Green Valley, a através de la voz de Ander Valverde, siempre está pidiendo a su público que salte, y él mismo parece aplicarse dicha frase en todos los sentidos de su música. Su enésima actuación en Murcia en los últimos años sirvió de ejemplo: vimos un salto de calidad en su show. Nadie pudo parar quieto ni un momento, y aún así Ander y los suyos tuvieron la capacidad de mostrar su versión más emocional. Sonó bien y sonó prácticamente el repertorio esperado. Hímnos ya conocidos y escuchados millones de veces intercalados entre los temas más punteros de su último álbum.
El salto cualitativo, sin duda, venía de la parte instrumental. Los ritmos perfectos, inalterables, cabalgados a la perfección por la voz principal. El show entero pareció una única melodía. Las tablas de estos norteños son palpables, y una buena parte de Murcia apretó el aforo del Auditorio Murcia Parque para comprobarlo.
La noche también fue testigo de una nueva puesta en escena por Muerdo. Con la banda y un gran espacio, el cantante se sintió totalmente libre. En su ambiente tropikal, Muerdo necesitó moverse poco para entrar en calor, y con su arte supo incitar al público a bailar.
Para abrir la velada, Combo Calada expiró las primeras volutas musicales en tono de rumba, reggae y rock.
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