Este jueves 23 de abril en Espacio Pático, Pablo Sandoval nos trae su primera exposición individual.
Siempre comienzo escribiendo una pequeña bio y hablando del statement del artista en cuestión. En este caso no puedo: no hay trayectoria. Pero no os confundáis, la calidad de un proyecto no viene dictada por el cúmulo de exposiciones en un currículum.
La razón por la que Sandoval no posee ninguna línea reside en su joven edad. En la temprana veintena no ha tenido tiempo para labrarse una carrera, aunque sí es cierto que ha ganado premios y ha colaborado con nuestra estupenda Araceli Muñoz realizando ilustraciones para sus reseñas literarias. Siempre hay un comienzo y el punto de arranque de la carrera artística de Pablo Sandoval empieza esta semana, no dudéis en visitarla y seremos testigos del comienzo.
Éphémère, “efímero” en francés, es el nombre del proyecto, formado por una serie de vánitas, que para el despistado en historia del arte es un género de pintura, bodegones, donde el tema principal es la muerte, la fugacidad de la vida y lo absurdo de los placeres mundanos, pues la muerte es la verdad absoluta. Si bien Pablo Sandoval da un giro de 180º al concepto de vánitas: no nos dice que nos rindamos a la muerte, todo lo contrario, si es cierto que vamos a morir, por lo tanto, ¡vivamos!
Vemos en las obras como elemento central el cráneo, símbolo evidente de la muerte, adornado por hermosas flores y plantas -muertas también- de brillantes colores. La muerte no tiene por qué ser fea. Además de la relación intrínseca entre muerte y flor: usada esta última en su origen para enmascarar el olor a podredumbre, las flores han evolucionado en la conciencia colectiva como ofrenda a los muertos, desvirtuándose de los cementerios, su contexto original, a territorios testigos de una catástrofe como, por ejemplo, las cunetas de las carreteras o monumentos conmemorativos.
Éphémère es un carpe diem en toda regla aunque también puede albergar otras lecturas: la muerte no es tan solo la muerte fisiológica, existe la muerte en vida: la prohibición de los sueños pero que acaba convirtiéndose en una lucha para encontrar lo bello entre la miseria.
Y como contrapunto: este proyecto que se puede reducir a lo siguiente: habla sobre el tiempo y el uso que hacemos de él estará expuesto en un pedazo de muralla, un monumento catalogado BIC -Bien de Interés Cultural- que por ley estamos obligados a conservarlo para que perdure en el tiempo.
No dudéis en acudir a la inauguración, como ya he dicho antes: este jueves 23 en Espacio Pático a las ocho y media de la tarde. Os prometo que os gustará.
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