La noche fue sonora

Dentro del ciclo de Las Noches Sonoras organizado por la sala Stereo y Budwieser pudimos disfrutar de tres directos con aires muy distintos que corrieron a cargo de Aarön Sáez, el grupo madrileño Cosmonauta y los andaluces Fuel Fandango. Una mezcla arriesgada que atrapó a los asistentes.

Abrió el evento el oriolano Aarön Sáez como hacía tiempo que no lo veíamos, en solitario. Una pequeña escapada de Varry Brava, con la única compañía de una guitarra, un teclado y un sintetizador con el que sedujo a los escasos presentes.

Pop adornado con bases electrónicas, letras atrevidas y con un toque de elegancia italiana al más puro estilo de los 80 con Tannoventa, Ambulanza o Tokyo de su disco Eleganza mezcladas con canciones de su último proyecto El Futuro Era Esto, como La cinta azul entre otras, que hizo recordar a los presentes la pasada edición del SOS4.8. Balda en 8 bits, una canción romanticona, fue a elegida para acabar, dejando un buen sabor de boca a los que presenciaron esta intima actuación.

Le tocó el turno a Cosmonauta quienes hicieron alarde de su estilo preciso, natural y directo. Solo algunos problemas de sonido pudieron poner en peligro la actuación, pero el grupo demostró su trabajo y empeño por hacer disfrutar a un público un tanto distante al principio, físicamente hablando, y que terminó arropando a la banda entorno al escenario.

Hicieron un repaso casi integro por su disco homólogo con canciones como Marta en Marte, Desde el observatorio, En este lado y su primer single, posiblemente el más coreado, Confesiones de un hombre bala. Todo esto aderezado con miradas y sonrisas cómplices entre Miguel Ángel y el resto de componentes, así como guiños al público, provocando una atmosfera de energía positiva y buen rollismo que se mantuvo el resto de la noche.

Por fin la sala se llenó coincidiendo con la actuación de Fuel Fandango. El escenario decorado para la ocasión con unas hermosas flores de papel le daba un aspecto delicado acorde con Nita, la vocalista. La misma que dejo a todos boquiabiertos ya no solo con su aparición escondida tras un amplio abanico y unos zapatos que hacían pensar en la mismísima Dorothy del Mago de Oz, sino con su movimientos flamencos mezclados con algunos mas rockeros y sus miradas seductoras al público.

Ale Costa y Carlos Sosa no se quedaron atrás. El primero con su guitarra, el segundo con la batería. Juntos consiguieron darle forma, intensidad y significado a cada una de las canciones en directo que en el disco no siempre tienen. Toda una invitación a seguir el ritmo con cada melodía, con cada golpe de batería.

Repasaron temas de su trabajo Fuel Fandango, haciendo sonar canciones como The energie, Monkey, Always Searching o Shiny Soul, una fusión de flamenco con soul-funk y música electrónica muy atrayente, mezclada a su vez con el chorro de voz de Nita y su facilidad para pasar del inglés al español. Rasgos que hacen diferente a esté grupo.

Mientras, los asistentes bailaban al ritmo de la música o le permitían todos los caprichos a la vocalista que aprovechaba entre canción y canción para dar indicaciones para que levantaran las manos, corearan canciones o de pusieran de cuclillas para dar entrada al último tema. Ella se lo puede permitir, porque ella también daba, verla jugar con los abanicos o sorprender con confetis de corazones es todo un espectáculo. Y  Así terminó una noche llena de sonidos y de sensaciones efectivas que no dejo impasible a nadie y es que la noche fue sonora.

 

Fecha: 6 de Noviembre de 2011

Lugar: Sala Stereo. Murcia.

Redactor: María Ayuso C.

Fotografía: Carlos Martínez.