María Jurado nació en Murcia, tiene 27 años y es una de las artistas más prometedoras que ha dado esta ciudad en el mundo de la danza. Empezó sus estudios en Murcia y se acabó graduando en el Instituto del Teatro de Barcelona en la especialidad de coreografía.
Vuelve a Murcia para presentar «Black Sun», obra con la que ganó el Premio de Danza del Instituto del Teatro y que ya ha agotado todas las entradas. Será el 6 de octubre a las 21:00 horas en el Espacio 0 del Centro Párraga dentro de su ciclo de danza experimental.
«Black Sun» nos ofrece un recorrido por la historia de la melancolía, entendiéndola como un estado oculto, una forma de lucidez que se desarrolla en los márgenes, en la periferia del mundo y marca nuestro tiempo. María Jurado se embarca en la creación de esta obra para experienciar una visión del mundo que acostumbramos a evitar, que nos muestra una forma de belleza en la reconciliación con el dolor y la aceptación de nuestros límites.
¿Cómo explicarías qué es la danza contemporánea a alguien que no tenga ni idea?
La danza contemporánea es un misterio, yo llevo aproximadamente 14 años enganchada a averiguarlo.
¿Y qué significa para ti? ¿Qué es lo que más te atrapa de ella?
Es la forma de expresión artística que he escogido. Trabajo con el cuerpo, percibido desde una forma tanto sensible como intelectual. Una vez se traspasa la barrera que pueda existir hacia lo desconocido de la danza contemporánea, el ejercicio intelectual, la complejidad y la conciencia que se alcanzan pueden llegar a ser realmente satisfactorias.
Tú vas un paso más allá y te mueves entre la danza experimental y la performance, ¿y esto cómo nos lo explicarías?
A veces siento que todo son etiquetas muy sugerentes que ayudan a que nadie se pierda pero que desvían la atención de lo verdaderamente interesante.
¿Empezaste desde pequeña? ¿Cómo recuerdas tus primeras experiencias?
Empecé a los 9 años en el Conservatorio de danza de Murcia. Las primeras experiencias fueron tiernas a la vez que duras. Sin duda haber estudiado la carrera de danza ha tenido que ver en mi personalidad.
Recuerdo mis caminos al Conservatorio escuchando Tchaikovsky y soñando con crear mi propia Ópera del Lago de los Cisnes, Black Sun es la materialización de este deseo. También existieron muchos momentos de querer tirar la toalla y dejarlo todo para tener una vida “normal”. Tuve que tener mucha confianza en mí misma y en eso que me hacía continuar.
Completaste tus estudios en Barcelona, donde resides actualmente. ¿Para crecer en este mundo ves necesario salir de Murcia? ¿Te limita mucho vivir en una ciudad como esta?
Yo tuve que salir de Murcia para poder seguir formándome y acabar creando mis propias obras o trabajar para otros artistas y disciplinas. Lamentablemente, todavía es complicado hacerse hueco en España, por lo que, la respuesta ahora es sí, si quieres seguir formándote y relacionarte con el mundo artístico, la mejor opción es salir. Espero que esto pueda cambiar algún día.
Me resulta muy difícil pensar en plasmar tus pensamientos en forma de danza ¿Cómo es el proceso de creación de una obra?
Yo en los procesos me obsesiono, no puedo pensar en otra cosa. Soy muy exigente y a veces nada me parece suficiente. Trabajo empapándome de referencias, teoría, filosofía y todo tipo de materializaciones artísticas. Para mí la obra está viva y tengo que escucharla todo el rato, hasta el último día.
Tu obra «Black Sun», que podremos ver en el Centro Párraga, consiguió el Premio de Danza del Instituto del Teatro. ¿Qué nos puedes contar de ella?
Black Sun es como un sueño adolescente de morir en un teatro. Para mí es un Lago de los Cisnes sobre la melancolía y la depresión. Una materialización colosal de la bilis negra. Es el viaje hacia una lucidez irreversible sobre una percepción del mundo.
¿Cómo ha sido la acogida hasta el momento? ¿Crees que el mensaje que pretendes mostrar ha llegado?
Pues si te digo la verdad, es que el feedback que más me gusta es el de: “O lo amas o lo odias”.
¿Quiénes son tus referentes?
Mi mayor referente para escuchar hablar de danza es Roberto Fratini. Mi gran amiga Mabel Olea, la obra de María La Ribot y Cuqui Jeréz, la nueva voz de Juana Dolores, la reflexión de Cristina Morales y las palabras de Angélica Liddell.
¿Qué le recomendarías a alguien que no haya visto nunca nada de danza?
Le recomendaría que se sentara a ver la danza como uno mira el mar, sin necesidad de querer entender.
¿Qué planes de futuro tienes? ¿Algún sueño que te gustaría cumplir?
Me gustaría seguir aprendiendo, viajar por trabajo y mostrar mi obra en el extranjero. Un sueño a cumplir sería trabajar como actriz en una película.
Fotos: @janaubert y @eroyollobet
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