Los mallorquines L.A. fueron los creadores de un nuevo género teatral el pasado viernes 29 de noviembre en el Teatro Circo de Murcia: el “melorock”, del griego melo = canto, y del estadounidense rock = género musical que no necesita presentación alguna.
La banda formada por Luis Albert Segura a la voz y guitarra, Pep Mulet a la guitarra, Ángel Cubero al bajo y Dimas Frias a la batería no era la primera vez que visitaban nuestra ciudad, la última fue hace unos meses en el Festival SOS 4.8, pero sí la primera que actuaban en un escenario tan especial como el emblemático Teatro Circo de Murcia.
Con la platea llena hasta la bandera y con espectadores dispersos también en los palcos bajos y altos del teatro, el ambiente era ya más que propicio para que comenzase la obra. Tras unos breves minutos de retraso, motivados por culpa de una sorpresa que os tenemos preparada en forma de Audiovisession y que veréis próximamente, la banda salió al escenario dejando bien claro desde el principio que el concierto no iba a ser en acústico, como dudaban algunos de los asistentes.
La canción elegida para abrir el concierto fue “After all”, último tema del disco “Dualize”, grabado en Oregon (Estados Unidos) junto al polifacético artista Richard Swift. Después vendría la sentimental “Oh, Why?” y una incursión en su trabajo anterior, con “Older”. La selección de canciones escogidas para el concierto fue muy acertada, aunque en la gira se presentaba su último larga duración, se combinaron también temas de los trabajos anteriores. De “SLNT FLM” interpretaron la desgarradora “Hangin’ on a wire”, “Leading role” y la canción elegida para el videoclip, “Over and over”. La dualidad Mallorca – Estados Unidos quedo más que patente con la canción que da nombre a su último disco, “Dualize”, y con la crudeza de “Under radar”.
Tampoco podía faltar un repaso al disco que para muchos es el primer trabajo de L.A. por su mayor transcendencia, aunque ya habían editado otros anteriormente a éste. De “Heavenly Hell” nos dejaron boquiabiertos con el tema “Perfect combination”, el público estalló con “Crystal clear” y se levantó de sus asientos ante la imposibilidad de permanecer más tiempo vibrando desde las butacas, “Microphones and medicines” dio un poco de respiro a los asistentes, que animó a los menos tímidos a que se volvieran a levantar de sus butacas para bailar el single “Hands”, tras el cual Luis Albert y los suyos abandonaron el escenario.
Llegó el momento del bis y los aplausos del público, típico tópico en la mayoría de conciertos, pero que en éste en particular se convirtió en la ocasión más especial de toda la noche. Tras el humo artificial apareció Luis Albert acompañado solamente por una guitarra acústica, caminó hacia la platea y se sentó en el borde del escenario avisando de que iba a hacer un “experimento”. El público enmudeció solemnemente y comenzaron a flotar en el aire las primeras notas del famoso tema “Elizabeth”. La brutal voz, los acordes de la guitarra y la magnífica acústica del Teatro Circo, junto a la preciosa letra de la canción hicieron que se elevara el ritmo cardíaco de los asistentes, produciendo temblor, palpitaciones e incluso alucinaciones en los presentes, propias del síndrome de Stendhal.
Después del momento más emotivo de la noche, poco más se podía esperar para finalizar el concierto, pero aún quedaba alguna canción guardada en la recamara para terminar la genial obra de “melorock” que estábamos viviendo. Era el turno idóneo para “Stop the clocks”, que representaba a la perfección el estado de los asistentes. El final fue de película, con el eléctrico tridente formado por: “Rebel”, la catarsis del guitarreo y la frenética batería que se dan rienda suelta en el tema “Drama” y el arrollador desenlace con “Outsider”, que dejó a todos los presentes con ganas de continuar la fiesta, haciéndonos olvidar por un momento que estábamos en un teatro.
Aunque personalmente era la tercera vez escuchaba a L.A. en concierto y uno está más familiarizado a verlos en otros ámbitos más festivaleros o en salas, el concierto que dieron en el Teatro Circo de Murcia me sorprendió gratamente por su forma y contenido, sabiendo encajar perfectamente con la acústica y atmósfera que ofrece este entorno. Los miembros del grupo también brindaron la oportunidad a los asistentes de intercambiar opiniones con ellos al finalizar el concierto, permaneciendo un tiempo en la antesala del teatro y dejando una imagen impecable ante el público murciano, que espera verlos de nuevo por aquí.
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[…] cosa de un año L.A. pasó por el Teatro Circo Murcia (aquí puedes leer cómo fue aquel concierto). Nosotros nos colamos en su camerino y grabamos con Luis […]