Denom y Jarfaiter llegaron de Madrid a Murcia para presentar «Una parte de mi», el primer disco de Denom, y lo hacen en un formato un poco fuera de lo que estamos acostumbrados. No traen teloneros, tampoco buscan entre los artistas locales, ellos dos solos se valen. Salen juntos, trabajan como hermanos, y así se refieren entre ellos. La gira que les está llevando por toda la península se llama «La vida pirata» y el ambiente que llevan en torno a ellos no hace más que recordarme a la serie británica «Peaky Blinders».
La gran mayoría del público estaba en la sala para ver a Denom, pero él, como buen «Peaky Blinder» dejó la responsabilidad inicial sobre su hermano Jarfaiter, porque al igual que para los de Birmingham, su familia es lo más importante. Desde «Flacos y nerviosos» el sentimiento de estar en mitad del siglo pasado y rodeado de realidad es apabullante.
Se mezcla ese ambiente tan fiesta y destrucción que tienen montado los madrileños en el escenario con los golpes de sentimientos y vivencias que te rompen por dentro entre voces carrasposas y rotas. Dentro de la sala se mantiene un clima de decadencia, de todo va mal, pero la energía que transmiten Denom y Jarfaiter solo motiva al público. Tres cuartos de entrada al menos. Toda Murcia apostaba a que iba a ser un conciertazo y desde luego estuvieron a la altura.
Letra a letra, canción a canción, Denom y Jarfaiter crean un combo que desde fuera no se termina de comprender, por muy bien que suene «La vida pirata», pero lo cierto es que ambos se complementan a la perfección y en la tarima suenan barrio. Sí, es puro estereotipo, pero es que en estos artistas se nota. No hay pistolas, no hay kilos de crack, pero hay horas trabajadas en la obra, horas huyendo del sound of da police y de rollos varios. Mejor y más melódico cuando entona Denom, más roto y directo si lo hace Jarfaiter, una de cal y otra de arena, una de poli bueno y otra de poli malo.
El concierto comenzó casi dos horas después de la apertura de puertas, pero todo el mundo estaba caliente, sabían que lo que tenían en el escenario no eran dos fake MC a que lo últimamente tan acostumbrados estamos. Lo dieron todo, reventaron al que se puso por delante, incluso alguno se llevó una reprimenda de Denom por hablar mientras cantaba una a capella de «Vidas que se van». Y es que la familia es sagrada para los Peaky Blinders, y sin duda ver a Denom y Jarfaiter, con Vengui a los platos dirigiendo cual tía Polly, fue como tener una parte de los gangster británicos de mitad de siglo en plena Murcia.
Imágenes: Instagram @Denom_Madrid
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[…] no tardó en salir bien rodeado por su crew. Además, sumó inesperadamente a su inseparable Denom, con quién compartió la misma tarima hace menos de un año. Más kinkis, menos G. Anticapitalistas, obreros sufridos, ‘los chavales que no tenían […]