Hay personas con estrella, luego viene Leticia Dolera acompañada de todo un firmamento. Su debut como directora de largometrajes (previo paso por el cortometraje) es una oda a la libertad individual y el amor propio, a la aceptación de los valores y defectos que uno mismo tenga, a dejarse llevar por reglas o decidir no hacerlo… Pero sobre todo, es una película que deja huella. Una gigante huella en el panorama del cine nacional y de este 2015. Seguramente un buen pellizco de la taquilla veraniega se lo repartan entre Marvel, Pixar, Tom Cruise y una legión de Minions, pero «Requisitos para ser una Persona Normal» nos ha dado un bocado al corazón.
(Nota: Recomendable leer «Para todos los pringados, perdedores y perdidos»)
¿Cual es el requisito más importante para sacar adelante una película?
Un buen guión. Que te lo creas y lo puedas defender.
Has dicho que durante todo el proceso de creación te has acompañado de la frase “cómo no sabía que era imposible lo hice”; ¿al final hacer la película ha sido más fácil o más difícil de lo esperado?
Hacer una película nunca es fácil. Pero cuando el proyecto te apasiona y te conmueve, el proceso es más placentero. Además en mi caso, los productores me dejaron total libertad creativa. Es una mezcla de pasión, esfuerzo… Hay muchos momentos que se disfrutan, incluso cuando estás sufriendo.
¿En qué momento empezaste a pensar la idea de esta película?
Surge de la pregunta ¿qué es ser normal? De si la normalidad es algo a lo que debamos aspirar. Yo personalmente creo que no, que eso es lo bonito de las personas, que cada una sea diferente, que nadie sea normal. Cada uno con su forma de ver el mundo. También se trata de como encajar, que es lo que le ocurre al personaje de María de las Montañas, que no encaja y debe aprender que lo importante es ser feliz siendo ella misma.
La lista de requisitos para ser una persona normal que crea tu personaje funciona con algunas personas y con otras no. Se valora el ser diferente sin criticar a quienes si se rigen los patrones habituales.
La película no quiere mirar a nadie por encima del hombro, cada uno es como es. Uno mismo tiene sus propios requisitos en la vida y su forma de ser feliz. Que cada uno escriba su propia historia como pueda.
Diriges el film, lo has escrito, interpretas a la protagonista, estás llevando una intensa promo, participas en la banda sonora… De tantos roles, ¿con cual te has sentido más cómoda en este caso?
Lo he vivido como un todo. Yo quería darle voz a la historia y contar la vida de los personajes de Borja y María de las Montañas. Todos los roles en que he trabajado se han complementado totalmente.
¿Cómo es eso de dirigir estando dentro de la escena?
Ha sido diferente, puedes jugar de otra manera: con el tono de la escena, improvisando para que los actores estuvieran más alerta… Ha sido una forma de dar voz a la película desde dentro de la misma.
«Requisitos para ser una Persona Normal» está más cerca del indie americano que de la habitual comedia española: ¿cuales son tus referentes?
A la hora de escribir me he repasado todo el cine de Woody Allen, Cuando Harry encontró a Sally, La Boda de Muriel… Como referentes estéticos si le hablé a la directora de arte y al director de fotografía de títulos como Juno, 500 Días Juntos, Pequeña Miss Sunshine u Olvídate de Mí.
¿Por qué Ikea juega un papel tan destacado?
Es una metáfora, ¿qué hay más normal que comprar en Ikea? Al final todos acabamos teniendo las mismas casas y los mismos muebles. Además me gusta su política de integración de personas con discapacidad y como tenía que buscarle un trabajo al personaje de Álex, me pareció el lugar indicado.
Me gusta mucho la escena en que María de las Montañas plantea que todas las luces de Ikea deberían estar apagadas para valorar correctamente la luz que da una lámpara. Puede parecer obvio pero seguro que a mucha gente no se le había ocurrido.
¡Me alegro de que te guste esa escena! (risas) A mi también me gusta mucho.
¿Qué lleva a tu personaje a su situación? Sin trabajo, vida social, pareja…
Como otros muchos treinteañeros de esa generación, que creíamos que con una carrera y dos máster tendríamos el trabajo y futuro asegurados y nos hemos dado cuenta de que no, que hay que seguir luchando. Pero todo esto lo he querido reflejar desde un punto de vista optimista, desde el humor. Esto es lo que hay, pero tenemos que ser capaces de sacarlo hacia delante con optimismo y buen humor.
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