El verano es una época de descanso y tranquilidad. Las ansiadas vacaciones (quien las tenga) son la mejor época para hacer lo que a uno más le gusta, relajarse, bañarse en la playa, dormir largas siestas… ¡Ay, la siesta! ese hábito típicamente español cuya definición oficial según la RAE es la siguiente: Del lat. sexta [hora] ‘[hora] sexta’, tiempo que equivalía al mediodía. 1. f. Sueño que se toma después de comer.
Y precisamente de eso vamos a hablar, de películas ideales para ponerse después de comer este verano y quedarse profundamente dormido de aburrimiento. Cierto es que, lo que para uno puede ser aburrido, para otro puede ser un entretenimiento de primera. Esa es la magia del cine.
Sea como sea, los títulos que vamos a presentar aquí, pueden encantar a algunos y espantar a otros. Pero por diversos motivos, son películas que para el gran público han pasado al recuerdo como cintas aburridas. Bien sea porque su ritmo es lento y pausado, su duración más larga de lo que debería, o bien porque su narrativa no consiga despertarnos el menor ineterés. El caso es que nos encontramos ante una serie de títulos que incumplen nueve de los diez mandamientos cinematográficos del maestro Billy Wilder, cuyo sarcasmo y conocimiento del séptimo arte le llevaron a hacer la siguiente afirmación: «Tengo diez mandamientos, los nueve primeros dicen: ¡No debes aburrir! El décimo dice: tienes que tener derecho al montaje final de la película».
Prueben a ver una de estas películas sin bostezar en algún momento. ¿No pueden? Tranquilos. No son los únicos.
FANTASIA (1940)
Animación experimental y psicodelia
Dirigida por más de una docena de animadores y bajo la tutela de Walt Disney, Fantasia supuso el tercer largometraje animado de la factoría. Un proyecto ambicioso con el que Disney quería cumplir su sueño de elaborar una película concierto y fusionar la música y la animación de una forma nunca vista hasta aquel momento. Un concierto en imágenes que van de lo abstracto a lo concreto acompañado de algunas de las piezas de música clásica más famosas del mundo.
La película fue un fracaso monumental que la crítica, sin embargó, abrazó y acabó definiéndola como un puente entre las artes y disciplinas audiovisuales. Cierto es que su animación es impresionante y su fluidez y plasticidad son de una belleza y una perfección pocas veces igualadas. Pero es aburrida. Dos horas de un concierto de música clásica (con arreglos para la ocasión de Leopoldo Stokowski) con ocho segmentos diferenciados entre sí, que comienza de la peor manera posible: con rayos de luz en el cielo e imágenes abstractas mientras suena Tocata y fuga en re menor de Juan Sebastián Bach.
El resto de segmentos, que van de lo más abstracto a lo concreto y de extensa duración, no ayudan a levantar una película que no deja de ser una rareza en sí misma. Quizá la única parte que se salva (y la que verdaderamente ha pasado a la historia) es la pieza de El aprendiz de brujo, protagonizada por Mickey Mouse en un atuendo por el que es siempre recordado: su bata roja y su gorro de mago azul plagado de estrellas. Fantasía es histórica por diferentes razones, pero también una película que a nivel intelectual funciona mejor que a nivel práctico y acaba resultando demasiado pretenciosa. Tanto que uno no puede evitar bostezar.
Grado de aburrimiento: 9
CIUDADANO KANE (1941)
La nana de Orson Welles
La ópera prima de Orson Welles ha encabezado durante cincuenta años la lista de las mejores películas de todos los tiempos elaborada por la revista Sight & Sound, hasta ser desbancada por una obra magna como Vértigo de Alfred Hitchcock. Probablemente ese título le venga grande a cualquier película que no sea Lo que el viento se llevó, pero lo cierto es que la obra de Welles, pese a su estimable uso del lenguaje cinematográfico, lo revolucionaria de su propuesta narrativa y el magistral uso del macguffin, es una película que se hace cuesta arriba.
La cinta nos cuenta la historia del ascenso y el legado de Charles Foster Kane, un personaje ficticio inspirado en el magnate de la prensa William Randolph Hearst, al que la película no le hizo gracia alguna. Con unos inicios idealistas, Kane acabará buscando el poder de una forma implacable, mientras su historia se nos narra en forma de flashbacks y entrevistas para descifrar el significado de las palabras de Kane en su lecho de muerte.
Considerada un fracaso en el momento de su estreno, la película pasó al olvido y no fue hasta mediados de los cincuenta, cuando la crítica francesa empezó a reivindicarla y a ganar ese estatus de obra reverenciada. Obra, que si desnudas de su narrativa visual, se queda en una historia de ambición al uso, con demasiados ecos a la cultura americana y con un protagonista muy desagradable. Welles y los franceses convencieron al mundo de que su película era trascendente y el mundo lo compró, aunque en realidad, saben que es aburrida sin atreverse a decirlo por miedo a ir contracorriente. Es aburrida, no tengáis miedo de decirlo.
Grado de aburrimiento: 9
2001: ODISEA DEL ESPACIO (1968)
Stanley Kubrick y el ser humano
Hablar de 2001: Una odisea del espacio es hablar de una de las cimas de la ciencia ficción de todos los tiempos. Una película monumental que habla, en líneas generales, del origen y evolución del ser humano. ¿De dónde venimos y a dónde vamos? La eterna pregunta cobra forma para deleite de muchos y desesperación de otros.
Comenzando por el origen del hombre y la influencia de un extraño monolito en su evolución, la película salta hasta el año 2001 donde una misión espacial va rumbo a Júpiter, donde se encuentra otro de esos misteriosos monolitos, en una misión espacial en la que el siguiente salto evolutivo, la inteligencia artificial, trata de tomar el mando de la misión. Finalmente, en el tercer acto, lo lisérgico y lo onírico se dan la mano para presentar la última etapa de la evolución humana. Algo más allá de la comprensión y del tiempo.
Sin duda, el argumento atrapa. Y no es para menos ya que lo que plantea la película es algo tan profundo que es inevitable que no te interese. El problema es que, la película te acaba echando. Y cuando por fin consigues entrar en ella, Stanley Kubrick te saca a patadas a través de un viaje de luces que dura 15 minutos y sirve de preludio del impactante final de la película. Es difícil resistirse a esta propuesta pero al espectador medio, probablemente le aburra y tenga la sensación de que no pasa nada. Aunque para no pasar nada, lo disimula muy bien.
Grado de aburrimiento: 7
GENTE CORRIENTE (1980)
El aburrimiento de lo cotidiano
Dirigida por Robert Redford, Gente Corriente consiguió la friolera de 4 Oscar, incluyendo Mejor Película. Un drama muy del montón que, sin embargo, levantó pasiones en el momento de su estreno y en la década posterior. Una película que en los ochenta se la llamaba peliculón, por contar un drama cercano y que podía pasarle a cualquiera. ¿Queréis drama? Poneos Dancer In The Dark de Lars Von Trier. A su lado, la cinta que nos ocupa se convierte en Los Tres Caballeros.
Gente Corriente nos cuenta el drama de un joven que acaba de salir del hospital tras un intento de suicidio después de perder a su hermano en un accidente. Su complicada relación con su madre (una impreisonante Mary Tyler Moore) y su enamoramiento con una compañera servirán para que Redford utilice un sentimentalismo impostado y trate de conmovernos a través de la desgracia de una familia de clase alta. Buen intento, Robert. Si quieres deconstruir la clase media-alta americana rueda Happiness.
La película fue un éxito de crítica y público y le arrebató el Oscar a Toro Salvaje y/o a El Hombre Elefante. En los Oscar siempre ha habido injusticias y ésta es una de las más sonadas. Una película con un desarrollo distante, en la que nada destaca en el apartado visual y donde el conflicto queda claro a los cinco minutos de empezar. Una serie de pinceladas de retrato familiar de mercadillo.
Grado de aburrimiento: 9
MEMORIAS DE AFRICA (1985)
Siesta en la sabana
Otra de esas películas que, como Gente Corriente, volvió loco al respetable en la década de los ochenta, otorgándosele el título de ‘peliculón’. Etiqueta que ostenta a día de hoy para nuestras madres, pero que si analizamos con ojo crítico, acaba haciendo aguas por casi todos lados. Que una película luzca bonita, no la convierte en un peliculón. Aunque eso es algo que jamás podremos discutir con nuestras madres.
Dirigida por Sidney Pollack (con mano de hierro, todo sea dicho) y protagonizada por Robert Redford y Meryl Streep, Memorias de África nos cuenta la historia de la escritora danesa Karen Blixen y su viaje a la Kenia colonial junto a su esposo. Poco a poco se irá distanciando de éste y acabará entablando una relación con el cazador Dennis Hatton, interpretado por Redford. Enfermedad, marginación y adulterio tocados de soslayo acompañados, eso sí, de una banda sonora y una fotografía que rozan la perfección.
La película fue un éxito internacional y acabó alzándose con 7 Oscar de la Academia, incluyendo Mejor Película. Pero en realidad, no deja de ser una visión edulcorada del colonialismo, desde la mirada del hombre blanco que va a domesticar a los salvajes y su continente con unos diálogos débiles y una linealidad simple que roza lo soporífero y que acaba desaprovechando una oportunidad única de contar una gran historia de amor. Afortunadamente, El paciente inglés se encargó de hacerlo 11 años después. Y bastante mejor.
Grado de aburrimiento: 10
BAILANDO CON LOBOS (1990)
Kevin Costner de Jesús
Cuando en 1990 Kevin Costner estaba en la cresta de la ola, presentó al mundo su ópera prima como director, titulada Bailando con lobos. La cinta hizo cantidades ingentes de dinero alrededor del mundo. Casi 500 millones de dólares de aquella época para una épica de tres horas. Y conquistó todos los palmarés de premios de ese año. Sin duda a Costner no le pudo salir mejor la jugada.
La película nos cuenta la historia de un teniente que es enviado a un fuerte abandonado en el oeste en plena guerra de secesión. La soledad lo obligará a entablar relación con los indios sioux y donde conocerá a una mujer blanca adoptada por estos de la que se enamorará. Una película con un buen guión pero con una ejecución que deja mucho que desear.
Al igual que ocurría con Memorias de África, nos encontramos planos largos y vacíos con una fotografía preciosa y una música maravillosa compuesta por John Barry, pero que no acaba de desarrollar todo el potencial que pudiera tener sobre el papel. Recursos gratuitos al servicio de la historia y una interpretación bochornosa por parte de Costner hicieron creer al mundo que el western crepuscular había encontrado uno de sus títulos definitivos. Afortunadamente, Clint Eastwood estrenó Sin Perdón dos años después. Alabado sea Clint.
Grado de aburrimiento: 10
APOLLO 13 (1995)
En el espacio nadie puede oír tus bostezos
El siempre efectivo Ron Howard dirigió en 1995 una de las películas más aclamadas de su año. Basada en los hechos reales de la misión espacial Apollo 13 que se dirigía a la luna pero que se vio obligada a cambiar su rumbo debido a una explosión que estaba dejando a la tripulación sin oxígeno. Una carrera contra reloj para volver a la Tierra sanos y salvos.
Sobre el papel, la película tiene todos los ingredientes para deleitar al respetable. En la práctica nos encontramos ante un caso extraño donde el todo es menor que la suma de sus partes. La dirección es solvente, el reparto (encabezado por un Tom Hanks en la cima de su carrera) es efectivo, el guión es moderadamente sólido pese a sus diálogos, el montaje es adecuado, los efectos especiales son de primera y, sin embargo, algo falla. La película se hace larga y aburrida y el regreso de los astronautas sanos y salvos a la Tierra acaba por darnos un poco igual ya que el conflicto narrativo se acaba repitiendo tantas veces a lo largo del extenso metraje que termina perdiendo su valor y convirtiendo el visionado en una experiencia tediosa.
La película ganó inexplicablemente todos los premios previos a los Oscar y estuvo nominada a 9 estatuillas, de las que acabó ganando únicamente dos, en una de las ediciones más atípicas (hasta la del presente año) que se recuerdan. Finalmente, fue Braveheart la que se llevó el gato al agua en uno de esos Oscar que son justicia. Apolo 13 es una buena película pero, por desgracia se hace pesada y aburrida. Y eso es un problema que ni Huston puede resolver.
Grado de aburrimiento: 7
AMISTAD (1997)
Spielberg te arropa y te da un beso en la frente
Que Steven Spielberg es el mejor director vivo junto a Martin Scorsese es un hecho innegable. Un maestro de la narrativa audiovisual que sabe que resortes y elementos tocar y sabe de qué va esto del séptimo arte. Probablemente uno de los tres mejores directores de cine de todos los tiempos. Pero hasta los genios cometen errores de vez en cuando. Y uno de sus errores se titula Amistad. La historia de tres esclavos negros que se amotinaron y tomaron el control del navío “La Amistad” y que fueron detenidos y procesados por las autoridades americanas.
Técnicamente, Amistad es una película portentosa. Su dirección de producción, ambientación, vestuarios y fotografía son sobresalientes. Su reparto actoral resuelve todo de una forma impecable, con mención especial para Morgan Freeman (pese a que los elogios se los llevara Anthony Hopkins). La dirección de Spielberg y la planificación son dignos de admiración pero es en el guión donde encontramos la mayor pega de la cinta. Guión de una relevancia histórica importante pero de un aburrimiento de proporciones bíblicas que acaba resultando, pesado, distante y carente de interés por todo el complicado proceso judicial que representa.
La crítica se mostró tibia con la película, aunque eso no le impidió estar en la carrera al Oscar de ese año. La taquilla, al igual que la crítica, fue bastante moderada pero consiguió reportar ligeros beneficios. Y es que ni siquiera Spielberg es infalible y como buen cuenta cuentos que es, también sabe contar buenas nanas para irnos a dormir.
Grado de aburrimiento: 9
YOU´RE THE ONE (2000)
Prosa lenta
José Luis Garci no es precisamente Michael Bay y su cine no se caracteriza por un ritmo frenético y un montaje veloz. Todo lo contrario. El cine de Garci es bastante sereno y contemplativo, más cercano a la prosa de Azorín y a la Generación del 98 que a la narrativa contemporánea y, sin embargo, es un cine con un discurso humanista muy interesante sobre la soledad. Su gran pega, como la de todos los filmes de esta lista, es que es un cine muy pausado, de tiempos muy lentos y un lenguaje lleno de cultismos, lo que le confiere un aura de cine aburrido.
Y de todas sus obras, You´re the one destaca por su capacidad de hacer bostezar al respetable. Con un reparto encabezado por Lydia Bosch y secundado por un elenco de los mejores actores de este país, la película nos cuenta la historia de una mujer sumida en una depresión que decide reencontrarse consigo misma, volviendo a su pueblo natal tras el encarcelamiento de su novio, un escritor antifranquista. El clasicismo de la película, cuya factura técnica es tan impresionante que resulta impostada, acaba convirtiéndose en un ejercicio de pretenciosidad artificial que le da un empaque muy gélido al conjunto, haciendo que el espectador desee que pasen los minutos sin prestar atención a lo que sucede en pantalla.
La película consiguió cinco premios Goya, uno de ellos a la asombrosa interpretación de una leyenda de nuestra escena como es Julia Gutiérrez Caba. La crítica acabó convencida con la propuesta de un Garci que, casi siempre, funciona mejor como conocedor y divulgador de la Historia del cine que como narrador.
Grado de aburrimiento: 9
No Comments