Un colega me dijo que le encantaba las mierdas que hacía con Paint. P.L., que se llama el colega en concreto, y yo, vivimos un romance secreto. Secreto porque pertenecemos a mundos distintos: él es pocahontas y yo soy John Smith; Él es Romeo y yo soy Julieta; Él es Snow y yo soy Igrid, que está muerta, como debería estar también Snow, por cierto. Pero no nos adelantemos, la cuestión es que I am the Faier se ha apuntado a esto de los reviews para ilustrarnos cada semana con su pincel. Es un gran artista, un poco gilipollas, pero bueno, un gran artista también. Por tanto esta semana no hay Paint, pero P.L., tengo una sorpresa para ti al final de este texto y sé que te va a encantar. Te amo.
Vayamos al episodio. Al meollo de la cuestión, que en este caso son tres meollos de las tres cuestiones:
Like father, like son
Home ha renovado la sangre. Ha hablado del hogar, aquel hogar al que uno no tiene por qué pertenecer y, sin embargo, ser el único lugar del mundo en el que sentirse en casa. Así debe sentirse Cersey, cuando su hijo se da cuenta de que es una puta asquerosa y luego viene a disculparse y a decirle “madre, eres una puta asquerosa, pero más asqueroso es el gorrión supremo”. «El gorrión supremo», en serio, como siga escuchando más tiempo ese nombre en un contexto amenazante, dejo de ver la serie. ¿No habrán nombres mejores, cojones?
O lo que ha pasado en Castle Rock. Que ha venido Obi-wan y se ha cargado a un hombre mayor. No sé muy bien cómo va lo de Castle Rock, me da pereza. Perdonadme.
También hemos vuelto a casa con Bran. Una casa que ya no está, una casa quemada, destruida hasta los cimientos y, curiosamente, uno de los pocos lugares de ese mundo de Martin donde se respira un verdadero aire de hogar. Tal vez por eso los Stark estén tan jodidos, por ser tan humanos. Creo que ha sido lo mejor del capítulo, con ese Hodor parlanchín y regordete, que nos deja con muchas más ganas de saber por qué ahora no puede hablar. He de decir, sin embargo, que Bran parece haber crecido 35 años más o menos, y que me esperaba que cuando volviésemos con él las cosas fuesen un tanto… diferentes.
Y por último ha ocurrido con Bolton. El bastardo se ha cargado al padre, a la madre, al hijo y al espíritu santo amén. No me ha gustado. Pero no me ha gustado porque en principio tenemos que creernos que eso pase así y san se acabó. Un bastardo se carga a toda la puta estirpe Bolton y los demás miran cómo pasa porque tiene mala hostia. ¡Cojones, coged el arco ese gigante que se hizo su novia muerta y clavadle una flecha en la cabeza! “Ya joder, pero es que se hace invisible desde que lo pilló la tormenta”. Eso es verdad, ahí me tengo que callar.
Dragon Heart
¡Ay! ¡Mi Tyrion! No me digáis que viendo a Tyrion y los dragones no os habéis acordado de ese grandísimo momento en el que Oberyn le habla de su nacimiento. Tyrion lloró durante días porque los dragones se habían extinguido, porque nunca podría tener uno. Supongo que, cuando eres más pequeño que los demás, un amigo tan grande puede hacerte más visible. Pero cómo pase… cómo pase que Tyrion controle a un dragón, o a los dos, yo qué sé… es que me da un microinfarto. Imaginad: Tyrion controla a los dos dragones, y Daenerys a Drogo, y luchan entre ellos. FUEGO Y DESTRUCCIÓN Y… y Snow. Puto Snow.
Abre los ojos
Iba a hacer la coña de decir que Snow no ha despertado porque despierto y muerto gesticula igual, pero estoy triste y paso. No estoy triste porque el sosainas haya vuelto, que también. No es eso (de hecho me da juego para escribir, más que ningún otro actor), es que lo ha hecho cuando no debía, como no debía. P-R-E-V-I-S-I-B-L-E.
Si te cargas un personaje y pegas un giro de guión de mil grados y lo resucitas dos capítulos después, no tiene sentido. Pensemos un momento: ¿qué ha cambiado? Ha pasado tan poco tiempo, que las cosas en el muro están exactamente donde estaban antes del asesinato, salvo pocos matices. No hay sed de venganza real, no hay situaciones suculentas que imaginar. En conclusión, la resurrección de Snow es un fiasco argumental a la altura de “Embrujadas”, con la diferencia de que en esta los fiascos formaban parte del encanto.
Mucho tiene que cambiar la cosa como para aceptar que esta ha sido una jugada interesante. Que Snow sea un zombie agresivo, que tenga que comer carne humana para alimentarse, o que se muera otra vez conforme empiece el episodio y que nadie se entere. Eso molaría que te cagas.
Os dejo. Y os dejo también un dibujo de P.L. y yo besando a Snow:
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