Nacho Vegas acaba de lanzar ‘Violética’, un doble CD que es quizás su apuesta más arriesgada discográficamente hablando hasta la fecha. No arriesgada en el sentido de que arriesgue a no gustar o a no recaudar lo suficiente, si no porque el trabajo que lleva detrás da a entender que el asturiano pretende que sea una de las obras cumbre de su carrera. Y es muy posible que musicalmente lo sea. Hemos aprovechado la excusa de su visita a Murcia para hablar con él antes del concierto que servirá para dar comienzo a la gira y presentar el álbum.
Empiezas la gira en Murcia el mismo día que sale el disco, ¿decisión tomada a sabiendas o exigencia de las fechas?
Bueno, pues un poco por culpa mía porque retrasé un poco el acabado del disco por unas remezclas que no me convencían y mi idea era que hubiera salido una o dos semanas antes. Y luego porque al final acaban marcándote un poco el ritmo las plataformas porque no quieren que salga en Youtube antes que en Spotify o viceversa, así que al final lo único que conseguimos fue que se pueda escuchar desde la página de El País ya desde este lunes, pensando sobre todo en la gente que quisiera ir al concierto de Murcia y quisiera escuchar el disco un poco antes por lo menos. Pero bueno, la verdad es que me hubiera gustado dar este primer concierto con el disco ya en la calle un tiempo, así que es algo que me duele un poco.
¿Consideras un reto o una ventaja presentar un trabajo que el público aún no habrá digerido (puede que ni escuchado)?
No lo sé. Sí que si pienso en mí como público, la verdad es que me gustaría haber escuchado el disco un poco antes. Pero, bueno, como hay unos días desde el lunes para poder escucharlo y como en esta gira -al tratarse de un disco largo-, que planeo hacer conciertos largos, ya que tengo un cancionero extenso, no quiero cargarla en exceso con el disco nuevo. Es decir, no vamos a tocar el disco nuevo de principio a fin, ni tan siquiera la mitad, si no que va a haber canciones nuevas, canciones antiguas que hace tiempo que no tocamos…por lo que la gente que no haya escuchado el disco espero que pueda disfrutar del concierto.
Sí, ya preguntaste en Twitter qué canciones que llevan un tiempo fuera de tu repertorio nos gustaría escuchar, ¿te sirvió ese ‘feedback’?
Sí, sí, me sirvió. Fue una sorpresa porque respondió más gente de la que esperaba y porque me pidieron, aparte de las canciones que siempre me suelen pedir, canciones muy variadas y alguna que no pensaba recuperar, pero que gracias a ello me animé a hacerlo.
«Me lo tomo como un oficio en cuanto a seriedad con lo que ello implica»
¿Planeas hacer gira por América del Sur?
Sí, lo que pasa que como sale el disco justo antes del verano pues ahora lo que vamos a hacer son muchas primeras presentaciones: Murcia, luego la semana que viene Barcelona y Valencia y ya en verano, como sabes los festivales son hegemonía, y aunque supongo que haremos festivales ya será el año que viene. No nos apetecía presentar el disco en festivales y por eso vamos a esperar un poco y a hacer la gira en otoño. Lo que sí voy a hacer es una gira de promoción por Latinoamérica en verano, pero como te digo más de promoción para poder volver a ir en otoño, porque siempre vamos, sobre todo a México, pero estamos también introduciendo países en los que hemos tocado poco, como Chile o Argentina.
Con una de las carreras más prolíficas del panorama nacional, ¿se ha convertido escribir para ti en algo rutinario, como un trabajo, o aún conserva la magia de antaño el ‘hurgarse en la herida’?
Bueno, son las dos cosas un poco. Me lo tomo como un oficio en cuanto a seriedad con lo que ello implica. El oficio para mí en este caso implica crear un compromiso con la honestidad, con… la realidad, porque al final mis canciones se nutren de la realidad y la realidad al final es lo que conoces más de primera mano y de lo que puedes hablar con más conocimiento de causa, pero la realidad -o mi vida- entendida como no sólo las cosas que me ocurren a mí y mis obsesiones si no también el mundo que me rodea, el mundo que me ha tocado vivir…
Al final todos los que escribimos canciones tenemos un poco el miedo a quedarnos ‘secos’ y no volver a escribir canciones, pero alguien dijo que las canciones son como las malas hierbas: nacen aunque tú no lo quieras, y es verdad que ocurre. Cuando te dedicas a esto es algo que sale aunque no quieras y cuando me puse con este disco me di cuenta de que tenía más repertorio del que yo mismo pensaba y por eso al final es un formato largo, doble CD y triple LP.
Los medios prefirieron quedarse en la compañía, pero me intriga mucho saber qué te pareció el concierto de Kinder Malo y Pimp Flaco
(Risas) Pues, muy interesante. La verdad es que últimamente me preguntan mucho por el trap, de hecho hace poco me llamaron de otro medio para pedirme mi opinión porque estaban haciendo un artículo al respecto, pero preferí no participar porque en realidad no tengo una opinión formada y me parecía hablar por hablar. Es algo que la verdad es que me interesa mucho, sobre todo por ver cómo la gente joven maneja otros códigos diferentes a los que usábamos nosotros, y seguimos manejando, los que tenemos otra edad y, bueno, me pareció interesante. Es verdad que escuchar letras como “mi polla entre tus tetas es una cubana, si tú eres de Cuba eres una cubana” (en referencia a este tema de Kinder Malo), pues tampoco es que sea lo que más me gusta del mundo pero, bueno, la verdad es que ver cómo funciona esto, que a veces te crees que lo que funciona es otro tipo de grupos y de repente me encontré con la sala llena y con chavales totalmente entregados, y me parece algo muy refrescante, el que nazcan nuevas escenas con ese poder de atracción.
También hay una nueva generación de cantautores en la que destacan nombres como Marwan, El Kanka, Andrés Suárez o El Niño de la Hipoteca que agotan entradas allá por donde pasan, ¿qué te parece esta nueva ola, los conoces, has ido a ver a alguno?
Sí, bueno, tampoco los conozco mucho pero conozco al Niño de la Hipoteca, por ejemplo, y además son gente que tiene o muestra un compromiso social y que me parece que está muy bien, que la música debe ser un poco permeable a la realidad en la que nace y que esos artistas tengan tirón significa que la gente también necesita sentirse identificada con esas cosas.
«El liberalismo ha inflingido derrotas muy dolorosas»
El año pasado, en una entrevista con Público, dijiste que “la clase obrera había sido derrotada”, ¿cómo y por qué?
Sí, me refería a un tipo de lucha, sobre todo. Yo viví el obrerismo, que fue un poco la forma de luchar en Asturias, te hablo de la lucha minera, de la reconversión industrial, de todas las luchas de los astilleros…y lo que quería decir, que es verdad que mucha gente de izquierdas me dió por todos lados, es que hay cierta autoindulgencia en parte de la izquierda. Y yo creo que hay que empezar a reconocer nuestras derrotas, porque hay algunas que han sido muy dolorosas. Derrotas de las luchas obreras, me refiero. Yo viví de primera mano como luchas que conseguían los trabajadores sacarlas a la calle y conseguían que fuesen conflictos que afectaban a todo el barrio, y como el barrio estaba unido, pues como fueron poco a poco reprimiéndolas, y consiguiendo que al final acabaran en derrotas, como hubo mucho dolor, mucho sufrimiento, como el de las trabajadoras de IKE, que estuvieron cuatro años encerradas, y esto afecta también al tejido social, al cultural…a todo. Y yo creo que tenemos que empezar reconociendo que el liberalismo ha inflingido derrotas muy dolorosas, y a partir de ahí pues saber cómo reconfigurar la lucha.
Una de las cosas que yo le critico al obrerismo es que nieguen la existencia del precariado, y en realidad me parece que es interesante reconocerlo como una subclase social que es la única que tiene como objetivo destruirse a sí misma, y es interesante reconocerlo en el 15M. Y esto le pilló un poco a la izquierda más obrerista con el pie cambiado. Al final se consiguieron unificar muchas luchas, porque yo veo ahora mucha gente que viene de la lucha sindicalista y es un referente de la izquierda en Asturias que se ha unido a estos movimientos y creo que se están consiguiendo nuevos escenarios de lucha, pero una de las cosas que el obrerismo olvidó y que me parece muy interesante porque está en el centro del discurso político y que a mí me interesa mucho porque también forma parte de la música popular, y de la temática de las canciones, es el tema de los cuidados, de la ética de los cuidados. Es algo que el obrerismo olvidó cuando había una parte importante de la sociedad, la mitad, las mujeres, sobre las que básicamente ha recaído el trabajo de la crianza y de los cuidados, y que es algo que hay que reconsiderar y poner en el centro del debate. Además yo creo que el pasado 8M nos ha dado una lección a los hombres porque hemos visto que el feminismo con perspectiva de clase es el verdadero eje movilizador. La izquierda se estaba preguntando cómo recuperar la calle y como hacer las cosas: así.
Y yo sigo pensando que sí, que nos han ganado. Es que no reconocerlo me parece…
Ya que sacas el tema, ¿crees que este entusiasmo con el 8M acabará derivando en la misma sensación de derrota que algunos arrastramos con respecto al 15M?
Es cierto que hubo un horizonte de cambio que se veía como muy cercano, y que finalmente no estaba tan cerca. Es verdad que, cuando un movimiento social tan espontáneo y poderoso como fue el 15M acaba canalizándose en un partido que adopta una estructura vertical y que está metido en las instituciones de forma que a veces parece que le impide ver lo que ocurre en la calle, es un poco desalentador. Pero yo soy optimista. En cierto modo porque ahora tenemos también un horizonte importante que es el del municipalismo, que está recogiendo esta ola de movilizaciones de los pensionistas, del feminismo…y que es una forma de hacer política que realmente reconoce que las políticas no se hacen en los plenos ni en los despachos si no bajando a la calle, hablando con colectivos ciudadanos, con colectivos vecinales…
Y si gana el municipalismo a este ciclo derechista represor de Ciudadanos pues será una victoria que todavía nos dará un poco de alas para pensar que hay un horizonte de cambio.
¿Crees entonces que el camino que está siguiendo Teresa Rodríguez es el acertado?
Sí, claro. Es que en sitios como Andalucía o en Asturias yo me siento muy cercano a anticapitalistas y a Teresa Rodríguez porque ella se dio cuenta de que hay realidades sociales particulares que se viven en periferia -también en Murcia tenéis vuestra propia realidad territorial- que no te van a solucionar en Madrid. Y es verdad que Podemos nació muy en Madrid, muy del centro de Madrid además, y por eso creo que es necesario mantener el autogobierno. Por eso creo que el municipalismo es importante y que lo que proponía Teresa Rodríguez en el anterior congreso ciudadano de Podemos de que los diferentes territorios adoptaran formas jurídicas propias es algo muy interesante porque esas son las políticas que realmente van a resultar transformadoras. Si esperamos que alguien de Madrid -que encima están peleados entre ellos y con luchas internas un poco absurdas- venga a resolvernos la papeleta, la verdad es que podemos esperar sentados.
Vivimos tiempos de ‘reaccionarismo’, ‘reaccionismo’ machista contra el feminismo, ‘reaccionismo’ nacionalista contra el independentismo…¿Crees que es el último esfuerzo de un sector inmovilista frente al inevitable cambio o que realmente estamos retrocediendo socialmente?
Bueno, yo no creo realmente que haya una España polarizada aunque parece que lo han conseguido con todo lo que ocurrió en Cataluña, y eso ha sido también una derrota de una de estas batallas simbólicas que al final te llevan a cambios sociales que son importantes. Yo creo que hay una ola por debajo que es mayoría y que es la que puede propiciar un cambio, lo que pasa que, bueno, en la izquierda siempre estamos con este rollo faccional que a veces nos desune. Pero si entendemos un poco la unidad, el pluralismo y que finalmente nos centramos en un objetivo como es el cambio, pero el cambio real que pasa por cosas materiales y no sólo por batallitas culturales, pues creo que somos mayoría.
«Este bipartidismo de ‘la derecha es carca y la izquierda es moderna’, en realidad no es más que una falacia sobre la que no se mantiene ninguna lucha de clases ni ninguna lucha emancipatoria»
En estos días en el que es tan fácil ofender a alguien y viendo que eres activo en twitter, ¿has llegado a autocensurarte o contenerte a la hora de expresar algo?
No, realmente no. Es verdad que no soy muy de escribir en caliente. Alguna vez lo he hecho y es verdad que tampoco me parece que tenga tantísima importancia un tuit como para borrarlo porque creas que te pasaste por haberlo escrito en caliente. Pero sí que conozco gente que lo hace demasiado, que se modera mucho en Twitter, y yo prefiero no hacerlo. Soy bastante prudente, creo, además. De hecho me han criticado mucho por criticar a aquellos a quienes había apoyado antes, pero no temo a eso, al fin y al cabo es una red social y todo pasa muy rápido y se olvida también muy rápido.
Es verdad que ahora muchos medios cogen un tuit que sea un poquitín morboso y enseguida hacen una noticia y el clicbait manda y cosas que deberían de haber pasado muy rápido empiezan a tener más trascendencia de la que debieran, y eso me da mucha rabia y me ha pasado varias veces con algún tuit. Por ejemplo una vez que hablé de un torero muerto en una corrida en Francia tuve durante tres semanas mi timeline lleno de amenazas de muerte de taurinos.
¿Hasta qué punto crees que tu relación con las drogas han influido en el cambio que hemos presenciado como público de un Nacho muy dentro de sí mismo (o más existencial si lo prefieres) al Nacho más política y socialmente activo de ahora?
Bueno, sí, el cambio…a ver, digamos que no manda tanto (esa influencia) como se pueda pensar sobre el que escribe. Al final es la realidad la que te provoca la urgencia de escribir una canción, y cuando la realidad cambia y además va cambiando lo que es tu perspectiva sobre las cosas, también cambia tu forma de escribir. El hecho de que ahora en mis canciones haya una dimensión social más marcada, aunque yo creo que tampoco he dejado la parte intimista, tiene que ver un poco con el clima social que se generó tras el 15M -por poner una fecha marcada en el calendario- en el que la política bajo a la calle y la gente se dio cuenta de que la política no era una cosa hecha por unos señores de traje en determinados espacios sino que era algo que nos afectaba y que podíamos participar de ello y tener fuerza transformadora. Y yo creo que la gente que hacemos música somos también permeables a esa realidad social y al final eso se cuela en nuestras canciones de una forma u otra.
Pasamos de la época de ‘Cajas de Música’, que responde también a esa época de, por decirlo así, consolidación del ‘indie’, y que coincide mucho también con el ‘Aznarazo’ y fue un momento en el que se instaló un clima en el que primaba el individualismo, en el que nada de lo personal era político, y que cambió a partir de, sobre todo creo yo, el 15M.
¿Qué te ha parecido lo de Maxim Huerta?
Pues creo que el gobierno de Pedro Sánchez ha jugado un poco a lo mismo que jugó Zapatero en su primera legislatura, lo describía muy bien el otro día Carlos Prieto en un artículo en El Confidencial, como jugó sobre todo a una política de gestos y batallitas culturales, para empezar porque estaba maniatado por los presupuestos y no se podían hacer cambios materiales, pero era eso: poner a alguien moderno, progre, como Maxim Huerta en Cultura, como alguien que crea tanto consenso como Pedro Duque, como nombrar al Congreso ‘de Ministros y Ministras’…este tipo de cosas que son gestos que tienen gasto 0 para un partido y un gobierno, que no son cambios materiales, pero que parece que volvemos un poco a este bipartidismo de “la derecha es carca y la izquierda es moderna”, que en realidad no es más que una falacia sobre la que no se mantiene ninguna lucha de clases ni ninguna lucha emancipatoria.
«Si queremos plantar cara tiene que ser de forma colectiva»
¿Y qué opinas de la persecución judicial a personas como Valtonyc, Pablo Hasel, Willy Toledo..etcétera?
Terrible, me parece terrible. Al final es una deriva autoritaria más propia de un estado fascista que de un estado que se pretende democrático. Y en realidad revela el tipo de estado democrático en el que vivimos y pone en relieve que necesitamos una vía rupturista y un proceso constituyente si en realidad queremos cambiar las cosas. Al final al Estado siempre le pasa eso, que necesita dos cosas, por lo menos, para sustentarse: una sería el enemigo interno, que lo tenían antes con ETA y ahora con Cataluña, y otra es la unidad, la unidad de España. Y cualquiera que se atreva a cuestionar al Estado, sobre todo desde la izquierda porque hemos visto que otra gente dice burradas y habla de bombardear Cataluña y tampoco pasa nada, y yo me alegro de que no pase nada, porque no quiero que a nadie le encarcelen o le persigan judicialmente por las cosas que dice…
Sí, hay un doble rasero.
Sí, hay un doble rasero totalmente porque cuando la extrema izquierda…porque también hay activistas que están perseguidos, incluso tuiteros, o políticos. Porque los políticos de Cataluña que están exiliados o presos para mí son presos políticos o de conciencia con todas las de la ley, y eso es una deriva represiva. Yo creo que ya hemos visto en otras épocas como el Estado actuaba con esta cara muy siniestra, cerrando medios…como el Ministro de Interior, Grande-Marlaska, tiene a sus espaldas algunas denuncias de tortura…cosas que ya habíamos visto pero que ahora parece que se están normalizando, que es en realidad lo que me parece más preocupante.
Pero espero que por lo menos sirva, como en el caso de Valtonyc, o La Insurgencia o Pablo Hasel, para unir a los músicos, como los raperos y raperas que se unieron para grabar un vídeo de apoyo y contra los Borbones cuando en realidad es una escena bastante…como todas las escenas musicales, con poca cohesión. Siempre hay muchos egos, muchos piques…y a mí me pareció muy bonito, me emocioné mucho cuando vi el vídeo este de los Borbones porque me parecía que al menos lo que está pasando está sirviendo para que nos unamos. Porque desde luego si queremos plantar cara tenemos que hacerlo de forma colectiva, no creo que haya otra manera.
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