Es viernes y hace frío. Es diciembre. Pero dentro, entre las cuatro paredes que ahora nos resguardan ya no es viernes ni hace frío ni es diciembre. Estamos en la sala 12&Medio a la espera de un concierto. Pero no busques a Bigott, él aún no ha llegado. Busca a Borja Laudo, su alter ego. Ni rastro del artista. Solo un tío más merodeando entre los asistentes. Solo un tío más esperando que empiece un concierto.
Empezamos ya, ¿o qué?
Son las once y esa peculiar barba sube al escenario. Por si no habías caído en la cuenta es el mismo Bigott el que antes te ha preguntado qué tal te va. Ese mismo. Las luces se ajustan. Los sonidos se ajustan. La guitarra nace. Nace la protagonista. Un acústico de Bigott no deja de ser Bigott. Pero se convierte en algo más. En algo menos. En algo absolutamente diferente.
Esa voz, esa inconfundible voz embriaga la sala. Esa inevitable voz. Y entonces ocurre. El espectáculo da comienzo. Oh Yeah!!!, Mouse Mousse (con un final apoteósico) o King of Demo empiezan a escucharse. Blue Jeans, el último disco divierte pero no tanto como divierte este concierto. No tanto como divierte este tío subido al escenario. Sobre todo cuando salta de una canción a otra. Ha acabado enamorado de nuestro acho y lo demuestra. Es un showman y lo demuestra.
Pero no todo va a ser orégano. Bigott también se desnuda en la intimidad de un escenario iluminado por una única luz blanquísima con canciones como Reno Poem, Cool single wedding (del disco This is de begining of a beautiful friendship) o una versión muy diferente a la esperada de la brutal Cannibal Dinner. Así que el increíble disco The orinal soundtrack también tiene cabida en este concierto lleno de contrastes, de subidas y bajadas, de distorsiones, de “eyaculaciones hacia dentro” y de “sentirse raro”, de “sentirse acho”, que es al fin y al cabo lo único que tiene importancia.
No faltan las irresistibles Turkey Moon, Find a Romance o Dead mum walking con la que se cierra de forma apoteósica el concierto. El concierto por el que el propio Borja Laudo paga entrada. El concierto que el propio Borja Laudo presencia desde fuera.
A veces ocurre. Pasan cosas que no esperas. Que no comprendes y que te dejan la boca abierta. Que te hacen pasar una noche inesperada. Si estabas ahí, lo comprenderás. Si alguna vez has escuchado a este zaragozano carismático, loco y especial también lo entenderás. Pero si no es así, no tardes en sumergirte en sus canciones folk pop que le han valido comparaciones con el mismo Cash.
Como alguien me dijo una vez, “escucha Bigott, estoy seguro de que te encantará”.
No Comments