Casi no pasa un día en el que no me planteé el cómo puede girar la vida de uno alrededor de un simple sentimiento. Si nos paramos a pensar, el amor lo envuelve todo y el resto de ese todo importa nada, como poco. Pero ya sabemos todos muy de sobra que, encima, y por si no diese ya bastante rabia, eso quiere decir sufrir. Ya sabemos, tú y yo y él y ella, que sufrir es amor y amor es sufrir.
Supongo que Xoel López pensó que, si uno debe vivir alrededor del amor, y por tanto de la felicidad y la infelicidad en sus más peligrosos extremos, mejor hacerlo componiendo. Y desde Deluxe, pasando por Lovely Luna y terminando por él mismo, por Xoel, se ha diseccionado una y otra vez pero de mil maneras distintas.
Y adivinad qué ha encontrado cada vez que lo ha hecho… pues eso, mil maneras distintas de decir lo mismo… que la vida hiere, y que requiere de medicinas, como lo son cada uno de los trece temas que componen su nuevo álbum: «Paramales».
Te has inventado un nombre que suena a escudo, como los pararayos frenan rayos, los paramales frenan males y, sin embargo, este disco tiene desamor, dolor y hasta venganza. ¿Dónde está la trampa?
Yo creo que el disco tiene muchas aristas, que no solo hablo de desamor. Quizá alguna que otra canción sí, pero en él hay muchos sentimientos, tiene muchas emociones distintas. En cualquier caso, si hubiese algún tema que hablase de desamor, qué mejor que una canción para deshacer el hechizo. Yo creo que la música es precisamente una especie de vía para sacar fuera esos sentimientos que no nos gustan, una forma de exorcizarlos.
En Paramales los sonidos cambian, algo que comenzó a suceder en Atlántico. Esta vez la experimentación es más profunda y, sin embargo, tus sentimientos parecen permanecer intactos…
Bueno, yo creo que hay algo especial que tiene que ver con toda mi carrera y que da igual que sea la etapa actual, la etapa de Atlántico más americana, o la de Deluxe. Al final todo es la misma persona, y su forma de entender el mundo, aunque varíe y evolucione, básicamente es la misma. Ahí está el juego, esa es la conexión lógica entre todas las etapas.
Luego, obviamente, cada etapa tiene diferentes aventuras, como la de tocar con otros instrumentos, con unos ritmos diferentes… pero la esencia, esa cosa que puede hacer que alguien se enganche a mi música, sigue siendo muy parecida a la que era en 2002.
Has encerrado la sutileza durante unos breves instantes para escribir “Todo lo que merezcas”, y has creado una carta que cualquiera de nosotros enviaría encantado, ¿por qué estás tan enfadado?
(Risas) Bueno, esa canción habla de muchas cosas, que conste que no está ligada a una persona en especial. Trata de esos sentimientos que pasan por tu cabeza por un segundo, pero nunca llevaría esa canción como bandera moral de lo que yo soy. En este caso es una canción que sirve para sacarte eso de dentro sin hacer daño a nadie. Son sentimientos que todos hemos sentidos alguna vez, pero que siempre deben ser pasajeros.
Vamos, que es un paramal en toda regla…
Exacto, exacto, es un paramal. Otro medicamento para la vida.
En Paramales también hay indie, baile, alegría y sintetizadores. Es un disco menos folclórico que Atlántico (“Yo solo quería que me sacaras a bailar”, “Almas del norte”)…
Sí, en ese sentido, piensa que Atlántico está mucho más enmarcado. Es un disco que apareció desde la canción uno, hasta la doce, en diferentes lugares de América. Yo creo que los folclores, no solo los americanos sino también los españoles, están ahí, más a flor de piel.
Paramales es un disco quizá más ubano, más actual y moderno (la producción de Ángel Luján le da un toque también), hay una mano ahí más europea y hasta aparecen influencias de la música francesa… en fin, elementos que no están enmarcados en ese contexto en el que se encontraba Atlántico.
¿Seguirás potenciando esta nueva faceta?, ¿Elegirás un nuevo camino otra vez?, ¿No tienes ni idea y prefieres no saberlo?…
Es difícil responder a eso… no tengo ni idea. Yo creo que todo lo que aparece se queda, todo se añade al mismo crisol que luego aparece en las canciones. El tiempo dirá si las letras van cambiando, si los ritmos tienen que variar… va a depender mucho de lo que surja, de lo que vaya viviendo y de lo que me vaya emocionando. Y del contexto a veces: si de repente un año llueve mucho, lo mismo y haces canciones más melancólicas; Si un año todo te va estupendamente en la vida, entonces te salen canciones más alegres y enérgicas. No lo puedes decidir a priori.
Tengo que preguntártelo: en la canción “Yo vi a un hombre desaparecer”, “Yo” no eres tú, sino que eres el hombre al que “yo” ve desaparecer, ¿verdad?
A ver, yo pensé que lo estaba escribiendo para otra persona, pero… luego me di cuenta de que probablemente estaba escribiendo sobre mí mismo.
Siempre pasa en las canciones, crees que estás contando una historia de alguien que no tiene nada que ver contigo, y al final descubres que estás hablando de ti. Te quedas con la parte de la historia que te identifica. También el hecho de que esa sea la historia que te llame la atención, y no otra, dice mucho del que la está contando. Inevitablemente, somos casi siempre autobiográficos.
¿Es posible que el nuevo Xoel aún necesite del antiguo Xoel para lograr un equilibrio?
Yo creo que eso aparece en Paramales ya, cosas que recupero que no habían en Atlántico, por ejemplo. Creo que es un disco de ruptura, de búsqueda de lo nuevo, pero también tiene la pequeña parte de reconciliación con un pasado. Pero bueno, eso tiene que ser algo que vaya surgiendo por sí solo. Cuando hablamos de creación o de música, tampoco se deben forzar las cosas, me gustan que aparezcan por sí solas, y si no aparecen no pasa absolutamente nada.
Dices que el amor no es lo que pensamos, pues bien, dinos, ¿qué es?
Bueno, ¡lo dije una vez! Lo leí en un libro que se llama “El arte de amar”, de Erich Fromm, y en qué momento se me ocurría…
Pero no… ¡yo que voy a saber lo que es el amor! En «La boca del volcán» intenté definirlo, pero solo surgieron muchas más preguntas. El amor cada uno lo entiende a su manera y, al final, es demasiado complejo, tanto como el propio ser humano. Esta fue una intención de acercarme a la idea, pero no con el propósito de resolver el problema.
El desamor acarrea muchos malos sentimientos, como el dolor. Sin embargo, necesitas ese dolor, casi formáis una simbiosis…
Una cosa va de la otra, el amor, el desamor… al final son sentimientos que se dan la mano. Pero sí, me interesa, más allá del amor entre una pareja, yo creo que es algo de lo que hablo muchas veces, del amor universal y entre los seres humanos. Del amor que surge con una amistad, o el que surge hacia un animal. Ya te digo, tiene muchas aristas.
Este 21 de Noviembre estarás en el Teatro Circo: si yo digo “Murcia”, qué me respondes tú, ¿amor, o desamor?
(risas) ¡Amor, amor! Aunque es cierto que es una de estas relaciones que se dan un tiempo, porque hubo una temporada de varios años en la que fui a Cartagena, rondando la capital, pero no estuve en Murcia. Así que es casi una deuda que tengo con la ciudad con la que, precismente, siempre empezaba las giras con Deluxe.
Vamos a recuperar el tiempo perdido.
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