Zahara, una de las reinas del indie nacional, ha vuelto a los escenarios tras un largo descanso. Una de nuestras artistas más carismáticas, capaz de ganarse la simpatía de cualquiera. A pesar de haber estado alejada de los escenarios durante los últimos meses, Zahara no ha parado quieta. Ha publicado «Primera Temporada», un EP en el que versiona las bandas sonoras de algunas de sus series favoritas; también «Trabajo, piso, pareja», su primera novela; y ahora está preparando el que será su próximo disco.
El próximo sábado 23 de Junio será una de las protagonistas del Welcome Summer Mar Menor, festival que celebra su 2ª edición en la que también estarán Lori Meyers, Ángel Stanich, L.A., Morgan, Glas, Aníbal Gómez… Aprovechando esta inminente visita a la Región para celebrar una Noche de San Juan distinta, hemos hablado con ella.
¿Cómo está siendo la vuelta a los escenarios? ¿Echabas de menos esa sensación?
Por una parte es como si nunca me hubiese ido. Paré de todo. De escenarios, de crear, de promo… así que mi cerebro cogió todo ese tiempo y me puso en “pausa”. Es como cuando ves a un amigo de la infancia con el que solo hablas una vez al año pero con el que tienes la sensación de que no ha pasado el tiempo.
Lo que sí me está pasando, sobre todo en los acústicos, es que me pongo más nerviosa antes de salir. Vuelvo a tener una adrenalina que en los útlimos había olvidado, y eso me encanta.
En tu nuevo EP, «Primera Temporada», has versiones las bandas sonoras de “Narcos”, “The Young Pope”, “House” y “13 Reasons Why», ¿esperabas que tuviera una acogida tan buena?
En absoluto. Sí que confiaba en que mis fans más cercanos se alegraran al tener algo mío nuevo antes del disco. Pero la acogida ha sido bestial. La cantidad de gente que hay al día escuchando “Tuyo”, por ejemplo” es una barbaridad.
Hay una lista en Spotify con más de 800 propuestas de bandas sonoras para una 2ª temporada… entre ellas he visto que te han propuesto la de Compañeros y creo que deberías aceptarla y no escuchar más recomendaciones. ¿Con qué series creciste? ¿Fueron importantes para ti o simplemente un entretenimiento más?
(Risas) Sí, pedí ayuda y se nos ha ido de las manos. Pero sin duda, para una posible “segunda temporada” cogeré ideas de ahí.
Y sí, “Compañeros” era una de las míticas, claro, pero la serie que más me marcó y con la que creció este amor a las series fue “Expediente X”. Ese ansia porque llegara el jueves y ponerme delante de la tele, con el teléfono al lado para llamar a mi amiga Celia en la publicidad y comentar lo pasado era el ver «Juego de Tronos» con twitter abierto de ahora.
Cada vez las bandas sonoras adquieren una importancia mayor en las series, ¿qué serie has visto últimamente que te haya llamado la atención en este aspecto?
Por suerte en las series cada vez se cuida más todo. Desde la foto, el arte y por supuesto la música. De hecho las series se han convertido en mi fuente de conocimiento musical últimanente. No tengo mcho tiempo así que lo concentro ahí. «Big Little Lies», «Orange is the new black» o «Better Things» son tres maravillosas series, sobre mujeres, además, y con una banda sonora espectacular.
Una de tus grandes virtudes es saber rodearte de grandes músicos como Manuel Cabezalí, Víctor Cabezuelo, Iván González, Martí Perarnau, Edu Martínez… ¿qué debe tener un músico para que conectes con él?
Principalmente que sea buena persona. Por suerte hay muy buenos músicos, pero para mí es fundamental que se lleven bien conmigo, entre ellos, que sean divertidos, buenos, generosos… Así sé que el resto está hecho. Como “jefa” me cuesta juzgar el trabajo de los demás, así que busco gente que ya haga lo que me gusta y además que, en caso de que no, me sea sencillo explicarlo y sepa que no va a haber rollos raros de egos.
Me llama la atención tanto en tus conciertos como en el de otras artistas, que es muy raro ver a otras chicas acompañándoos sobre el escenario, ¿es más difícil encontrar mujeres o no has tenido la suerte de conectar hasta el punto de querer salir de gira con ellas?
Es verdad que hay menos, eso lo complica un poco. Pero en mi caso es principalmente por lo que te contaba antes. Necesito que sean personas a los que conozca personalmente, con las que tenga una buena relación y conozco a pocas. Hombres o mujeres. Así que cuando encuentro, intento que se queden.
«Trabajo, piso, pareja», tu novela, también ha sido un éxito, ¿cómo ha sido para ti recibir todo ese feedback tan positivo?
Eso me tiene en una nube. Desde hacía años quería escribir una novela. Me apetecía mucho. Tenía una historia dentro, pero no sabía que sería la historia de tantas personas. Yo solo quería hablar de una preocupación, y cuando ha dado el paso de convertirse, de manera bastante natural, en el reflejo de una generación y su problemática, ha sido maravilloso.
Me viene gente contándome cómo ha conectado con los personajes, cómo han llorado cuando la han terminado, cómo se han leído hasta los agradecimientos o cómo desean que haga una segunda novela ya, casi con tanta fuerza como quieren un siguiente disco… Es indescriptible. Me siento muy afortunada.
Después de la música y la literatura, ¿lo próximo será un guión? ¿dirigir una película? ¿tu propia sitcom?
(Risas) No te voy a negar que lo último me encantaría y he fantaseado muchas veces con ello.
¿Imaginas tu vida sin crear? ¿Podrías ser feliz sin hacerlo?
Creo que no. Me sale por algún lado.
Hay días en los que solo estoy con mi hijo. Sin coger la guitarra, leer un libro o escribir algo en el cuaderno y me doy cuenta de que no he parado de inventarme canciones para él. Muchas tratan sobre sus cacas, así que bueno, no tienen pinta de que pueda hacer nada comercial con eso, pero mira, es una manera de mantenerse activa.
Eres una de las reinas de Instagram en nuestro país (ya quisiera Dulceida), ¿qué tiene esta red social que te ha atrapado tanto?
(Risas) Gracias.
Me gusta lo versátil que es. Sobre todo ahora que se ha apropiado de la brillante idea que era Snapchat. Por un lado los posts te permiten explayarte con una foto bonita, un atardecer, un texto cuidado y por el otro, los stories tienen esa inmediatez tan necesaria a día de hoy. Donde estar feo, despeinado o haciendo la compra es parte de su encanto. Y eso me tiene conquistada.
Me grabo recién levantada con la máscara de pestañas corrida, pero subo una foto que me hace Noemí donde salgo estupenda. Ese contraste. Ahí está la gracia.
En muchas ocasiones pecamos de crucificar las redes sociales sin pararnos a pensar que el valor real de ellas está en nuestras manos. Nosotros decidimos a quién seguir y, por tanto, la información que nos llega a través de ellas. Por un lado puede hacernos vivir en una especie de burbuja virtual pero, al mismo tiempo, nos hacen posible conocer a personas con las que de otra forma nunca nos habríamos cruzado. ¿Qué te parece toda esa actitud de rechazo que últimamente parece extenderse más aún contra las redes sociales? ¿Qué han significado para ti las redes sociales, más allá de un impulso a tu carrera?
Como dices, tienen muchas cosas positivas, pero entiendo que a veces se nos van de las manos. Esa posibilidad de dar nuestra opinión continuamente, de sentirnos ofendidos por todo, de tener que expresar cada pensamiento me parece un poco excesiva y sobre todo, innecesaria. En la vida real nos lo pensamos todo un poco más antes de insultar a alguien a la cara, pero parece que las redes te lo permiten y eso no me gusta nada.
Pero hay que tener paciencia, cuando te atacan sobre todo y saber que con la misma intensidad con la que llegan, se van. Las cosas buenas y las malas. Eso es otra de sus ventajas e inconvenientes.
Pero sin duda, yo soy una defensora de las redes sociales. Ellas me han permitido estar aquí. Recuerdo aquella época de Myspace con casi un millón de amigos donde, sin disco editado, iba a tocar a cualquier ciudad de España y siempre había un mínimo de 100 personas esperando para verme.
Algunos dicen estar enganchados a tus stories, ¿esta estrecha relación en redes sociales se ve después reflejada en los conciertos?
Para mí ha sido una extensión de lo que pasa en un escenario. De hecho los conciertos tienen eso que te comentaba antes. La dualidad. Canciones íntimas, lágrima a punto de caer y luego mis historias, que si se me levanta la falda y me veis las bragas, que si suelto una burrada sobre Jude Law… Naturalidad y feísmo vs búsqueda de la emoción y la belleza.
¿Y alguna vez te has sentido demasiado expuesta?
Al final siempre cuento lo que quiero, muestro lo que me interesa. Sabes que tengo un hijo, pero no le verás la cara en las redes sociales. Es bonito dar algo de una misma. Hace que la gente verdaderamente conecte y sobre todo las uso porque me gustan. No usaría tanto las redes sociales si no me encantaran.
Lo único es que a veces me da miedo ser demasiado sincera. Antes no me pasaba. Ahora, algunas veces, me lo pienso un poco. Eso empieza a preocuparme. ¿Dejaremos de dar nuestra opinión por miedo a la lapidación pública? ¿Somos tan fuertes como para que todo eso nos resvale? Pero, sobre todo, ¿merece la pena? En esas ando.
Parece imposible no preguntarte por Operación Triunfo después del fenómeno en el que se ha convertido el programa. Un programa que ha levantado pasiones, amor y odio, pero que ha abierto de nuevo el debate de la música en televisión, ¿qué crees que ha sido lo más importante de edición del talent show?
Creo que, dentro de que es un formato que a priori no me gusta, sí que he notado que esta edición ha tenido muchas cosas positivas. Tantas que ha hecho que me enganchara y que lo viera con menos prejuicios, más relajada, entendiendo que podía hacer mucho bien. Por ejemplo, los chicos y chicas de este año no solo eran meros intérpretes cortados por el mismo patrón. Había diversidad, componen, tocan instrumentos, hacían música juntos en sus horas libres. Un día me encontré con una amiga que me dijo que gracias a O.T. quería aprender a tocar la guitarra. No dijo cantar, o ser famosa, o triunfar. Dijo tocar la guitarra y pensé «mira, esto es genial».
Seguro que eras fan de «Música Sí», un programa cuya calidad puede ser cuestionable pero que nos trajo muchos grandes momentos y nos ha dejado aún mejores recuerdos a más de una generación que no vivimos otros como Aplauso, iPop, Plastic… ¿Crees que volveremos a tener buenos programas de música en televisión? Hay muchas esperanzas puestas en «La Hora Musa» con Maika Makovski, ¿cómo sería para ti un buen programa de música?
Estoy más que esperanzada. Confío plenamente en Maika. No solo es la mejor música de este país, sino que tiene una gracia e inteligencia perfectas para conducir un programa, el que sea. Que la música vuelva a la televisión es una gran noticia. Creo que se va a acercar mucho al programa de música con el que sueño.
Justamente mientras preparaba esta entrevista dimitió Màxim Huerta como Ministro de Cultura, ¿qué crees que pasa en este país con la cultura? ¿Valoramos lo suficiente lo que puede aportar la cultura a nuestro día a día?
Por desgracia ha sido bastante maltratada, ignorada. Es una pena que se obvie lo que nos aporta, a nivel indivual, como sociedad, pero también económicamente. Que el gobierno pasado lejos de ver eso se haya empeñado en sepultarla es un sinsentido.
Cada vez se está haciendo más fuerza por la igualdad de la mujer en todos los ámbitos, incluido en el mundo de la música. Como alguien que está dentro, ¿crees que están cambiando las cosas? ¿Qué te gustaría que fuera diferente?
Es emocionante asistir en primera fila a una revolución. Pero queda mucho mucho por hacer. Se habla mucho de conciliación, pero no existe. Solo se puede con dinero o ayuda familiar y la crianza sigue recayendo, en la mayoría de los casos, en las manos de las mujeres. La conciliación debería ser una responsabilidad del estado, mientras eso no sea posible estaremos a añoz luz de la igualdad.
A veces pienso que no podría dedicarme a la música, que me sería imposible exponerme de la manera que os exponéis a través de vuestras canciones. Y al mismo tiempo pienso en lo reconfortante que debe ser sentirse arropado por tanta gente que se siente más comprendida gracias a tus canciones. ¿Cómo se vive todo eso? ¿Se hace difícil en ocasiones?
Es exactamente así.
En el proceso de creación yo soy libre, completamente. Si me juzgara, si me diera vergüenza, si pensara que tiene que gustar a alguien dejaría de hacer canciones. No tendría sentido. Cuando el resultado es tan honesto te das cuenta de que a la gente poco le importa si eso es mío. Quiero decir, el que escucha conecta o no, pero lo hace con sus propias emociones. Puede sentir empatía, compadecerse o alegrarse por mí, pero lo que hace que se le salten las lágrimas o que coja fuerte la mano de quien está a su lado es por cómo esa canción le pertenece. Si tienes eso claro es fácil.
Hay otras en las que ser demasiado explícita haría daño a personas que me importan o no tengo ganas de ser tan obvia, así que me armo con todos los recursos literarios y poéticos que tengo para enmascarar la canción, pero llenarla de palabras clave que solo un buen intérprete podrá descifrar.
En unos días estarás en el Welcome Summer Mar Menor ofreciendo un concierto acústico, ¿podremos escuchar alguna de las canciones que estarán en tu próximo disco?
Por ahora no. De hecho uno de los motivos de sacar este EP de versiones es precisamente para introducir novedades en el repertorio sin tener que cantar del próximo disco. Para esto soy muy tradicional o romátinca, no sé… pero me gusta seguir unos plazos, una estrategia. Ahora no tiene sentido mostrar algo de lo que saldrá a finales de año. Ya habrá tiempo para las nuevas canciones. Eso sí, el repertorio es diferente del habitual, no sólo por las versiones del EP, sino por cómo las interpretaré. Me acompañará uno de esos músicos estupendos de los que hablabas, Martí Perarnau, y haremos algo diferente, pensando precisamente en el público que tantas veces me ha visto.
Fotos: Marina Kaysen, Noemí Elias, Patricia Benito, Alberto Moreno y Chapo González
No Comments