Daniel E. Moncho es el director de Biopic Films, productora murciana al frente de la película «Últimas Voluntades» que este viernes llega a los cines de nuestro país.
Se trata de la ópera prima del director murciano Joaquín Carmona Hidalgo. Rodada íntegramente en la Región cuenta en su reparto con nombres como Fernando Tejero, Óscar Casas, Carlos Santos o Adriana Ozores.
Hemos aprovechado la semana del estreno de la película para conocer su trabajo como productor y que nos cuente más detalles sobre «Últimas voluntades», película que ya es considerada el mayor proyecto cinematográfico que se ha dado en la Región.
¿Cómo van esos nervios de cara al estreno?
Es curioso, todo el mundo me pregunta por mis nervios y hasta hace unos días lo único que tenía era estrés por todo lo relativo a la preparación del preestreno, la salida a cines…
El trabajo ya está hecho y lo hemos hecho con mucho cariño, pero lo que está por venir nos intriga e ilusiona, pero yo particularmente no lo vivo desde los nervios.
Hace unos días tuvo lugar el preestreno en la Filmoteca de Murcia, ¿cómo fue la acogida? ¿cómo viviste ver por fin “Últimas voluntades” en la pantalla grande?
Así es, fue un momento mágico y algo por lo que hemos trabajado mucho. Siempre fantaseamos en hacer un gran preestreno en nuestra ciudad con el elenco, con amigos, compañeros, familiares…
Yo ya había visto la película al menos 20-30 veces, de las cuales una fue en pantalla grande en los estudios de postproducción de sonido, pero verlo el otro día rodeado de nuestros seres queridos fue especial y la acogida maravillosa. Sinceramente creo que nadie se esperaba encontrarse un producto tan bien ejecutado y tan ‘profesional’.
Para aquellos que no lo tengan muy claro, ¿cuál es tu papel como productor en la película?
Me gusta mucho esta pregunta porque es una función que no todo el mundo conoce. En mi caso desempeño dos perfiles: por un lado, soy uno de los productores principales de la película (como socio y director de Biopic Films, productora madre del proyecto), y por otro lado soy productor ejecutivo.
La primera faceta -para que la gente lo entienda- es como si fuera un CEO del proyecto. Intervengo en la toma de decisiones desde el desarrollo del proyecto y su fase embrionaria hasta su llegada a cines y posterior venta a mercados y plataformas. Aspectos administrativos, representación institucional y, en parte, intentar materializar aquellos aspectos que sean necesarios para que el proyecto llegue a buen puerto o con los que el director quiere contar, por ejemplo, durante el rodaje. Por decirlo así, sería como una especie de ‘conseguidor’.
El segundo aspecto es la producción ejecutiva. He sido uno de los responsables de la financiación del proyecto, reuniéndome y sumando a compañeros de viaje privados e institucionales. Empresas, ayuntamientos, la comunidad autónoma…
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la producción del cine?
Totalmente fortuitos. Nunca busqué ser productor y hace unos años no tenía ni idea de qué significaba esto.
Comencé a flirtear con el cine en otros departamentos cuando en 2009 trabajé como ayudante de atrezo en ‘La Chispa de la vida’ (Alex de la Iglesia). Fue una etapa de transición entre mi segunda carrera y un máster y envié mi CV al ayuntamiento cuando supe que buscaban figurantes. De forma inesperada me llamaron, pero para incorporarme al equipo de técnicos. Ahí conocí al que hoy es mi socio en Biopic, amigo, ‘hermano’ y director de la película, Joaquín Carmona Hidalgo.
Fue él quien creó Biopic Films S.L. sólo un año después y comencé a acompañarle en otros aspectos como auxiliar o ayudante de producción, en producciones de videoclips, publicidad, cortometrajes…
En 2016 o 2017, estando ya más o menos bien posicionado en la parcela musical (dirijo Gran Azul Producciones), me habló de un guion (en aquel momento titulado ‘El Último Kilómetro’), me lo dio a leer, me gustó mucho, le propuse hablar con Fernando Tejero -con quien mantenía una estrecha relación- porque lo visualicé dentro del proyecto y a Joaquín le pareció muy buena idea y a Fernando también le gustó mucho el guion. Ese fue uno de los primeros ‘logros’ que conseguí sin saber todavía que sería el primer ladrillo de mi actividad profesional como productor de cine.
También has trabajado en el mundo de la producción musical, ¿hay mucha diferencia entre organizar un rodaje y un concierto?
Como te comentaba antes, desde 2015 me dedico a la producción de eventos musicales y representación artística desde mi oficina Gran Azul Producciones. Anteriormente ya había comenzado a ‘jugar’ a representar a algunos grupos de la Región, pero fue cuando se constituyó la oficina como empresa cuando comencé a desarrollar y producir proyectos musicales y culturales.
La producción en ambos campos mantiene muchos aspectos comunes. A fin de cuentas, consiste en ‘conseguir’ aquellos aspectos que sirvan para desarrollar proyectos -en este caso musicales (sea un festival o una programación musical en unas fiestas patronales, por ejemplo)- por lo que convivir entre ambos mundos me resulta relativamente sencillo. Muchos de los colaboradores y patrocinadores privados que atesoraba en la parcela musical me han acompañado en la audiovisual y eso lo ha hecho más fácil.
¿Qué es lo más difícil de sacar un proyecto como «Últimas voluntades» adelante?
Con este, concretamente, ha sido una carrera de fondo. La primera versión de guion -escrita por Salvador Serrano- se escribió hace 10 años. Por desgracia, la Región de Murcia es una de las comunidades donde menos cine se produce por lo que ha sido complejo.
Creo que la clave fue ir avanzando paso a paso sin marcar objetivos demasiado grandes. Hacer creer a las empresas y a las instituciones que en nuestra tierra y con nuestros propios recursos podíamos producir cine ‘profesional’ en términos de elenco y presupuesto, también fue una tarea compleja porque no contábamos con casi referentes, mi ayudas o subvenciones, ni una cultura -del sector privado- de apoyar proyectos cinematográficos como si pasa con la parcela musical.
¿Cuántas personas han participado en la película a lo largo de todo su proceso y teniendo en cuenta todos los aspectos de la película?
Alrededor de 300 personas entre productores, elenco, equipo técnico, figuración, músicos de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, estudios de postproducción de sonido e imagen, montaje…
«Últimas voluntades» es la primera película de Joaquín Carmona Hidalgo, ¿qué te ha llevado a confiar en él?
La pregunta sería más bien ‘qué le llevó a él a confiar en mi’. En una pregunta anterior os he contado el origen de todo, pero a día de hoy -y después de tantos años, Joaquín y yo somos familia y ya nos encontramos en desarrollo de varios proyectos conjuntos. Es una persona con una sensibilidad, empatía y generosidad fuera de lo común por lo que, creo que hemos configurado -al margen de la amistad- un tándem profesional muy interesante y, en la medida de mis posibilidades, le acompañaré en aquellos proyectos que quiera desarrollar.
Habéis grabado la película en la Región de Murcia, ¿por qué tomasteis esta decisión? ¿Creéis que el potencial de la Región está explotado en cuanto a rodajes?
Nuestra intención siempre fue rodar una película en nuestra tierra, que como comentaba anteriormente, es una de las comunidades donde menos cine se produce. La industria y los rodajes de proyectos cinematográficos están localizados principalmente en Madrid, Barcelona, País Vasco y Canarias (estos dos últimos por incentivos fiscales). Pero por supuesto, nuestra región cuenta con unas características y un potencial que hace que pueda convertirse en uno de los epicentros del sector a nivel nacional e internacional. A nivel geográfico, sector servicios y condiciones climatológicas, disponemos de un verdadero tesoro.
Para la banda sonora habéis contado con la OSRM y para la canción original de la película con Viva Suecia, ¿desde el principio os planteasteis apostar por Murcia en todos los ámbitos de la película?
Estamos muy contentos de haber podido integrar dos piezas tan importantes de la cultura y la música de nuestra comunidad. No es algo que tuviéramos pensado en fases embrionarias del proyecto, porque como comentaba antes nunca imaginamos llegar tan lejos -aunque la fantasía siempre recorre la cabeza de los soñadores- pero cuando ya fuimos conscientes de estar armando algo de cierta dimensión encontramos la oportunidad de colaborar con la OSRM a través de la participación del ICA (que nos ha mostrado su apoyo desde el primer día) y, por amistad, de contar con Rafa, Alberto, Fer y Jess.
El grupo es amigo -habíamos trabajado juntos desde mi parcela musical- y cuando Joaquín y yo lo planteamos, lo tuvimos claro. Hablé con Alberto Cantúa, le conté el proyecto y le propuse que fueran ellos los responsables de la canción original, y la verdad es que no podemos estar más contentos de su presencia en la película. La canción es un hit, a la gente le encanta, está muy bien integrada en la película -donde tiene presencia protagonista- y los números en plataformas tanto de la canción como del videoclip están siendo abrumadores.
¿Y qué nos puedes contar del reparto? ¿Cómo ha sido trabajar con Fernando Tejero, Adriana Ozores, Nerea Camacho, Carlos Santos y Oscar Casas?
El reparto ha sido todo un lujo. Podría deshacerme en elogios hablando de todos ellos. Con Fernando ya trabajé en ‘La Chispa de la vida’ de Alex de la Iglesia -donde nos conocimos- y me parece el actor con más talento y corazón de nuestro país. Creo que esta película va a descubrir la parte dramática de uno de los actores más queridos y, honestamente, pienso que si el proyecto tiene buen recorrido en salas, su personaje ‘Coque’ puede llevarle a los Goya.
Con Nerea Camacho también trabajé en ‘la chispa’ y la tuve de protagonista en un cortometraje que rodamos en 2019 sobre violencia de género. La conocí con 15 años y a sus 27 años tengo la suerte de tenerla como amiga y de seguir disfrutando de su profesionalidad y talento.
A Carlos Santos lo conocí por la parte musical. Hace años tenía un grupo de versiones con Fran Guirao y Jorge Girao del grupo ‘Second’ y les cerré varias actuaciones. Es un tipo excepcional que se merece lo mejor e interpreta uno de los personajes más explosivos e intensos de la película.
Trabajar con Adriana ha sido, sencillamente, un privilegio. Ha tenido un grado de implicación y profesionalidad exquisitos.
Y Óscar… para mi ha sido un descubrimiento. Es una persona encantadora y cariñosa, con un talento descomunal. Interpreta a ‘Andrés’ -el hijo de ‘Coque’ (Fernando Tejero)- un chaval de barrio con pocas oportunidades, pero acostumbrado a buscarse la vida. En la película hemos dibujado una imagen ‘barriobajera’ que contrasta con el corazón gigante del personaje. A la gente le va a encantar.
¿Y algún nombre del reparto que no conozcamos y creas que debamos apuntar?
El de Salvador Serrano, el ‘malo’ de la película y coguionista del proyecto. Es por su ‘culpa’ por la que estamos todos aquí. Es quién escribió la primera versión del guion hace más de 10 años y quien destinó los primeros 10.000€ que permitieron que pudiéramos comenzar a hacer realidad esto.
Salvador es un actor increíble que además ha estado implicado activamente en hacer más grande nuestro sector. Fundador de la Unión de Actores y, también, de la Asociación de Guionistas de la Región de Murcia, para mi es uno de los mejores actores de nuestra Comunidad y estoy seguro que su personaje le va a dar a conocer a nivel nacional.
Se habla mucho de las subvenciones al mundo del cine, en muchas ocasiones sin tener claro cómo funcionan, qué aportan y cuál es el retorno. ¿Nos podríais hablar un poco sobre ello y contarnos tu punto de vista?
Las subvenciones y ayudas al cine y a la cultura en general son fundamentales. Hay un gran desconocimiento porque se piensa que ‘los de la cultura’ solo desarrollamos proyectos con ayudas externas, pero es totalmente falso. En nuestro caso, que si es cierto que a la última fase hemos llegado con un fuerte apoyo institucional tanto del Gobierno Regional como de varios ayuntamientos, hemos recorrido gran parte del camino con muy pocos apoyos.
En nuestra Comunidad no existían ayudas a la producción cinematográfica como tal y las ayudas que existían para equipos o desarrollo eran precarias y no permitían ser ese impulso inicial que, sobre todo en fases iniciales, hace falta tener.
Cuando te reúnes con productores de todo el país, hablas de sus proyectos y de cómo han armado sus planes de financiación, todos ellos -sin excepción- cuentan con apoyo institucional que es, a la postre, esa primera garantía que nos permite avanzar y abrir nuevas puertas.
Pensemos en nuestra propia región en un sector como la música: cualquier festival que nos venga a la cabeza (Warm Up, BSide Festival, La Mar de Músicas, Animal Sound, Rock Imperium…) cuenta con importantes ayudas institucionales de los ayuntamientos donde tienen lugar y del Gobierno Regional a través del ICA y/o de la marca ‘Festivales Región de Murcia’. Ese apoyo institucional genera confianza al espectador y a las empresas patrocinadoras, y, además, le da solidez a cada uno de esos proyectos. En este sector es algo que está totalmente naturalizado e interiorizado.
Tomándolo como ejemplo, es fácil explicar que las ayudas al cine son necesarias, aunque también es importante dejar claro que una productora tiene que tener la capacidad, por si sola, de armar el presupuesto y la financiación de sus proyectos, tenga o no tenga ese apoyo o subvenciones.
¿Qué futuros proyectos tienes en mente?
Ya me encuentro en fase de desarrollo de otra película y de nuestra primera serie, que también nos hemos propuesto rodar en nuestra Región y ya se están poniendo los primeros ladrillos. Confío en poder desarrollarlos de forma paralela y hacerlos realidad en los próximos dos años.
También tenemos en calendario el rodaje de dos cortometrajes: ‘Los Perdedores’ (Jesús López Melgares) sobre adicción a las apuestas deportivas y ludopatía en menores de edad; y ‘Soledad’ (Ika de Mo), sobre salud mental y prevención al suicidio en jóvenes. Ambos producidos por nuestra productora Biopic Films.
Este viernes, por fin, se estrenará la película. ¿Tienes pensado ir ese mismo día al cine a verla?
Yo he visto la película al menos 20-30 veces, y el día 29 hacemos un preestreno en los Cines Renoir Princesa de Madrid, pero si, confieso que quiero ir a ver la película cuando se estrene a distintas salas de nuestra Región para ver las reacciones del público. También tengo muchos amigos que quieren ir a verla conmigo, así que, creo que voy a hacer un pequeño ‘tour’ con todos ellos.
Y, para terminar, ¿qué les dirías a nuestros lectores para animarlos a ir al cine a verla?
Les diría que fueran al cine porque van a encontrar una muy buena película. Una película de historias y subtramas interesantes y de personajes con recorrido y corazón. Ese sería el primer y principal ‘alegato’.
Un proyecto en el que se ha trabajado de forma activa más de 7 años y en el que se han puesto tantas ilusiones y tanto esfuerzo ya merecería ese reconocimiento, pero también hay que sumar que -como hemos hablado- es una película que se ha rodado íntegramente en nuestra tierra (Molina de Segura, Murcia, Cartagena, Fuente Álamo, Calasparra, Valentín, Puente Tocinos, La Alcayna, Altorreal, Valentín…). Cualquier persona que conozca estos municipios los va a identificar fácilmente y ver en pantalla grande tu propia calle o las plazas por las que pasas a diario, es especial y bonito.
El cine en general y el cine español en particular, se encuentra en una situación complicada desde la aparición de las plataformas. La gente consume contenidos desde una tablet o un teléfono, pero esta es ‘nuestra película’, es el proyecto de todos los murcianos, hecho por murcianos, desarrollado en nuestra tierra, estrenado en nuestra tierra, en el que han participado más de 20 empresas y más de 150 profesionales de aquí…
Dicen que es el proyecto murciano más importante de nuestra historia, por elenco y por presupuesto, pero, al margen de las cifras, esta película se pensó, nació y creció para que todos los murcianos y todos los españoles pudieran ver que en nuestra tierra también es posible hacer cine.
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