Apenas una semana antes del festival decidimos ir; sin alojamiento reservado, sin transporte pensado y sin tener muy claro quienes íbamos. Pero qué más nos daba, teníamos ganas de festival. Tras un viaje interminable en autobús llegamos al Camping Armanello, el oficial del festival, tuvimos la suerte de que quedara una caravana libre en la que poder refugiarnos… no sabíamos muy bien con qué nos íbamos a encontrar pero al final resultó ser una suite presidencial entre las tiendas de campaña. Empezaba bien el fin de semana.
Tras disfrutar de la piscina del camping marchamos para el festival, desconocíamos la existencia de un tren que pasaba por al lado del camping y te dejaba junto al recinto del festival por lo que acabamos en un autobús petado de gente. Por suerte un señor vestido de botella de cerveza nos amenizó el trayecto. Una vez en el recinto apenas tuvimos que esperar unos minutos para tener nuestra pulsera y poder entrar. Las colas avanzaban lo suficientemente rápido y los accesos eran más que suficientes. Un sobresaliente en este aspecto.
Cuando llegamos ya estaban Los Enemigos encima del Escenario Budweiser, ninguno éramos especialmente fan del grupo pero nos sirvió para ir metiéndonos en el festival. Quizás si hubiéramos conocido más de dos canciones lo hubiéramos pasado mejor durante su concierto, tal y como lo estaban haciendo las primeras filas. Conforme avanzaba el concierto el estadio se iba llenando, quizás para verlos, quizás porque tras ellos era el turno de Two Door Cinema Club. Decidimos que era buena idea quedarnos en las primeras filas para esperar a los irlandeses y al final acabamos uniéndonos a esas primeras filas cuando sonó alguna de las canciones que conocíamos como «Desde el jergón» o «An-tonio».
Cuando Two Door Cinema Club se subieron el escenario el estadio ya estaba lleno. Quizás ellos no fueron los más animados encima de las tablas pero sí que consiguieron que el público no dejara de saltar, bailar y cantar en ningún momento del concierto. El calor empezaba a ser un poco insoportable pero era imposible quedarse quieto cuando sonaban canciones como «What you know», «I Can Talk», «Cigarretes in the Teatre» o «Someday». Toda una fiesta de concierto con la que el público quedó encantado, o eso decían sus comentarios tras terminar.
Cuando terminó y ante las masas que invadían el estadio para pillar sitio para Lori Meyers creímos que era buen momento para refrescarnos el gaznate (qué gran expresión), una lástima que en las barras se empeñaran en impedirlo con esos precios pero, por suerte, un amable samaritano vendía cañas a 1€ en la puerta del festival. Los precios en las barras puede que sea la única pega que pudimos ponerle al festival a lo largo del fin de semana pero bueno, eso es así en todos los festivales. Mientras pudimos escuchar de fondo a SVPER y la verdad es que nos gustó lo que escuchamos. No conocíamos a la banda pero no dudaremos en seguirles la pista, apostamos por su nombre en los carteles de los festivales de 2014.
Cuando vinimos a darnos cuenta hacía ya rato que Lori Meyers habían comenzado su concierto, no nos preocupó mucho porque ya los habíamos visto como un trillón de veces pero decidimos entrar a ver qué tal lo hacían. Conseguimos hacernos hueco en un estadio en el que apenas cabía alguien más. No recuerdo qué canción sonaba cuando entrábamos, creo que “Tokio ya no nos quiere”, pero todo el mundo estaba saltando… hasta que llegó una tanda de canciones de “Impronta”, su último disco; la gente dejaba de saltar, se daba la vuelta y comenzaba a hablar y a beber mientras el grupo seguía con él. Y no me extraña. Ni siquiera la ayuda de Anni B. Sweet en “El tiempo pasará” consiguió ponerle solución. Por suerte volvieron a sus temas de antes y el público volvió a ser una fiesta con “Mi Realidad” y compañía.
Antes de que Lori Meyers terminara nos marchamos, algo decepcionados con su concierto. Puede que la culpa sea el recuerdo de aquel concierto bajo la lluvia en el BUM Estrella Levante de Murcia. Pero no pasa nada, ahí estaban Delorean para volver a animarnos. Desde que pisamos el césped del Escenario Energy System no dejamos de bailar en ningún momento animados por una joven alocada que no paraba de dar saltos a nuestro alrededor; imposible resistirse. Era nuestra primera vez en un concierto de Delorean, un poco por casualidad; sirvió de algo habernos ido antes de que terminaran los Lori porque el rato que estuvimos en el concierto de los vascos fue uno de los mejores momentos de nuestro festival.
Recuerdo el concierto de !!! en la edición de 2011 del SOS 4.8 Festival. No los conocía ni sabía que música hacían pero obligado por la compañía acabé viéndolos en primera fila. Y después de aquel concierto no iba a dejar pasar la oportunidad de volver a verlos. Nic Offer es muy grande y su paquete tiene un poder hipnotizante capaz de hacer bailar a cualquiera sin que este se pare a pensar en lo ridículo de sus pasos. Creo que no quedó nadie en todo el festival que no intentara imitar sus pasos… pero este tío es inimitable. Más baile, más calor y más diversión.
Un poco muertos tras el concierto de !!! decidimos abandonar por esa noche y volver a la comodidad de nuestra suite con aire acondicionado en el camping. El festival empezaba de la mejor de las maneras. El fin de semana prometía.
Sergio Mercader García
Foto III
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