Una duda se planteaba ante mí mientras concebía este artículo mentalmente. ¿Debía de verdad centrarme en una única productora como hubiese sido ideal o debía recurrir a Internet y al rancio copy&paste intelectual involuntario que sin duda suponía? Pero a la hora de teclear las dudas se han resulto por si solas. Tenemos este blog para expresarnos libremente y sin cortes y por ello no voy a cometer la hipocresía de ponerme en antecedentes para poder expandir el artículo no a una sola productora (que es la que realmente conozco) si no a todas las que puedan haber hecho un género parecido en la pornografía.
Estoy hablando de la española FaKings y lo que en un ataque de delirio decidí empezar a llamar mentalmente “porno kinki”. Y es que esto es lo que veo en FaKings. Ese ambiente de barrio obrero madrileño de los años X que retrataron algunos como Eloy de la Iglesia o X (o más bien su forma de retratarlo) pero en el porno actual. En FaKings han querido distinguirse por centrar casi todas sus escenas en el hecho de que no hay actores fingiendo ante una cámara. Hay personas teniendo sexo. Y punto. Siempre rodeado con ese humor macarra y el olor rancio como a yogurt caducado del semen que lleva mucho tiempo en un pañuelo al sol. Antes y después de las tomas se les puede ver fumando porros para relajarse, reírse un rato entre ellos y preparar la escena. Después se enciende la cámara y dependiendo de la sección la actriz se presenta, haya escogido o no alias, lo use o no, se presenta tal y como es. “Hola soy esta chica y estoy aquí para hacer porno”. No hay esas intros horribles que a veces tienen algunas escenas en las que un butanero llega a casa y empieza a hablar con la dueña, o de un profesor (dudosamente de la misma edad que su alumna) con una alumna castigada después de clase que no hay quien se crea. Sin diálogos absurdos ni actuaciones pésimas. Chicas con ojeras y tatuajes. Con piercings o no, con michelines o sin ellos, con el culo fofo o duro. Chicas directamente de la realidad. Tienen diversas secciones como es obvio, sin embargo la más sonada de todos ha sido: Fóllatelos.
En Fóllatelos mujeres normales (amas de casa, estudiantes, oficinistas…) que aspiran con dedicarse al mundo del porno se dedican a colocar una cámara oculta en su casa para después atraer a algún hombre con cualquier tipo de pretexto y follárselo mientras se graban para después mandarlo a la página. Uno de los casos más sonados de la sección fue el “descubrimiento” (hasta donde uno quiera creer) de Ana Marco, de la que hablaré posteriormente. También son muchas las búsquedas sobre Anaís o Kitty, cuyos diversos videos también tuvieron mucho bombo en su momento. La gente está enganchada a Fóllatelos y no me extraña. En el momento en el que uno decide apagar la parte racional de su cerebro que le grita que no se crea nada (¿cómo podría ser siquiera remotamente legal publicar esto?)y se zambulle en la realidad que ha sido preparada o improvisada, tanto importa para el caso, es asaltado por un morbo increíble. Uno piensa que son gente normal que no sabían a lo que venían. Sobre todo uno piensa que le podía haber pasado a él. Y ahí reside el poder y el encanto de la sección.
Sin embargo los episodios que han trascendido de FaKings son muchos más. Lamento no disponer de más espacio y tratarlos todos y llenaros esto de vídeos pero como sabéis no debo. Me gustaría resaltar por ejemplo a Jordi, más conocido como “El niño polla” que fue supuestamente desvirgado en una cámara oculta y desde entonces “descubierto” como actor revelación de la productora. Ha rodado muchísimas escenas desde su boom casi viral. Desde con chicas de su edad como Ainara colegiala pasando por muchas, muchísimas milfs hasta con actrices porno como tales. Ana Marco ha protagonizado dos episodios sonados de FaKings. El primero de ellos fue su teórica pillada en cámara oculta cuando aún trabajaba en HMYV en TeleCirco. La España más guarra estuvimos comentando por redes sociales el morbo añadido de la pillada, la cámara oculta y encima a una famosa de la telebasura. Y sobre todo una famosa de tan buen ver, a qué negarlo. Pero sin duda el episodio más sonado fue el que fue anunciado como un video porno grabado en los baños de los premios Goya, del que hoy en día apenas se duda de su falsedad. Y luego uno después de buscar el video durante semanas por todo Internet se tropieza con esto. Menuda mierda.
Ainara colegiala es una chica que apenas acababa de cumplir la mayoría de edad cuando llamó a la productora diciendo querer hacer porno. Su éxito ha sido considerable, sin duda gracias a su aspecto juvenil por el que parece efectivamente una colegiala de instituto. Kitty en Fóllatelos tiene un video con un guardia civil. Anaís con una persona con deficiencias… En fin, parece que a la productora le gusta estar en todas las polémicas que pueda. Y no me extraña. La publicidad es genial.
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