C'Mon Murcia

Entrevista a Ángel Calvo: «Mi música es un desnudo cuasi integral»

Ángel Calvo es uno de esos compositores que pone a Murcia en el epicentro del florecimiento musical. Después de una gran etapa con su anterior proyecto, El Pico de la Panocha, regresa en solitario con un álbum llamado «Las Crisis del Yo Burgués» el cual consta de 16 canciones a través de las cuales se desnuda y narra sus vivencias más personales e íntimas. Armado con su inseparable guitarra acústica nos coge de la mano para guiarnos por un viaje a través de las sendas de su sorprendente personalidad.

¿En qué momento surge la pasión por componer y cantar?

Empecé a tocar la guitarra a los 13 años y enseguida empecé a practicar para poder cantar a la vez que tocaba. Hacía lo típico, covers de canciones. Como a muchos, me pilló la eclosión del indie siendo adolescente, así que me hinché a cantar la triada patria (Love of Lesbian, Vetusta Morla, Lori Meyers). A la vez tocaba en algún grupo de segundo guitarra rasgueando con mi acústica y haciendo lo que me decían.

Yo escribía por aquel entonces algo de narrativa y algún poema. Varios colegas de música me dijeron que debería empezar a componer, que igual aquello funcionaba. Escribí un poema que no me terminó de molar, pero cuando le puse música acabó siendo “Podría ser peor”. Me gustó bastante la canción, y a mis amigos también. Pronto se convirtió en un tema que la gente escuchaba para curar sus propios desamores y fue entonces que me tomé en serio esto de componer.

Tu música es muy personal y con un estilo bastante marcado, ¿cuáles son las inspiraciones de Ángel Calvo?

He hablado del indie, pero en realidad no es mi gran inspiración. Antes de que «Mi realidad» o «Valiente» se convirtieran en banda sonora de mis borracheras adolescentes, yo ya me había hinchado a escuchar música. Mi padre me había metido por las orejas mucha música y mis relaciones de amistad se habían basado en discos. Si los demás colegas iban detrás de la FHM, nosotros lo que esperábamos cada mes es que saliera la Rolling Stone o la Mondosonoro.

Así que la base de mi inspiración es amplia. Aunque si tuviera que ser más preciso, la realidad es que soy un cantautor que hace folk. Así que gente como Silvio Rodríguez, Van Morrison… Bob Dylan (con el que siempre he tenido una relación de amor odio). Kiko Veneno ha sido siempre un referente. Xoel López también me parece alguien muy destacado. Como músico estoy a medio camino entre la música popular americana y la española. Últimamente le estoy tirando mucho al tres por cuatro jotero.

¿Cómo te sientes después de haber lanzado un disco tan repleto de vivencias personales?

Cualquier artista es un exhibicionista. Pero es cierto que mi música es un desnudo cuasi integral. Grabarlo solo ha sido además un plus de dureza. No venía de estar en mi mejor momento y creo que se nota en mi voz. Tuvimos que regrabarlo casi entero, el proceso de grabación ha durado un año entero. Es algo con lo que estoy aprendiendo a vivir. La primera vez que vi a alguien que no conocía cantando “Y tú” en un concierto fue muy raro. Es una declaración de amor que le hice a una persona y ahora es del que quiera sentirse enamorado cantándola. Por un lado, mola, por otro lado, es raro.

¿Cómo describirías La crisis del yo burgués?

Es un disco atrevido. Lanzar un disco conceptual, acústico y de dieciséis canciones en la era del single e inmediatez y pretender que la gente lo escuche entero es casi pretencioso. Son dieciséis canciones escogidas que quieren significar tres años de mi vida (entre 2013 y 2016) en los que las canciones que componía me ayudaron a aprender cosas de la vida. No sé si desde fuera se verá la unidad que creo que es condición indispensable para que un trabajo se perciba como conceptual, pero bajo mi punto de vista sí que la tiene.

La segunda parte de tu disco está dedicada completamente al amor en pareja, ¿cómo acabaron esas relaciones?

Las canciones de ese disco están divididas en dos tetralogías y un cierre, que es “Podría ser peor”. Una de las tetralogías, la de la italiana y la socorrista, son mujeres que en realidad nunca conocí, sencillamente me imaginé como serían. Son por una parte un ejercicio literario, pero que de forma indirecta se convertían en un medio de expresión de mis ganas de querer. La otra tetralogía sí que es la hija de una relación que acabó de forma dramática y turbulenta, como lo son las buenas fuentes de inspiración.

Las crisis del yo burgués, es una obra que hace continuas referencias a Murcia, ¿piensas que ello puede ser un impedimento para triunfar en el panorama nacional y una ventaja en el regional?

Mi música se puede catalogar de casi narrativa a veces. En una historia, el contexto geográfico puede ser determinante, pero lo importante es la historia. Espero que ayude a los murcianos para sentirse más identificados y que los foráneos lo tomen como una referencia, no sé, exótica si eso ayuda. En cualquier caso, no es algo pretendido. Por otro lado, tenemos que pensar por qué nadie le pregunta a Sabina si dedicar canciones a Madrid le puede cerrar puertas en Sevilla.

Eres joven y el mundo de la música complicado, ¿esperas vivir de ello?

Pues sería muy ingenuo decir que sí. Puedo decir que espero hacer música toda mi vida y que es algo fundamental ahora para mí, pero más allá de eso…

Hay temas del Pico de la Panocha, tu anterior proyecto, incluidos en tu disco en solitario, ¿qué es lo que marca la diferencia entre un grupo y otro?

El concepto del proyecto. El Pico era una banda en la que yo componía todos los temas y Ángel Calvo va a ser un proyecto en el que se pueda compaginar el formato acústico con los conciertos con banda.

¿Cómo será el futuro de Ángel Calvo? ¿Hay muchos conciertos a la vista?

Pues de momento estoy preparando las canciones con la banda para poder combinar con los acústicos como ya he dicho. El 21 de octubre presento el disco en el Zalacaín y hay algunos conciertos que se están todavía gestando, pronto daré noticias.

¿Te veremos en algún festival del a próxima temporada?

Pues si me llaman, sí. Jaja.

Entrevista por Ángela Sánchez Mondéjar

Salir de la versión móvil