Entrevista a Pablo Benavente: «Antes decir que escribías poesía era motivo de burla»

«Reserva del ’89. Gaditano por nacimiento, apátrida por convicción. Una ex me arrastró a la poesía y por otra mujer sigo en ella», así se describió Pablo Benavente en una clase de Historia y no se nos ocurre mejor forma para hacerlo. Damos gracias a su ex por arrastrarlo a la poesía y  también a su futura ex por conseguir que siguiera en ella. Vamos a conocerlo un poco más.

Buenas tardes Pablo, si tuvieras que describirte en una sola palabra, ¿Cuál sería y por qué? 

Caos. Caos o desorden, supongo. Me encuentro cómodo con lo aleatorio, disfruto del libre albedrío o de la rebeldía todo lo que puedo y mi vida siempre ha rozado el surrealismo. Para lo bueno y para lo malo, me quedo con mis efectos mariposa.

Quizás sea casualidad, pero el nombre “Pablo Benavente” suena a gran poeta, ¿alguien más en tu familia escribe?, ¿te viene esto un poco por herencia?

Jajaja, no, no hay nadie (al menos que yo haya conocido) que escriba, pero sí que hay un pequeño reducto familiar muy artístico. Hay una Benavente directora del Villamarta de Jerez, casada con un actor y músico y otra Benavente en Verona (Italia) que, además de dar clases en la universidad, es bailarina. Yo supongo que me quedé con las sobras.

¿Con qué edad empezaste a escribir?, ¿siempre fue poesía? ¿Por qué?

De pequeño me gustaba más dibujar, hacía mis pinitos y se los regalaba a las chicas que me iban gustando. Escribir vino después y se reducía a cartas que le mandaba a una chica con doce o trece años. Todo fue muy privado al principio y se podría resumir en ligar con chicas y un ligero toque de rebeldía adolescente.

En segundo de bachillerato me enamoré, me mudé a Sevilla y acabó desastrosamente mal. De repente me encontraba solo, en una ciudad que no me decía nada y sin ella. Unas semanas después me recomendaron abrirme un blog y la prosa (tenía un intento de novela sobre un escritor borracho, viejo y viudo que se moría mientras tonteaba hasta con la enfermera del hospital, qué ironía) era casi constante todas las semanas. Súmale que ese año conocí a Escandar y su “co-razones” y sentí eso de ‘¿Por qué no he escrito yo esto? Es decir, joder, qué bueno’. De ese coctel incendiario salió mi intento de hacer poesía, que aún no ha parado, y que sigue siendo un intento.

Supongo que le debo todo esto a esa chica que me recomendó abrirme un blog a las cinco de la mañana mientras le lloraba todo lo que no tenía cojones de llorarle a otra. Esa chica se llama Sara, y también es culpable de que no haya dejado de escribir desde entonces.

Escandar Algeet, Carlos Salem, Marwan, Diego Ojeda, Ignacio Martín Lerma, Sara Bueno… ¿Crees que se ha puesto de moda la poesía? ¿Qué piensas de esta hornada de nuevos poetas?

 ¿La poesía de moda? Espero que no, pero supongo que se ha quitado la capa. Es decir, nos hemos quitado la capa. Creo que la poesía es una forma de expresión subjetiva y preciosa, y que la gente la rechaza (o rechazaba) más por desconocimiento que por ‘gusto’. Antes decir que escribías poesía era motivo de burla, ahora es la primera palabra en la mayoría de las biografías de twitter o encabezados de blogspot.

¿Qué pienso sobre esta generación? Bueno, como dije antes algunos son los padres causantes de este vomito literario al que podríamos llamar ‘mi poesía’ (siempre con la boca pequeña), el resto son influencias y, sobretodo, amigos y conocidos. La poesía me ha dado una segunda familia y creo que no sabría vivir de otra manera.

 Sé sincero, ¿existe de verdad ese buenrollismo entre vosotros?, ¿no hay competencia por ver quien llena o vende más?

 Sí y no, creo que buenrollismo se le queda corto en algunos casos, he conocido a los que considero ‘mejores amigos’, incluso hermanos, en la poesía, pero como en todas las familias, siempre hay excepciones que confirman la regla, es un tema escabroso y triste que se mete en el mundo de querer encajar a cualquier precio.

Competencia no existe, nos dedicamos a esto por amor al arte la mayoría de nosotros y aunque no fuera así, creo que todos nos apoyamos y ayudamos en la medida de la posible. Escandar ya lo dijo por ahí: ‘vivir de la poesía es una necesidad siempre que no hablemos de dinero’.

 ¿Tienes pensado publicar tus poemas?

No por el momento, quiero tener algo sólido que me convenza y después salvar ese gran abismo que es decidirse entre autoedición o editorial. Pero tengo el titulo decidido desde hace tiempo.

¿Cómo surgió la idea de grabarte recitando?, ¿te ayuda alguien a hacerlo? ¿Te sientes cómodo frente a la cámara?

Bueno, supongo que me animé por probar, me parecía una forma más cercana de compartir todo esto. Realmente sólo he grabado tres videopoemas y me cuesta mucho sentarme frente a la cámara y grabarme, me siento ridículo la mayor parte del tiempo.

¿Te enseñó alguien a recitar?   

Yo creo que no sé recitar, y mis conocimientos de arte dramático acabaron con las obras de teatro del colegio. Hago lo que puedo y aprendo de quien me llama. Por ejemplo, Suso Sudón es una gran inspiración a la hora de subir a un escenario.

¿Estás contento con la fama que has alcanzado?, ¿te consideras ya un “personaje famoso”, o por el contrario, crees que aún te quedan muchos escalones que superar?

Contento sí, claro, a cualquier persona que comparta públicamente lo que escribe le hace ilusión que lo lean, pero no me considero famoso (ni creo que quiera serlo).

¿Un poeta como tú se queda sin inspiración algún día? Si es así, ¿qué haces entonces?

Llamarse poeta no me ha gustado nunca, prefiero escritor. Pero sí, todos nos quedamos sin ‘inspiración’ y creo que no hay nada que puedas hacer más que seguir, para vomitar hay que beber y para escribir tienes que seguir viviendo.

Nos despierta mucha curiosidad el nombre de tu blog “estenoesmivasodebatman” ¿no explicas un poco de dónde viene?

Hay que remontarse a la noche en la que me abrí el blog, mi hermano veía Padre de familia y esa escena sonaba cuando llegué a esa pregunta del formulario. Creo que tanto mi twitter, como mis direcciones de correo y mi blog han surgido de chorradas así, ponerle un nombre me parecía definir qué era y ni yo lo tengo claro.

Muchas gracias, Pablo. Te deseamos la mejor de las suertes, y esperamos coincidir más con un escritor como tú. Un placer charlar contigo.

Gracias a vosotros por este pedazo de atención, espero veros en acción por Murcia pronto. El placer es mío.

                                                                                     Ismael Soria Gomez (@Soria90)

Blanca Pérez de Tudela