Cada noche, cada concierto, cada canción que cantan a su público es otro tatuaje en sus brazos. La elegancia del rock&roll no tan sucio, ni pellejero como otros. Es un rock que habla de lo mismo, de amores rotos, de seres libres, de penurias sociales. Son una modernización de Becquer, de Espronceda… Son alguien que han fortificado un género que muere y a la vez renace cada día en España, ese rock callejero…, un rock urbano.
Llegaba, y no pensé llegar tan pronto, a esa renovada sala que tan buenos conciertos nos ha dado. El público comenzaba a llegar, se dispersaba, pero podía ver qué clase de gente venía. Viejos rockeros, nuevos, chicas que cambiaban sus tacones y vestidos cortos de imaginación por unas medias negras y unas converse… Desde Carabanchel llegaron Con Mora, teloneros que han escuchado de todo lo bueno que da España (rock y poco más), muy cercanos a Marea y Reincidentes. Se subieron y la liaron con un rock sucio y callejero. Con la voz de Neno ya se ganaban al público. Dio gusto verlos.
Hay quién dice que La Fuga no tiene derecho a tocar canciones de la formación anterior, pero hay algo que me sorprende y es que si están de gira con su nuevo disco “Más de Cien Amaneceres”, no entiendo como de este tocan 4 canciones y de Raíces (ese disco que comparado con el nuevo se queda en nada) 2. Pero son realistas, hay que animar a un público que espera cantar esas canciones que hicieron grande a La Fuga, y es ahí cuando ganaron, pues sorprendió su Set-List. La Fuga sólo tiene la influencia de La Fuga, y por eso nunca se pierden. Trampas al Sol, Balada del Despertador, Pedazo de Morrón…sorprende y gusta, otra Fuga casi desconocida tocando lo de siempre: noches de hotel, amaneceres borrosos, conseguir la libertad con una botella de whisky y las mejores canciones de corazones rotos de cualquier grupo de rock.
De aquí, para allá, saltando y más reivindicativos que nunca, suelen ser más indirectos si mandan todo a la mierda y se quedan con su noche de rock&roll. Y entre todo, me quedo con ese Nunca Mais. Y como está de puta madre sacar las cosas de contexto, en esa rumba rockera de Camarote Pedro dejo cantar al público ese canutito, y me acordé de Fito en aquel concierto en Bilbao grabado en Vivo para contarlo cuando dejó en el aire ese “speed” dejando claro que se había desintoxicado ya… Tonterías aparte, volvemos a lo de siempre, nunca superarán aquella formación, pero siguen con sus riffs potentes, con sus versos memorables, siguen siendo un rock inolvidable en este país y ellos saben que están entre los mejores.
Por Alberto Sánchez de la Peña.
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