Tenía este día marcado en el calendario desde hace tiempo, mi primera vez con Manuel Cabezalí y Havalina (Javalina para los mortales), aunque se hicieron de rogar. Hace justo una semana. A las 22.30 se abrieron las puertas aunque aún tuvimos que esperar cerca de una hora para que Rufus T. Firefly se subieran al escenario. La banda madrileña fue la encargada de telonear al grupo liderado por Cabezalí, que también es su productor. El concierto era en Sala B, nunca había estado en un concierto en dicha sala y no sabía muy bien cómo solventaban el tema del escenario, quedaba muy justo para la banda (batería, bajista, teclado y dos guitarras) que apenas podían moverse sobre él.
Rufus T. Firefly está liderada por Víctor Cabezuelo al que entrevistamos hace unos meses. Desde el primer momento que subieron al escenario quisieron agradar y entre los primeros temas cayó “Test de Voight-Kampff», una de mis favoritas, perteneciente a su disco Ø (conjunto vacío). Al poco tocaron “El día de la bicicleta” (canción que va in crescendo). Gran futuro el que tienen estos chicos que sin duda ofrecieron un concierto desgarrador, aunque hubo tiempo para momentos intimistas con la canción «(escribe aquí el nombre de la persona que más quieras)”. En ese momento no pude de dejar de mirar a la bajista, imposible no enamorarse de ella.
Sorprendieron (al menos a mí) con una gran versión de “Run thru” de My Morning Jacket, de mis favoritas del grupo norteamericano. A destacar la fuerza de la batería en este tema final, muy bien ejecutado. Rufus T. Firefly mostraron su candidatura a grupo a tener muy en cuenta. No faltaron en el repertorio “El séptimo continente”, “Somos el enemigo” y para terminar “Incendiosuicida”. Esperamos que este 2014 que acaba de empezar sea su año y apostaríamos algo a que así será.
Le tocaba al turno de Havalina, estaba nervioso y quería comprobar de primera mano si realmente Manuel Cabezalí era tan bueno como decían los rumores y vaya si acertaron. Primer acorde de guitarra y ya siento un escalofrío, últimamente pocas veces me ocurre algo así con bandas españolas, que yo recuerde me pasó con Bigott hará ya más de dos años.
Los acordes de “Norte” me hicieron estremecer, en directo suena incluso mejor (la combinación simple de guitarra, bajo y batería es super efectiva casi siempre). El silencio se apoderó de la sala y no se escuchaba un alma en los descansos de las canciones, no recuerdo nada parecido en mi vida, el público estaba hipnotizado con las melodías intensas que propone Cabezalí. No faltó (ni falló) a la cita “Desierto” de su anterior álbum, con esas guitarras que recuerdan a Muse en muchos momentos. “La Antartida empieza aquí” me gustó bastante más que en el disco, en directo todas las canciones ganan enteros, suenan directos, con garra y sin poses, puro rock. “Viernes” es otra de las canciones que en directo es pura delicia, gran trabajo del batería durante todo el concierto.
Para terminar eligieron “Incursiones”, tema fetiche de la banda y terminaron en mitad de la sala. Sin duda acabé con una sonrisa enorme tras el concierto que me hizo ir andando más feliz que un niño con zapatillas nuevas. Que grande es la música cuando ocurren estas cosas, lástima que no todo el mundo sepa apreciarlo y no consiguieran llenar la sala.
A la mañana siguiente aprovechamos que seguían por Murcia para grabar un nuevo acústico. Víctor Cabezuelo y Manuel Cabezalí nos regalaron una versión acústica y a duo de «Somos el enemigo» de Rufus T. Firefly que pronto podréis escuchar.
Fotografías por Cristina Soler
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