Si hablamos de Gabby Young & Other Animals, para la mayoría ése nombre os será desconocido. Os aseguro que, para los que el pasado 19 de Abril asistieron al Alfa Bar Musical del barrio de Grácia, en Barcelona, también. No obstante, el miedo a lo desconocido no les impidió descubrir, emocionarse y, sobre todo, disfrutar del que fue uno de los conciertos más emotivos y especiales que se han podido vivir últimamente en la ciudad condal.
Pero, ¿quién es Gabby Young? Bajo este nombre se esconde una joven pelirroja de voz suave y, a la vez, abrumadora; una mujer valiente capaz no sólo de superar un cáncer de tiroides, sino de escribir sobre sus propias experiencias y abrir su corazón al mundo para que todos la escuchen y, de alguna forma, conecten con ella. Gabby y sus siete animales conforman un excéntrico grupo de música británico, que unifica estilos como el gypsy, folk, rock, jazz e incluso swing; consiguiendo dar una nueva perspectiva al panorama musical actual en sus giras que han recorrido por Europa, Estados Unidos, Australia o Japón.
El pasado sábado, Gabby «aparcó» (literalmente, ya que viajan en coche) su pequeño coche en las calles de Barcelona junto a Milly McGregor, una de sus animales y violinista. El viaje había sido una locura: más de diez horas conduciendo, coches que se estropean en mitad de la noche, garages oscuros en los que dormir… pero lo habían logrado; así que con sus mejores sonrisas y galas, nos pusimos en marcha hasta el Alfa Bar.
Lo cierto es que no había mucha gente, y la mayoría desconocían el show que iban a presenciar; pero desde los primeros acordes de Gabby con su guitarra, acompañados con el violñin de Milly… la magia comenzó a forjarse. Canciones intimistas de su último trabajo, «One foot in front of the other» en las cuales se habla de esas personas que están a nuestro lado apoyándonos cuando tenemos miedo a caer, temática de Fear of Flying; o canciones que, sencillamente, buscan hacerte sonreír, como hace Smile. También tocaron temas de sus dos anteriores álbumnes, tales como el maravilloso Ladies in the Lake, We’re all in this together, el preciosísimo Male version of me (una de las canciones de amor más preciosas jamás escritas, en mi modesta opinión) o Whose House; consiguiendo que el público las coreara, bailara, se emocionaran y, por una hora aproximadamente, dejaran el banal mundo mortal para sumirse de lleno en el mundo mágico que Gabby y Milly nos ofrecían.
En todo momento se mostraron cercanas a su público, charlando con cada uno de ellos e incluso bajando del escenario para interpretar su tema Smile ante los atónitos ojos de los asistentes; los cuales, tímidos, coreaban la letra; pero a la vez, ansiosos, querían más y más. Más magia, más fantasía, más felicidad; una felicidad que, durante unos segundos, podías tocarla con la punta de tus dedos; una felicidad que se irradiaba de entre las sonrisas y miradas de los asistentes, de la inocencia y la candidez musical allí creada.
No importa que aquella noche la lluvia cayera sobre Barcelona. Gabby Young había llegado a la ciudad, y nos había convertido a todos en salvajes, en sus nuevos animales.
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