Después de tener esta salida más de un mes programada, por fin llegó el día. Como siempre, acompañado por Juanma y Fernando, iniciamos la salida hacia Sierra Espuña. El tiempo parecía no acompañarnos, ya que durante todo el camino se veían bastantes nubes, pero, empezando a subir, todo cambió.
Al bajarnos del coche, pensé: “¡A la tercera va la vencida!”. Después de estar a -4ºC en la primera salida o que nos pillara una tormenta en la segunda, anoche pudimos contemplar un cielo totalmente despejado, lleno de estrellas y con la vía láctea en todo su esplendor. Una maravilla para los sentidos.
Como siempre, antes de empezar, una buena cena acompañada de unas risas que siempre sientan tan bien.
Ahora sí, tocaba ponerse en marcha. Nuestro primer destino eran los Pozos de la Nieve de Murcia, que es donde antiguamente se almacenaba el hielo para repartirlo en dicha ciudad. También existían otros pozos que abastecían a otras ciudad como Cartagena, Totana, Orihuela, Lorca, etc. Tras andar unos 20 minutos, llegamos al sitio y empezamos manos a la obra. Los pozos que quedan no se conservan muy bien, comparándolos con otros de la zona, pero algo se pudo hacer.
Lo primero en lo que me centré fue en una ruinas que imagino que serían donde llevaban a cabo todo el ‘papeleo’. Fue complicado tomar el encuadre por todos los hierbajos y cardos que había. Tras varios intentos fallidos por culpa de la mala iluminación que aportaba, conseguí esto:
Exif: Nikon D5100 – Tokina 11-16 DX II – 11mm – ISO 800 – f/2.8 – 30 seg
Mientras esperábamos que la vía láctea se moviera para situarla en lo alto del pozo que mejor se conservaba, me gustó una composición tan simple como encuadrar una roca, iluminada con la linterna mini maglite, y de fondo la vía láctea.
Exif: Nikon D5100 – Tokina 11-16 DX II – 11mm – ISO 1600 – f/2.8 – 25 seg
Ahora, con todo como queríamos, era el turno de fotografiar a la estrella de la noche, el Pozo de la nieve. Me acerqué bastante para aprovechar el 11mm de mi objetivo y posicioné la cámara en vertical para captar el máximo de cielo posible. Raro es, pero al segundo intento conseguí lo que quería.
Exif: Nikon D5100 – Tokina 11-16 DX II – 11mm – ISO 1600 – f/2.8 – 30 seg
Una vez terminado, recogimos todo el material y nos fuimos en coche a otros destinos que teníamos señalados en el Google Maps.
Nos paramos en la “Casa de las Labores” pero aquello estaba totalmente derruido quedando en pie parte de la fachada principal. Pasados unos minutos y no teniendo un acceso muy claro para pasar dentro, decidimos cambiar de lugar.
La siguiente parada sería en “La Casa Rosa”, un lugar que al parecer es donde algunos grupos scouts realizan actividades en la naturaleza. Tanto las ventanas como su acceso principal estaban cerrados a cal y canto. Sin tener forma de acceder al interior, decidimos continuar sin tomar fotografía alguna. Según he podido leer, el nombre de la casa viene dado porque su interior esta pintado totalmente de rosa.
Ya de vuelta, lo único que nos quedaba ver era el famoso Sanatorio. Situado a pie de carretera, pudimos ver desde el coche que tenía un doble vallado, además de estar prohibido su acceso. Tras 8 horas de aventura, tocaba el regreso a casa.
Después de llevar decenas de salidas nocturnas en nuestras cámaras, he de reconocer que esta ha sido la más espectacular. Pudimos disfrutar de un cielo perfecto con cientos de estrellas, sin una nube y prácticamente sin contaminación lumínica gracias a que estábamos a unos 1500m de altitud y había luna nueva. Lo que tampoco faltó fue ver varias estrellas fugaces durante toda la noche. Sin lugar a dudas, una salida obligatoria. Próximamente más y mejor.
Si queréis otro punto de vista, próximamente en recogeyvamonos.com
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1 Comment
Precioso trabajo. Os felicito.
Saludos.
Manuel Águila