Buenas noches a todos. Después de unos meses de inactividad volvemos con nuevos lugares que descubrir.
Situado a escasos 5 km al norte de El Algar, en la diputación de Lentiscar, se encuentra la ermita de San José, cuyo origen se remonta al siglo XVIII. En la antigüedad, Lentiscar había sido una zona donde existía un importante tránsito con dirección a Cartagena. Se dice que en la época de los Romanos se llamaba Camino de la Ylada por donde se unían Tarraco y Carthago Nova.
Con la noche sobren nuestras cabezas, allí nos presentamos Juanma, Fernando y yo. Lo primero que hicimos fue hacer un reconocimiento sin el material de fotografía, ya que la zona para moverse era complicada por la cantidad de escombro que había. La primera toma no podía ser otra que su espectacular entrada, aunque bastante deteriorada, que daba paso a una cúpula blanca bastante destacada. Hicimos varias pruebas de iluminación y el resultado es el siguiente.
Exif: Nikon D5100 – Tokina 11-16 mm – 11 mm – ISO 200 – f/5.6 – 203 seg
Me parece muy interesante el contraste del interior, iluminado con un flash, con la fachada prácticamente destruida. Además, el movimiento de las nubes hace que la imagen sea misteriosa. En cuanto a la composición, la elección del contrapicado casi a ras de suelo fue por dos motivos: el primero, el escaso espacio que teníamos para colocar las cámaras, y el segundo, para magnificar un poco más la entrada.
El aire hacía acto de presencia y nos empezaba a complicar nuestra estancia, pero no nos detuvo. La siguiente fotografía fue situados debajo de la cúpula con la mirada hacia el fondo de la ermita.
Exif: Nikon D5100 – Tokina 11-16 mm – 16 mm – ISO 200 – f/5.6 – 163 seg
Esta composición se divide en dos partes. La primera, desde las columnas hasta la zona en la que estábamos, que para iluminarla se disparó varias veces el flash con un gel naranja y otras sin gel. Mientras que la segunda parte, la zona descubierta, se iluminó con una linterna. Sí, y ahora estaréis pensando: «pero…¿entonces por qué está en blanco y negro?». Pues la respuesta es bien sencilla. Muchas veces vemos un resultado en la pantalla y creemos que todo ha salido bien; sin embargo, otras no es así. Cuando empecé a revelar la fotografía, la mezcla de colores que tenía como resultado no era el esperado. Por eso decidí revelarla en blanco y negro. Una fotografía nocturna en blanco y negro no es lo que estamos acostumbrados a ver.
La noche duraría poco más por causa de los fuertes vientos y el polvo que se generó en el recinto, por lo que decidimos recoger y marcharnos a casa.
Espero que les haya gustado. Próximamente más y mejor. Un saludo a todos.
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