La Sala Sidecar de Barcelona es un arma de doble filo: si coges una buena posición, puedes ver el escenario y escuchar el espectáculo que se esté realizando con una acústica interesante. Si, por el contrario, tienes la mala suerte de quedarte en la zona de atrás, todo suele ser un caos de cabezas y gente saltando, con una mezcla de gritos y sonidos que a veces no sabes muy bien qué es. Por suerte (para mí) soy una persona a la que le gusta estar delante en los conciertos; sentir los bajos vibrando en mi pecho me produce una extraña sensación de colocón y felicidad inigualable a lo que puede provocarte el alcohol u otros estupefacientes. Es por ello que anoche, en la gira de presentación de la banda británica Eagulls (apadrinados en nuestro país por el sello HOUSTON-PARTY), no podía estar en otro lugar.
La velada comenzó con retraso, (pero es algo que tampoco tuvimos muy en cuenta) y de forma relajada, los chicos de Leeds se tomaban tranquilamente unas cervezas en la terraza de Sidecar mientras abajo, OHIOS comenzaban a caldear el ambiente presentando temas de su último trabajo, Faceless. El cuarteto de Vic realizó una actuación más que correcta (amenizada por los amigos que no fallan, los cuales daban un poco de meneo al público y animaban el cotarro). He de decir que me gustó más esta actuación que la que dieron hace apenas un mes, teloneando a Joanna Gruesome; en esta ocasión se les vio más relajados y sueltos sobre el escenario (muy bien, chicos!).
A las diez y media pasadas, los chicos de Leeds saltaban al escenario. Tras una rápida prueba de sonido, la batería y el bajo comenzaron a trabajar como es debido para traer el sonido característico de Eagulls; y el público enloqueció, literalmente. Pogos, saltos, empujones y hasta gente que realizaba body surfing en la sala Sidecar, dejándose llevar por la música. Temas como Nerve Endings, Tough Luck, Hollow Visions o Footsetps (sin duda, mi tema favorito de su LP) se mezclaron con un par de temas de su EP anterior publicado en 2012; Coffin y Moulting (más tarde les reproché un poquito que no tocaran Cripple, una de las grandes canciones del susodicho EP). Cargados de fuerza en todos los ámbitos, no sólo en el musical, ya que George Mitchell se dejaba la voz con cada tema que tocaban, gritando las letras que han catapultado a la banda hasta donde están ahora, lleno en ocasiones de rabia y desasosiego, pero disfrutando con el caos que veía a su alrededor. Un setlist completo donde incluso incluyeron un tema dedicado a uno de los asistentes que lucía una camiseta de The Wipers y que se coronaba con su último single, Posessed. Sin duda, la banda hizo mucho, pero el público de la sala se merecía también una gran ovación por darlo todo y más a la hora de disfrutar del concierto.
Enamorados de Barcelona y de su “gran arquitectura para realizar skate”, tal como luego me comentaban; el quinteto de Leeds estaba más que contento con su primer concierto en España. “Esperamos poder volver pronto de visita a Barcelona, nos encanta; somos bastante fieles al festival Primavera Sound y a esta ciudad; la zona del MACBA es estupenda para hacer skate y el tiempo es maravilloso. Además, con esta gira esperamos descubrir también otros maravillosos lugares de España”.
La de ayer fue, sin duda, una noche en la cual todos acabamos como su último single, “poseídos” por su sonido.
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