Varios días llevaba ya colgado el cartel de “Entradas Agotadas” para el concierto que Kase.O iba a dar junto a los Jazz Magnetism en Sant Vicent del Raspeig (Alicante), pero la esperanza de que reservaran algunas entradas para vender en taquilla todavía rondaba nuestras ilusas mentes. Era sábado, pero bien podía haber sido domingo porque allí estábamos 4 colgados equipados con los útiles básicos de todo buen dominguero, es decir, una nevera con litros de cerveza, condumio diverso y sillas de camping… Lo más normal para poder soportar el tiempo de cola con el que nos íbamos a enfrentar, y vamos si le sacamos partido, porque al llegar a la Sala The One nos topamos con una marabunta de personas que llevaban haciendo cola desde bien temprano.
Entre litro y litro, apareció uno de los encargados de la sala, que tras provocarnos un amago de infarto colocando un “No hay entradas” bien grande en la taquilla, se dispuso a sortear las últimas entradas. Sí, y digo bien sortear, porque había más gente esperando que entradas disponibles, así que puedo considerar como premio que mis colegas pillaran las 3 últimas entradas tras una dura batalla con los allí presentes.
Como es tradición en la mayoría de conciertos, se retrasó la apertura de puertas de la sala, pero la espera se hacía más soportable mientras escuchaba las pruebas de sonido de Los Magnéticos, que son los encargados de poner la nota de color al proyecto Jazz Magnetism y acompañan a Javier Ibarra en cada uno de sus directos: a la batería Dani Domínguez, al saxo Hugo Astudillo, al bajo Juan Pablo Balcázar, a la percusión Juan Beguín y a la guitarra Dani Comas.
Pasaba media hora de las 10 de la noche, cuando todo apuntaba a que el espectáculo iba a dar comienzo. Un cambio de iluminación fue el estímulo que hizo centrar toda la atención del público en el escenario, mientras que uno tras otro fueron apareciendo los músicos y arrancando los primeros gritos del público con el rasgueo de la guitarra del Payés del Jazz. Poco tardó en incendiarse la sala, cuando apareció Javato Jones en escena y 1200 voces corearon su estrofa del tema “Filosofía y letras”, un clásico con el que el grupo del que también forma parte, Violadores del Verso, abría los conciertos en su última gira.
Kase.O, como buen mago de palabras que es, se metió al público en la chistera y nos llevó a otro escenario diciendo:
“Vamos a imaginar que ésto ya no es la Sala The One, ahora estamos todos en el vientre de una sola madre y estamos a punto de nacer”.
Jugando así con la metáfora de que dejáramos fluir nuestra creatividad, que disfrutáramos de la experiencia del concierto y que al salir viéramos la vida desde otra perspectiva más libre y sin prejuicios, al igual que la ven los niños.
Nuestro nacimiento particular comenzó con el tema “A solas con un ritmo”, que adquiere unos matices más grises y desgarradores en la versión de con banda de jazz, pero que pronto se tornaron blancos con “Libertad”, himno que nos anima a desaprender y a liberarnos de las prisiones que atan nuestro día a día. También fue ocasión de rememorar la famosa colaboración con el rapero malagueño Capaz en el tema “Pan caliente”, que dio paso seguido a otro clásico del Sr. Ibarra que no necesita presentación, el tema “Ninguna chavala tiene dueño”. Una de las sorpresas que nos tenían reservadas se desveló con la aparición en el escenario de los MC’s alicantinos Cres y Valdés, para marcarse unas rimas crudas en “Billete de ida hacia la tristeza”.
La gran calidad y experiencia del quinteto de músicos que acompañan a Kase.O en cada directo quedó sobradamente demostrada en todos los temas interpretados, así como en el solo de saxo en “Que no hay alcohol” que puso los pelos de punta a más de uno o las percusiones de “Boogaloo aka Tarántula”. El público aunó sus voces en el tema “Quieres” y en “Como el sol”, haciendo de perfecto corista. Hugo Astudillo aka.Escandaloso Xpósito dejó el saxo unos minutos para coger el micro y abrir bocas, porque como MC también derrocha clase y estilo, que ya manifestó en sus trabajos “1974” y “Green Gourmet”. El momento homenaje de la noche fue con “Tributo a Mr. Scarface”, canción en la que se narra una turbia historia de gansters en Barcelona, como tributo al grupo neoyorquino Geto Boys.
La Sala The One se convirtió en un auténtico hervidero “Domingos de cal aka Blue Pepper”, canción que motivó al desinhibido público a saltar como si la fuerza de la gravedad no existiese. El amago de final de concierto tuvo su respuesta en forma de gritos que pedían más de esta acertada fusión de rap y jazz, con tintes muy rock que tanto engancha. Esos gritos fueron escuchados y tuvieron respuesta por parte de Javier Ibarra y los Jazz Magnetism, que se habían reservado la artillería pesada en forma de rap para un final de concierto apoteósico, en el que interpretaron los temas: “Cantando”, “Renacimiento” y el elevado a himno “Ballantines”.
En resumen, un concierto soberbio en el que Kase.O volvió a dejar claro sobre las tablas porque muchos lo consideran el mejor rapero de España, en perfecta combinación con los enormes artistas que se esconden detrás de los instrumentos y que hacen de Jazz Magnetism uno de esos conjuntos que pasará a la historia de la música por saber conjugar de una forma tan armónica jazz y rap, como ya hicieron a principios de los 90’s artistas de la talla de Miles Davis o De La Soul.
Y es que, aunque os joda, Javier Ibarra es la única persona con el privilegio ganado por méritos propios de rimar en el mismo tema sobre los riffs de “Vodoo Child” y terminar con “Hush” de Deep Purple, y que el bueno de Jimmy le sonría desde allá donde esté.
2 Comments
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