Foto: Javier Rosa
Este fin de semana se ha celebrado la segunda edición del WARM UP Estrella de Levante. Según los datos ofrecidos por la organización, el festival congregó en La Fica a unos 26.000 asistentes cada día agotando todas las entradas puestas a la venta. Tras una primera edición marcada por las prisas y la polémica del festival predecesor, parece que el WARM UP, a pesar del cambio de nombre a última hora, empieza a consolidarse como un gran festival para la ciudad. Convirtiéndose así en el complemento perfecto de festivales como Murcia Tres Culturas, Lemon Pop o Microsonidos y podría ser el súmmum de una programación musical tan extensa, variada y destacable como la que disfrutamos en Murcia cada año.
No todo ha sido perfecto pero la valoración tras estos días de festival es bastante positiva. Resumimos nuestras sensaciones en los siguientes 10 puntos:
- Izal son necesarios, pese a quien pese. Grupos como ellos son capaces de hacer rentable un festival y permitir que otras propuestas más arriesgadas tengan hueco. Si los combinas con la descarga de adrenalina de Kasabian, los emocionantes y espectaculares Alt-J o los insinuantes y divertidos Chk Chk Chk, ya tienes un festival hecho.
- Como decimos, gracias a grupos como Izal capaces de hacer que cualquier hueco del recinto se llene durante su concierto, otras propuestas alternativas y no tan masivas también pueden tener su sitio en el cartel. Así se pudo disfrutar de La Plata, The Octopus Project, Joana Serrat, Biznaga, Cooper o Melange que hicieron del tercer escenario, D.Franklin, el refugio perfecto para aquellos que huyen de las propuestas más mainstream. Aunque esto también tenga sus consecuencias no tan positivas (para el que escribe esto) como Ms Nina o Mueveloreina pero poder bailar con Joe Crepúsculo lo compensa.
- También hay que destacar el escenario secreto por el que pasaron las más que interesantes y prometedoras propuestas de la nueva electrónica de Ed is Dead, North State o PBSR. Un escenario que creemos que puede ser un gran complemento a esa programación más alternativa y hacer las delicias de aquellos que acudían al festival por nombres como Vitalic o The Bloody Beetroots.
- Las bandas murcianas fueron parte importante del festival. Está claro que en cierta medida esto responde a la necesidad de llenar el cartel y los grupos de casa lo ponen más fácil pero, por suerte, en esta Región abunda la calidad y las buenas propuestas. Viva Suecia se coronaron en casa, por fin, y demostraron que son la nueva gran banda de este país, que liderarán festivales y llenarán cualquier recinto gracias a buenas canciones y una conexión con el público como no se vio en ningún otro concierto del WARM UP. Neuman volvió a ofrecer un concierto impecable. Unos nuevos Nunatak se mostraron más fuertes y prometedores que nunca. Poolshake siguen subiendo peldaños y ganando público. Lebowsky, The Yellow Melodies, Amor Germanio, Murciano Total… grupos murcianos para todos los gustos y momentos.
- La afluencia de público ha sido mucho mayor que en su primera edición. A pesar de esta crecimiento, apenas hemos notado un gran agobio de público salvo los momentos puntuales de Kasabian la primera noche o Izal en la segunda. Si huías de los escenarios principales y acudías a las barras y baños más alejados, las colas eran cosa de unos minutos. Intentar pedir una cerveza durante un concierto que congrega a unas 20.000 personas y esperar que no haya colas no tiene mucho sentido.
- Si os podéis permitir haceros con la entrada VIP lo recomendamos. No somos especialmente amantes ni asiduos a estos sitios, solemos pisarlos lo justo y necesario pero en esta edición valía la pena para ahorrar tiempo en colas y dinero en las barras. Apenas tuvimos que esperar más de unos minutos cada vez que entramos. Además, los bocadillos de la nueva marca de Local de Ensayo (Coda), uno de los mejores restaurantes de la Región, fueron toda una sorpresa y es que estaban para repetir una y otra vez.
- Los de siempre cumplen. Sidonie, Dorian, Carlos Sadness, Shinova o El Columpio Asesino son apuesta segura y aunque no ofrezcan nada que no hayamos visto ya es fácil pasar un buen rato en sus conciertos. Iván Ferreiro destacó por encima del resto y es que el talento de este señor crece con los años y Los Piratas siguen siendo una de las mejores cosas que pasaron en este país. También triunfaron Nada Surf que ya han hecho de Murcia su segunda casa.
- Si algo ha llamado la atención y se ha comentado sobre esta segunda edición es la calidad del sonido de los tres escenarios principales. Hacía años que no disfrutábamos de un sonido tan bueno en el gran festival de la ciudad y esto nos parece algo esencial.
- La distribución de escenarios, barras, estructuras, puestos de comida y demás conglomerado del festival ha sido un poco extraña, dando en ocasiones la sensación de estar todo amontonado. No había mucha diferencia respecto al pasado año, pero la poca que había podía acabar resultando algo molesta. Zonas como las de comida deberían replantearse y mejorarse o las nuevas pantallas que se colocaron a veces entorpecían más el paso que otra cosa. Eso sí, que los 2 escenarios principales no se solapen nos parece algo fundamental y esperamos siga siendo así.
- Recuperar el escenario dedicado a los djs en la entrada del festival, tal y como hacía el SOS 4.8 Festival, ha sido todo un acierto. Pero ha sido una propuesta a medio gas, deberían apostar más por ello y convertirlo en un escenario de verdad, no en una pequeña plataforma con una mesa de dj. Si cuentas con un número tan grande de djs, no tiene mucho sentido que parezca una programación de segunda. Además hay una gran proporción de público que va al festival simplemente por ir, sin especial interés en los conciertos, y son público potencial de ese escenario (más allá de los fans de la electrónica) al que podrían sacarle más partido.
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