Se conocen desde hace una década, pero publicaron su primer disco conjunto hace unos meses por el que pudimos comprobar la mágica conexión de estos músicos. Esta noche, 17 de abril, Silvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró presentan «granada« en el Teatro Circo de Murcia, una de las citas musicales más importantes de este fin de semana. Raül, que también es conocido como Refree, sacó su proyecto en solitario en 2013, Nova Creu Alta, y en su faceta como productor ha trabajado también con Kiko Veneno y Christina Rosenvinge. Hace unos días pudimos charlar con Raül a propósito de su proyecto con Silvia en el que llegan a versionar desde Enrique Morente, Albert Pla o Edith Piaf:
En un concierto en el Festival de Jazz de Cartagena pudimos escuchar a Silvia decir que Granada “unas veces es fruta y otras es bomba”… Es como una metáfora de vuestro trabajo. ¿Cómo se consigue ese equilibrio?
Es una manera de describir lo que pasa cuando tocamos juntos; al juntarnos en cierto modo los extremos se tocan y por eso Granada es una bomba y una fruta, es la explosión y el silencio, la brusquedad y la caricia.
“El duende”, decía Goethe, es ese poder misterioso que todos sienten, pero que ningún filósofo es capaz de explicar. ¿Os pasa a vosotros lo mismo? ¿El hecho de haber grabado Granada hasta en tres ocasiones es parte de ese misterio que nunca sabes por qué horizonte ni a qué hora va a salir?
La música es, o debería ser, imprevisible. Si antes de empezar a tocar o a grabar ya sabes lo que va a suceder, bajo mi punto de vista, esa interpretación va a carecer de intensidad. Al menos yo, cuando ya está todo decidido, me aburro mucho. Por eso la libertad y la improvisación son tan importantes para nosotros, porque también conllevan diversión y pienso que si nosotros nos divertimos también somos capaces de expresar mejor. Como han dicho muchos, la inspiración llega trabajando, y no importa las veces que tengas que repetir si lo que buscas se escapa.
Elegisteis temas en diferentes idiomas, desde el castellano y el catalán pasando por el alemán, francés y portugués. Parece una declaración de principios…
La declaración de principios está más en elegir las canciones para el disco sin importarnos estilos, idiomas, etc…simplemente porque nos gustaban y porque creíamos que podíamos expresar algo personal con ellas.
No son versiones al uso, ¿qué criterio habéis utilizado para escoger estos temas y no otros, los más conocidos? ¿Qué os aportan, o qué despiertan, en vosotros?
Es más o menos lo que te he contestado en la anterior pregunta: nos regimos mucho más por las emociones que por cualquier otro análisis más racional; la verdad es que elegimos las canciones que os apetecías tocar y con las que podías decir algo dentro de nuestras limitaciones interpretativas.
¿Tienes alguna preferida que te guste más tocar en directo?
A mí me gusta mucho tocar «Mercè» o «Pequeño Vals Vienés», pero esto va cambiando y hay conciertos que te encariñas de unas y luego en otro concierto de otras.
Escogéis tres canciones de Albert Pla (Papá, jo vull ser torero, La Sequía, La Platja) para convertirlas en un solo tema. ¿Por qué decidís hacer esto?
Eso fue una decisión de Silvia basada en la letra, en las palabras.
En una entrevista (en El Confidencial) de hace unos meses contabas que “vivimos en una sociedad en la que no se respeta el silencio”, apuntando después a que “granada es un disco para escuchar, no para acompañar”. ¿Cuán de importante es el silencio para llegar a entender este álbum?
El silencio, ya lo han dicho muchos, es también música. A mí me gusta jugar con los espacios, con los silencios. En el fondo todo depende de una escala, como en los mapas, puedes hacer que volúmenes muy bajos tengan una intensidad brutal jugando con el silencio. Hay una tendencia cada vez mayor a olvidarnos de él y es difícil, casi imposible, entender la música -o me atrevería a decir el arte- sin el silencio.
En una época en la que la música atraviesa su fase más minimalista con la perpetuación del indie ambos hacéis un giro a esa característica principal, pero con un gran valor añadido: la clarividencia de conocer el camino hacia el centro del sentir, esa bravura pieza angular de músicas como el flamenco. ¿Es esto una suma de actitudes? Por su dificultad, ¿ha supuesto una resta en algún momento?
Por lo que entiendo en la pregunta te respondo que nunca será una resta conocer/involucrar otros estilos de música; esto siempre suma. Como en todo, depende de cómo lo utilices, el gusto y el compromiso.
Raül, dada tu experiencia como productor y trato con otros músicos de la zona, ¿en qué punto piensas que se encuentra la música catalana actualmente?
Pienso que Catalunya tiene una buena cantera de músicos y gracias a eso la escena se renueva con facilidad.
Queríamos mencionar también vuestra colaboración en la Fundación Robo. “Gallo rojo, gallo negro” está dentro de esas canciones colectivas. ¿Qué significó participar en este proyecto?
Vivimos un momento convulso a nivel social, la política se ha alejado de la gente, de los ciudadanos: no se nos respeta y cada vez importamos menos. Por eso merece la pena formar parte de iniciativas que intentan cambiar eso. Los músicos, como otras profesiones, tenemos un altavoz que podemos aprovechar. Yo soy partidario de hacerlo.
¿Crees que es suficiente todo lo que hace en el ámbito cultural, ya sea mediante cine, música o literatura, para hacerse eco de la situación social de hoy en día en España y conseguir cambiar algo?
Bueno, cada uno hace lo que puede. Soy de la opinión de que no se puede obligar a nadie a posicionarse, cada uno toma sus propias decisiones y hay que tomarlas con responsabilidad.
Muchas gracias por dedicarnos un poco de tu tiempo, Raül. Os deseamos una bonita velada el 17 de abril con la presentación de Granada en el Teatro Circo de Murcia.
Javi Arnedo y Cynthia Patricio
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