un título tan antiguo. Además, la interpretación de John Barrymore es para enmarcar, llena de matices sutiles y de una sobriedad aplastante cuando interpreta al doctor Jekyll y una teatralidad macabra cuando da vida al señor Hyde. De hecho, en la primera transformación de Jekyll a Hyde, no se utilizó ningún tipo de maquillaje facial ni trucaje; simplemente el trabajo físico y entregado de Barrymore, capaz de cambiar de un modo asombroso las facciones de su cara. Su apodo de “el gran perfil” no era gratuito.
Al tratarse de una película tan antigua, esta forma parte del dominio público y no está sometida a ningún tipo de derechos de autor ni copyright, así que se puede disfrutar de ella legalmente aquí:
PSICOSIS (1960)
Muchos son los ríos de tinta que se han vertido sobre Psicosis de Alfred Hitchcock y muchos los estudios y análisis a los que se ha sometido; desde una exposición que proyectaba la película fotograma a fotograma a ensayos sobre sus formas. Su influencia e importancia dio pie a tres secuelas, una serie de televisión y un remake plano por plano realizado en 1998 que resultó ser más un cómico experimento que un remake real. Lo que está fuera de toda duda es que Psicosis es una de las cumbres del suspense y un ejemplo perfecto de planificación, dirección y montaje.
La película está basada en la novela de Robert Bloch, que a su vez se inspiró en los crímenes reales cometidos por el asesino en serie Ed Gein durante los años cincuenta, y nos cuenta la historia de Marion Crane, una tímida secretaria a la que da vida Janet Leigh, que decide liarse la manta a la cabeza y huir desesperadamente tras robarle un dinero a su jefe. Durante su huida se alojará en el Motel Bates, regentado por el tímido Norman (Anthony Perkins) que vive junto a su madre en la casa que hay detrás del mismo, y que rápidamente se sentirá atraído por Marion. Tras cenar con Norman y mantener una pequeña charla, Marion regresa a su habitación con el propósito de entregarse a la justicia. Durante una purificadora ducha vemos como la silueta de una anciana se acerca a la cortina, abriéndola con fuerza, acuchillando a Marion sin piedad y huyendo rápidamente. Norman, petrificado al descubrir la barbarie que acaba de cometer su madre y temeroso de que la detengan y la metan en un psiquiátrico, mete el cadáver de Marion en un coche y lo hunde en uno de los pantanos cercanos al motel.
Tras este inesperado giro y cambio forzado de punto de vista, asistimos a una cinta de suspense sobre la investigación de la muerte de Marion y de otras chicas desaparecidas en la zona en la que se tratará de desenmascarar a Norman y a su madre, topándonos con una revelación que deja al espectador al borde la asfixia: la madre de Norman lleva muerta 15 años y está disecada en el sótano de la casa, siendo Norman el autor de los crímenes ataviado como su difunta madre. En la explícita escena final, se nos cuenta a los espectadores a través de un psiquiatra forense que Norman asesinó a su madre y adoptó su personalidad, siendo la personalidad de la madre quien cometió el asesinato de Marion y de las demás chicas, arrastrada por los celos. Tal fue la impresión que produjo el final en los espectadores de la época que Hitchcock trató de comprar todas las copias de la novela de Bloch e impedir que la gente descubriera el desenlace.
Psicosis ha pasado al imaginario colectivo por muchos motivos y, a día de hoy, se la considera la película sobre asesinos en serie más influyente (y una de las primeras), nombrando el American Film Institute a Norman Bates el 2º mejor villano de la historia del cine, únicamente por detrás de Hannibal Lecter.
SYBIL (1976)
Si hay una película que consiguió que el trastorno de identidad disociativo tuviera visibilidad, sin duda esa fue Sybil, que en realidad era una miniserie de dos episodios protagonizada por la gran Sally Field en uno de los papeles de su vida.
Basada en el caso real de Shirley Ardell Mason, Sybil nos cuenta la historia de una joven artista que comienza a sufrir ausencias y a despertarse en lugares que no conocía con cortes y heridas. Estos apagones la llevarán a recurrir a la ayuda de una psiquiatra, la doctora Wilbur, quien descubrirá en cada sesión a cada una de las personalidades de Sybil, llegando a inducirle una hipnosis para profundizar más en su trastorno hasta descubrir una infancia llena de abusos sexuales y físicos por parte de su madre, enferma de esquizofrenia. Años después se ha sabido que Sybil (o Shirley en la vida real), no mostró trastornos de personalidad múltiple hasta que no fue sometida a hipnosis por su psiquiatra y manifestó sus 16 personalidades: Vicky, Ruthie, Helen, Marjorie, Peggy, Clara, Marcia, Mary, Vanessa, Sybil Ann, Nancy, Peggy Ann, Peggy Lou, Mike, Sid y la propia Sybil.
El impacto cultural de Sybil fue tal que abrió una polémica dentro de la comunidad psiquiátrica ya que, tras la emisión de la miniserie, el número de casos de personalidad múltiple pasó de 75 a 40.000, dando lugar a que el DSM lo incluyera en la Clasificación Internacional de Enfermedades mientras que muchos psiquiatras consideraban (y consideran) la enfermedad como una forma de esquizofrenia.
La miniserie, dirigida por el veterano Daniel Petrie, ganó 4 premios Emmy, entre ellos el de mejor actriz por el asombroso trabajo que realiza Sally Field, quien estuvo a punto de perder el papel en favor de Vanessa Redgrave. Junto a ella podemos encontrar a Joanne Woodward, Brad Davis y Martine Barlett. También ha sido objeto de un remake en 2007 protagonizado por Jessica Lange y Tammy Blanchard.
EN NOMBRE DE CAÍN (1992)
Como decíamos antes, la sombra de Psicosis y Hitchcock es muy alargada y Brian De Palma ha sido uno de los directores que han estado más influenciados por el maestro del suspense, manteniendo a la vez una personalidad propia y una visión muy particular. En 1992, De Palma nos presentó este barroco ejercicio de estilo lleno de trampas, flashbacks, giros imposibles y golpes de efecto que acaba funcionando por acumulación de forma muy efectiva y cuyo montaje realizado por un fan ha acabado convirtiéndose en el verdadero montaje del director.
Protagonizada por el versátil John Lithgow y Lolita Davidovich, En nombre de Caín nos cuenta la historia de Carter Nix, un psicólogo y padre de familia que está obsesionado sobre el desarrollo de la personalidad de su propia hija a la que sobreprotege. Esta obsesión acabará provocando el distanciamiento de su esposa, que ha vuelto a verse con un antiguo novio, y la aparición en escena de su hermano gemelo Caín, que le convence para ayudar al anciano padre de ambos a secuestrar a varios niños para realizar experimentos psicológicos con ellos. La revelación es que Caín es sólo una de las varias personalidades que habitan dentro de Carter que fue objeto de los experimentos de su sádico padre durante su niñez, provocando en él ese desdoblamiento de personalidad con el que De Palma juega durante gran parte del metraje mostrándonos a Lithgow en un cuádruple papel.
El montaje de la película resulta a veces atropellado. De Palma tenía pensado un montaje distinto, más similar al de Psicosis, pero finalmente no pudo llevarlo a buen puerto hasta que en 2012, Peet Gelderblom, un fan de la película consiguió remontarla de la forma que tenía en mente el director, ayudado del guión técnico de la película, cuya satisfacción con dicho trabajo ha acabado convirtiéndolo en el Montaje del Director oficial, habiendo sido editado en Blu-ray hace unos meses por Universal Pictures.
En nombre de Caín tuvo una tibia acogida y no funcionó demasiado bien en taquilla pero, con los años se ha convertido en una de las películas más alabadas de su director y en una auténtica película de culto que juega con un macabro sentido del humor y en el que forma y fondo acaban dándose la mano.
LAS DOS CARAS DE LA VERDAD (1996)
Tal y como comentaba al hablar de Sybil, muchos fueron los casos diagnosticados debido al impacto de la miniserie. Uno de los más sonados fue el de Kenneth Bianchi, un asesino en serie de los años 70 diagnosticado con personalidad múltiple cuya enfermedad fue presentada como defensa en el juicio por sus crímenes. Las dos caras de la verdad se inspira este caso en particular para ofrecernos un título mítico de los noventa cuyo giro final sigue siendo uno de los mejores que nos ha dado Hollywood.
Protagonizada por Richard Gere, Laura Linney y un debutante Edward Norton y dirigida por el televisivo Gregory Hoblit, Las dos caras de la verdad es un thriller judicial que nos cuenta el caso al que tiene que enfrentarse el abogado Martin Vail: un joven monaguillo llamado Aaron es acusado de asesinar al arzobispo de la diócesis de Chicago.
El joven, débil, tímido y tartamudo, mantiene su inocencia en todo momento y dice no recordar nada del crimen pese a que todo indica a que él lo cometió. Conforme avanza la trama se descubre que el arzobispo abusó de Aaron y éste, a través de una personalidad distinta llamada Roy, lo asesina cruelmente. El abogado defensor encarnado por Richard Gere, tratando de evitar la condena de Aaron, utiliza el trastorno de personalidad múltiple para conseguir el indulto del acusado provocando al muchacho en el juicio para que saque a relucir la personalidad criminal de Roy delante de todos, consiguiendo finalmente el indulto.
En la escena final, el ya legalmente absuelto Aaron, le confiesa a su abogado que nunca padeció personalidad múltiple y que, en realidad, él mató al arzobispo estando en pleno uso de sus facultades mentales. Un final que, aún a día de hoy, pone los pelos de punta y deja en evidencia las lagunas del sistema judicial americano y demuestra que, en realidad, la verdad únicamente tiene una cara y sale a relucir en el momento más conveniente.
Las dos caras de la verdad ganó el Globo de Oro al Mejor Actor Secundario por la gran interpretación que realiza Edward Norton y estuvo nominada al Oscar y al BAFTA en la misma categoría. Con el paso de los años se ha convertido en uno de los títulos judiciales de los noventa (y fueron muchos) que más y mejor se recuerdan.
EL CLUB DE LA LUCHA (1999)
Considerada una de las películas más influyentes de David Fincher, El club de la lucha es uno de los filmes que mejor refleja las frustraciones y los miedos de la sociedad de finales de los noventa, esos años bisagra entre el s. XX y nuevo milenio, en los que se trataba de desmontar y desmitificar con ciertas dosis de existencialismo a la cultura popular que tanto nos había influenciado sólo unos años atrás.
Protagonizada por Edward Norton (segunda aparición consecutiva del actor en este peculiar ranking), Brad Pitt y Helena Bonham Carter y basada en la aclamada novela de Chuck Palahniuk, El club de la lucha nos cuenta la historia de un insomne narrador sin nombre que ha perdido el rumbo y no encuentra sentido a su vida. Durante uno de sus viajes de negocios conoce a Tyler Durden, un vendedor de jabón cuyas ideas radicales les llevarán a ambos a formar el club de la lucha; un club clandestino donde la autodestrucción personal se materializa en forma de peleas entre sus miembros. Poco a poco, el club irá evolucionando en toda una filosofía de vida llena de reglas y normas y, por consecuencia, en un movimiento activo denominado Proyecto Mayhem; un llamamiento jerarquizado a la rebelión y a los placeres del cuerpo.
La relación entre Tyler y nuestro narrador sin nombre cada vez se hace más compleja y dura, catalizada en gran parte por el personaje de Bonham Carter, auténtico anclaje emocional de la película, y acaba detonando en una revelación final: nuestro narrador y Tyler son, en realidad, la misma persona. Un desdoblamiento de personalidad del que se nos han ido dando pistas a lo largo de todo el metraje y que no hace más que reforzar la idea de la dualidad de las personas y de todo lo que no funciona en la sociedad occidental.
El club de la lucha no es una película que hable sobre la personalidad múltiple, sino que la utiliza más como excusa para realizar una deconstrucción de la sociedad y del sentido de la vida a través del nihilismo que no deja indiferente a ningún espectador. Lo sé porque lo sabe Tyler.
***AVISO***
Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida está tan vacía que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿O te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿Lees todo lo que te dicen que leas? ¿Piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesitas? Sal de tu apartamento. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no revindicas tu humanidad te convertirás en una estadística. Estás avisado.
TYLER.
¿Cómo ha representado Hollywood el trastorno de identidad disociativo a lo largo de los años?
Hollywood ha explorado el trastorno de identidad disociativo a través de diversos géneros, desde el terror hasta el drama, con películas como ‘Psicosis’, ‘Sybil’, y ‘El club de la lucha’, destacando la dualidad humana y la complejidad de esta condición, pero también ha enfrentado críticas por simplificar o malinterpretar el TID.
7 Comments
Magnífico!!!! Enhorabuena Carlos! Me quito el sombrero…
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Genial, estoy haciendo un trabajo de diseño para la facu sobre transtornos psicológicos, y esta info me ha venido como anillo al dedo.
Gracias!
Gracias por el aviso y las películas me ayudan a pensar que no soy la única persona con trastornos y acabo de encontrar mi comunidad a través de las ellas, saludos.
[…] Para los fans de la gran pantalla :Las 6 mejores películas sobre la personalidad múltiple que nos ha dado Hollywood […]
Es una pena que este trastorno tan grave lo traten a sin y lo manipulen de esta manera si tuvieran el problema que tengo yo con mi hijo seguro que no tratarían esto de esta manera
Falto Session 9, un triller psiquiatrico muy infravalorado y desconocido.