Noche cerrada, leve lluvia y 5 grados, así se presentaba Carlos Chaouen en el Café Zalacaín de Murcia. Una hora antes de que empezara el concierto el público ya empezaba a acercarse al café para ir entrando. No querían quedarse sin sitio sabiendo que las entradas anticipadas llevaban agotadas desde una semana antes. Pero aun así mucha gente sin ganas de perderse el concierto probó suerte en taquilla.
Con un poco de retraso Carlos se subió al escenario, se enfundó su guitarra y dio comienzo a su concierto. Sería por el frió que hacia en la calle pero le costó entrar en calor con sus canciones hasta que llegaron “Vente” y “Pintando en el cielo” y se empezaron a escuchar los primeros coros.
Carlos invitó al escenario a su guitarrista, Quique Romero, para presentar las canciones de “Respirar”, su último disco. De nuevo el público parecía estar en otro lado, pero en esta ocasión no fue culpa de Chaouen ni de Quique, la culpa fue de la acústico del local, que ni intentándolo con todas sus ganas y de todas las formas posibles consiguió Carlos suplir las carencias del Café Zalacaín. El sonido no estuvo a la altura del artista. Surgieron problemas de todo tipo, se iba la voz de los altavoces, las guitarras dejaban de sonar… creo que no podía pasar nada más, desde el publico incluso le pidieron que cantara sin micrófono. Carlos miraba con complicidad en esos momentos, lo único que estaba en su mano era seguir poniendo todo de su parte para hacer el concierto lo mejor posible.
A pesar de todos los problemas Carlos siguió tocando y fue comenzar “Corazón” y el público despertó, por fin, olvidando todos los problemas que se estaban dando. Continuó con “Buenos Aires” tras la insistencia de los allí presentes que no pararon de pedirla. Y antes de hacer una corta pausa tocó “Objetos perdidos” con una introducción bastante filosófica sobre las personas y lo que somos, no dejó indiferente a nadie y nos sacó a todos una sonrisa.
A la vuelta de la pausa, durante “Este Querer” volvieron los fallos de sonido. El público ya empezaba a indignarse. Por suerte con “Semilla en la tierra” el sonido dio un poco de tregua y pudimos disfrutar de una de sus mejores canciones. Y menos mal, qué maravilla de canción.
Para cerrar el concierto dos temazos más del señor Chaouen como son “A medio pulmón” y “Un poco de respirar”. El sonido siguió portándose en la recta final del concierto y nos permitió disfrutar sin problemas de sus últimas canciones.
Carlos Chaouen estuvo de 10, se dejó el alma encima del escenario. Como siempre que lo he visto. Pero esta vez salí del concierto con un sabor amargo, no pude disfrutar de Carlos como las anteriores veces por culpa del sonido. Todos lo comentábamos al salir del concierto. Una auténtica pena.
Ismael Soria