Una bienvenida desde la calma en tiempos de tempestad. Una canción desde la cual casi se puede oler el mar, sentir el vuelo bajo de una gaviota reinventada, escuchar el ruido de los papeles arrugados sobre la arena y observar las huellas que nos trajeron hasta ella.
‘El Búho y la Alondra’, así se llama esta deliciosa pieza, es el punto de partida del próximo disco doble de Río Viré, alter ego del joven cantautor Rubén Villahermosa, quien firma aquí una composición madura, sensible y de extraordinaria delicadeza. Una espléndida manera de iniciar esta nueva ruta de su mapa artístico. Charlamos con él.
Al fin, tras mucho tiempo de espera, tenemos entre nosotros ‘El Búho y la Alondra’. ¿Cómo estás viviendo todo alrededor de la publicación del tema?
Todo está resultando un proceso muy natural. Cuando uno lleva pensando las cosas tanto tiempo la fecha es lo de menos y el simple hecho de comenzar el proceso es lo que importa. Decidimos esta fecha porque es fundamental un deadline para poder llevar a cabo cualquier trabajo. El 26 de mayo fue el día que escogimos, pero en realidad la idea y el planteamiento llevan meses estructurados, así que con naturalidad y siguiendo los pasos planteados.
En este tipo de momentos posteriores a la salida de una nueva canción, ¿uno siente más liberación por lo presentado o presión por lo que queda por contar?
Cuando uno lleva ya un tiempo en esto se le quitan las ínfulas de grandeza. Siento liberación por poder llevar a cabo un concepto que llevo más de dos años gestando, pero te mentiría si te dijera que tengo presión. Al fin y al cabo estoy haciendo el movimiento que me ha apetecido hacer, nadie me lo ha exigido y nadie lo está esperando. Cualquier respuesta, espero que positiva, siempre va a ser significativa.
¿Por qué tenía que ser ‘El Búho y la Alondra’ la canción para iniciar esta nueva etapa de tu trayectoria? ¿Dudaste mucho entre ella y el resto de temas del disco?
Obviamente la estructura introducción-nudo-desenlace es la mejor manera de plantear una historia. Todo lo conceptual me ha atraído desde siempre, así que pensé que sería interesante plasmar esta historia al revés: desenlace-nudo-introducción. Esta canción resume muy bien todo lo que quiero plantear, no solo del disco ‘Búho’, sino del doble álbum. La última frase es la que mejor sintetiza el relato. Tampoco estamos inventando la pólvora, pero creo que había cabida para aportar un mínimo de originalidad al menos a la hora de plantear la forma de contarlo.
Y contestando a tu pregunta, claro que dudé entre lanzar esta o cualquier otra, es más, dudo de todos los movimientos que voy haciendo, pero entre elegir una opción o cualquier otra hay un infinito abanico de opciones que desechas. Finalmente hemos optado por lanzarlo de esta manera y espero que la gente entienda el porqué de este orden paulatino de tema a tema.
En términos musicales, estamos ante un tema que encandila con la melodía como una brisa que te mece entre palabras, guitarras y percusiones mínimas. ¿Qué es lo que más disfrutas a la hora de componer desde la delicadeza?
La idea del loop de percusiones fue idea del productor Miguel Alcázar. Creo que el mensaje y la estructura la canción son lo suficientemente potentes como para sobrevivir a cualquier formato. Una tarde en el confinamiento quise exteriorizar una serie de emociones que sentía mediante la utilización de una afinación abierta en RE y cuando compuse la melodía que acompaña al tema la letra salió sola porque tenía que nacer sí o sí. Este pájaro me estaba pidiendo a gritos volar.
Me gusta muchísimo el sonido de las guitarras, las cuales creo que desprenden un aroma a canción tradicional latinoamericana que me entusiasma. ¿Cómo fue el trabajo en este ámbito?
Para comenzar a construir una canción necesito tener claro el mensaje que quiero transmitir. El formato, sonido, caudal o como lo queramos llamar no es más que una excusa para que el mensaje se expanda. Me halaga muchísimo que digas eso de canción tradicional latinoamericana, en mi anterior disco incluí una canción llamada ‘El rey de Argentina’ porque todo lo que proviene de ese continente me atrapa. Si hay al menos un resquicio que a alguien le lleve a esas sendas para mí será un cumplido maravilloso.
Yo tenía una idea que para mí era muy potente: la antagonía entre el búho y la alondra, entre la luz y la oscuridad, la tristeza y la alegría, la esperanza y la melancolía. La canción se escribió sola y la guitarra y la voz están grabadas de una toma. Se me oye cerdear la guitarra y llorar en la voz, pero es música de verdad y necesita y requiere sonar realista, así que a nivel técnico solo fue encender el micro, ecualizar y grabar.
Quienes te hemos visto en directo y conocemos tu trabajo sabemos lo mucho que te gusta combinar estilos musicales de todo tipo y, además, hacerlo de una manera muy natural. En ese sentido, ¿hasta qué punto estamos ante una canción que define el disco que está por venir?
En este trabajo, que no deja de ser el segundo que publico, me he puesto más que nunca al servicio de la canción. En ‘Búho’ habrá canción de autor, soul, baladas, una chacarera e incluso un tema con sonidos trap. Da igual el estilo que sea, es un disco que habla de una ficción, de una historia y, como te decía, el sonido y el estilo no son más que un medio de transporte para que la letra hable.
En cuanto a la letra, defines la canción como el final a una historia única. ¿Los desenlaces siguen siendo más inspiradores que los prólogos?
Claro, todos los prólogos conducen a desenlaces. En este caso, la última frase que el oyente escuchará será «nada volverá a ser igual». Cualquier persona que haya vivido una experiencia digna de recordar se identificará con esta frase.
“Puede que sea el tiempo que pasaste en la jaula o que fuera el silencio que secó tu garganta, pero no, tú ya no cantas igual”. Esta maravillosa frase me sirve para destacar el extraordinario trabajo de contención vocal que llevas a cabo a lo largo de todo el tema. ¿Fue un aspecto que trabajaste de manera especial?
Te lo agradezco, estoy muy orgulloso de la letra de este tema. Me gusta recalcar la realidad de la anécdota que encierran no solo la manera de cantar este tema sino este álbum. Creo que Miguel Alcázar y yo hemos valientes a la hora de plantear las producciones vocales. Este tema lo podría haber cantado mucho mejor, pero no lo podría haber cantado dos veces igual.
Recuerdo perfectamente, y siempre lo recordaré, cantarlo tumbado en una cama, completamente a oscurar, llorando porque sabía lo que suponía (Miguel se encargó de dejar los moqueos y suspiros) y de terminar la última frase pensando: «ya, se acabó, llevamos 2 días grabando voces y no me va a tocar grabar ninguna más». A nivel de producción vocal se asemeja mucho a la estructura del vídeo que Sam Scasso plantea en plano secuencia buscando la sinceridad y pureza de la transmisión. Y en el caso de Miguel se grabó la voz en una toma respetando el sentimiento muy por encima de la belleza y la técnica.
Hablabas antes de la producción del gran Miguel Alcázar. ¿Cómo ha sido el trabajo con él?
La que más disfruto de trabajar con él es su filosofía de vida y de trabajo. Sin duda ese es su mayor potencial en el estudio. Te hace sentir cómodo, tiene una predisposición envidiable y su manejo del sonido es exquisito. Pero como comentaba en las reuniones previas que hicimos online durante el confinamiento con él, este es un disco tan personal y sincero que siempre mantendré que lo hice por y para mí.
La gran mayoría de los temas estaban planteados en mi ordenador y Miguel fue el perfecto traductor para desenmarañar esos archivos a veces confusos que iban circulando como aves en forma de correos electrónicos.
El videoclip acompaña de una manera tremendamente fiel al espíritu y esencia de la canción con ese citado plano secuencia protagonizado por la actriz Miriam Martínez. ¿Cómo surgió esta idea y qué querías transmitir con ella?
Llevo días revisionando el videoclip, especialmente estos días que estamos inmersos en la producción visual del resto de temas, y no dejo de pensar que su presencia es lo que ha hecho tangible esta locura de disco. Su interpretación del personaje femenino ha conseguido que me emocione y que con perspectiva lo vea y piense algo que no suele pasar al artista: «ha salido exactamente como yo lo tenía en la cabeza».
Los vídeos que acompañarán a cada tema son una parte fundamental para comprender la historia y Sam Scasso se lleva gran parte del mérito porque, además de ser un camarógrafo y director de videoclip increíble, es un artista brutal. Hemos conseguido generar un triángulo de sinergias entre los tres que hace que el trabajo sea una cosa totalmente transgresora, arriesgada y que nos proporciona, ya no solo en nosotros mismos sino en la propia obra, la oportunidad de trabajar desde todos los prismas de nuestro arte, ya sea musical, interpretativo o visual.
Por último, ¿cuáles son los próximos pasos que tienes previstos de cara a ir desvelando los secretos del próximo disco?
Esto que hemos decidido lanzar es solamente el desenlace. Para llegar a este punto han pasado muchísimas cosas. ¿Quién es la chica que aparece? ¿Qué video está viendo en el móvil? ¿Por qué esboza media sonrisa? Además de músico, me gusta jugar a ser escritor de una ficción que se va construyendo diariamente mientras estudio los vértices de los personajes, así que ahora que sabemos cuál es el final, en las próximas semanas contaremos el lugar de donde viene esta historia.
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