El día 11 de junio se cumplirán 25 años del estreno de una de las películas más populares de todos los tiempos y uno de los mayores fenómenos cinematográficos que nos ha dado el séptimo arte. Estamos hablando de Parque Jurásico. Cuando el cine se vivía (y se consumía) de otra forma. Cuando Steven Spielberg, el Rey Midas de Hollywood, realizó la película más taquillera de la Historia (hasta aquel momento). Cuando comenzó la “dinomanía”. Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra.
Hablar de Parque Jurásico no es tarea fácil. Sobre todo porque en 25 años han corrido ríos de tinta acerca de ella. Pero sí es cierto que es una película que ha ido creciendo con los años. Su recepción crítica fue buena, pero no para tirar cohetes (un 68 en Metacritic). Ha sido el paso del tiempo (más allá del fenómeno que supuso) la que la ha situado en un lugar privilegiado del cine de acción y aventuras. Aunque Parque Jurásico es mucho más que eso. También es cine para adultos, ciencia ficción, película de terror, cine juvenil, suspense y fantasía. Y en todos y en cada uno de los géneros que toca, sale airosa. Pocos títulos pueden presumir de ello y además ser una película generacional que un cuarto de siglo después sigue siendo un referente del cine de fantasía.
Pero vayamos por partes y repasemos la película desde su origen y concepción hasta su recepción y legado. Un viaje repleto de esqueletos de metal gigantes que no funcionaban bien bajo la lluvia, artesanía en extinción, los primeros pasos de la animación por ordenador, un huracán que arrasó los sets de rodaje y el piloto de En busca del arca perdida. Una aventura que comenzó hace 65 millones de años.
El escritor Michael Crichton era a finales de los ochenta un autor prolífico cuyas novelas habían conocido ya varias adaptaciones a la gran pantalla; siendo una de las más famosas Almas de metal (que recientemente se ha vuelto a adaptar en forma de serie de televisión bajo el título Westworld). Su última novela titulada Parque jurásico, estaba destinada a ser un best seller y, con buen olfato, iba a vender los derechos cinematográficos de la misma antes de tenerla siquiera acabada ya que sabía que el argumento era idóneo para una película de aventuras. La historia giraba en torno a un parque temático situado en una isla de Costa Rica en el que, mediante ingeniería genética se conseguía clonar dinosaurios reales para exhibirlos. Crichton quería asegurarse una venta exitosa de los derechos independientemente de quien los comprara, marcando un precio fijo, después de una mala experiencia con los derechos de otra de sus novelas, titulada Congo.
En 1989, Crichton se reunió con Steven Spielberg y los ejecutivos de Amblin para la venta de uno de sus guiones titulado Urgencias (que acabó convirtiéndose en una de las series más famosas de la televisión) y durante una lluvia de ideas para realizar ciertos cambios, Spielberg le preguntó en cuál era su próxima novela. Al contarle Crichton el argumento de Parque jurásico, el viejo Rey Midas no lo dudó ni un segundo y compró los derechos con la única condición por parte de Crichton de que el propio Spielberg dirigiera la cinta, adelantando por la banda a directores como Tim Burton, Richard Donner o Joe Dante. Parque jurásico se publicó en 1990 y fue un auténtico best seller, que con el anuncio de su inminente adaptación cinematográfica comenzó a desatar la dinomanía entre la gente.
Spielberg tenía muy claro que quería realizar una película realista a nivel visual y no recurrir a trucos obsoletos y efectos que no fueran del todo satisfactorios y decidió optar por dinosaurios robóticos a tamaño real, pero no olvidemos que nos encontramos a principios de la década de los noventa y la robótica aún estaba en pañales. Stan Winston, uno de los mayores creadores de efectos especiales entró en escena y demostró que podía crear un tiranosaurio robótico a tamaño real controlado con cilindros y motores hidráulicos a través de un robot telemétrico a escala y que funcionara de forma convincente. La visión de Spielberg unida al talento de Winston consiguieron lo imposible. Los dinosaurios volvían a poblar la Tierra.
Al diseño del tiranosaurio, siguieron los de los velocirraptores, el triceratops y el dilofosaurio. Pese al realismo de los movimientos de los robots mecánicos, Spielberg admitió que los planos generales de los dinosaurios caminando deberían realizarse mediante otro tipo de técnica fotográfica para aportar más realismo. Así que se habló de utilizar la centenaria técnica del stop-motion (animación manual fotograma a fotograma de réplicas en miniatura- el mismo principio en el que se basan los dibujos animados-). Para ello trajeron al ganador de un Oscar Phil Tippett, uno de los maestros de dicha técnica, que animó ciertas secuencias que le servirían a Spielberg como previsualización de la película. Posteriormente, el trabajo de miniaturas de Tippett sería refinado en postproducción por la compañía Industrial Light and Magic (ILM) encabezada por Dennis Muren para eliminar las varillas de las marionetas y añadir por ordenador pequeños retoques.
Muren, que acababa de ganar su séptimo Oscar por Terminator 2: El juicio final, era el responsable de los efectos especiales del famoso T-1000 y sus planos digitales. Spielberg, sabedor de que animar a una manada de dinosaurios huyendo de un depredador en una escena clave de la película, iba a ser muy complicado de hacer mediante miniaturas, encargó a Muren que diseñara la escena utilizando imágenes generadas por ordenador. El equipo de Muren animó la secuencia y se le presentó a los ejecutivos que, literalmente, enloquecieron. Nunca se había visto nada igual ni con tanto realismo; así que decidieron encargar también planos generales de dinosaurios pastando.
Algunos miembros del equipo de Muren creían que podían llegar todavía más lejos y querían hacer algo con el tiranosaurio y animaron “clandestinamente” una secuencia de pocos segundos en los que se veía al T-Rex caminar por la selva. El realismo de la breve secuencia fue tal que tanto Spielberg como el animador Phil Tippett quedaron absolutamente maravillados: un tiranosaurio entero, caminado a plena luz del día. Era más real que todo lo que Tippett había rodado jamás. Spielberg, viendo los resultados, decidió encargar todas las tomas largas y de movimiento a ILM para que generasen dinosaurios por ordenador y mantener los robots animatrónicos de Stan Winston para planos cortos. La desolación de Tippett fue tal, que decidió retirarse por su propio pie del proyecto declarando que “estaba en extinción”. Sin embargo, sus servicios como animador eran vitales debido a la fluidez que imprimía en los movimientos de las criaturas y que necesitaban como modelo los informáticos para generar los dinosaurios por ordenador.
Así, por un azar del destino, el pasado, el presente y el futuro de los efectos especiales acabaron trabajando de forma conjunta y coordinada que acabó dando como resultado unos efectos visuales que a día de hoy cuesta mucho superar (y eso que nos encontrábamos con una tecnología que estaba aún en pañales). Unos efectos que forman parte de la Historia del cine mezclando técnicas y conocimientos, demostrando una vez más que el trabajo en equipo siempre obtiene mejores resultados y que el total siempre es mejor que la suma de sus partes.
Resuelto el tema de los efectos especiales, una de las mayores empresas a las que se enfrentaba la película, el siguiente paso era reclutar al reparto. Para ello, Spielberg reunió a un reparto variado de actores tras unas exhaustivas pruebas de casting. El primer fichaje fue el de Sir Richard Attenborough para dar vida al excéntrico millonario John Hammond, con quien ya había querido trabajar en Hook. Sam Neill y la recién nominada al Oscar Laura Dern darían vida a los paleontólogos Alan Grant y Ellie Sattler reclutados por Hammond para avalar el parque antes de su apertura. Jeff Goldblum interpretaría al matemático Ian Malcom, invitado por Hammond para poner un contrapunto científico sobre la teoría del caos en relación al parque. Y por último Joseph Mazzello y Ariana Richards darían vida a Tim y Lex, los nietos de Hammond, representantes del público objetivo del parque. Parque Jurásico es el tipo de película que necesita tener unos personajes con matices y creíbles, y sin duda Spielberg acertó de lleno con el reparto ya que el realismo que aportan los actores principales a los personajes es un activo más de la cinta y una baza que hizo que no se quedase únicamente en el apartado visual.
El rodaje comenzó el 24 de agosto de 1992 en la isla de Kauai (Hawai), lugar donde se construyeron los sets y proporcionaba el ambiente natural idóneo para recrear un parque poblado con dinosaurios. Aunque en realidad, los dinosaurios animatrónicos no viajaron a Hawai (a excepción del triceratops) y todas sus escenas se grabaron en los estudios de Universal y Warner Brothers. Después de tres semanas de rodaje en exteriores y a falta de un solo día para concluirlo, el 11 de septiembre de 1992 la isla de Kauai fue azotada por el huracán Iniki, destrozando hasta la última estructura construida y toda la vegetación. El equipo de producción y el reparto no tuvieron que lamentar pérdidas humanas y fueron recluidos dentro del hotel esperando su rescate. La productora, Kathleen Kennedy había contratado un jet privado para recoger al equipo justo antes de que descargara la tormenta, pero una vez pasado el huracán y debido a la alerta generalizada, los únicos vuelos que podían despegar y aterrizar en la isla eran los vuelos militares y médicos.
Pero, por un azar del destino y como si de una película se tratase, un desconocido piloto se acercó a Kennedy preguntándole si lo reconocía. Ante la negativa de ella, él le dijo la frase “Ésta es Reggie, mi serpiente amaestrada”. Kathleen, enseguida reconoció al desconocido, era Fred Sorenson, el piloto de En busca del arca perdida, con quien había trabajado una década antes. Ambos trazaron un plan junto a la Guardia Nacional en el que transportarían médicos y alimentos desde Honolulu en el avión del estudio y luego sacarían al equipo de la película. Al cabo de 48, todo el reparto y equipo de producción habían abandonado Kauai y únicamente se había perdido un día de trabajo, que pagó la compañía de seguros y que se recuperó unas semanas después.
El rodaje continúo en los estudios de Universal y Warner Brothers donde se rodaron las escenas con los dinosaurios mecánicos y, por definición, las escenas más cruciales de la película. Una de estas escenas fue el famoso ataque del tiranosaurio al coche de Tim y Lex, los nietos de Hammond, en la que el mastodóntico dinosaurio robótico construido por Stan Winston debía demostrar todas sus habilidades en un ataque nocturno bajo la lluvia. El rodaje de Tiburón es famoso por lo accidentado del mismo y por el mal funcionamiento de la criatura que hizo que Spielberg se replanteara ciertas escenas y convirtió a la película en una obra maestra. Aquí la criatura sí que funcionó aunque la lluvia artificial penetraba el látex de la superficie y los operarios debían secarlo entre toma y toma para evitar que el agua afectara a los componentes de la base de movimiento. Aún así, fue casi imposible impedir estos fallos y los técnicos tenían que trabajar prácticamente in situ en cada toma para reparar todos los sistemas afectados y conseguir que la “actuación” del tiranosaurio fuese perfecta. De hecho, la solvencia final del tiranosaurio fue tal que Spielberg, zorro viejo conocedor del negocio, se las ingenió para acabar el rodaje de la secuencia cuatro días antes de lo previsto. De hecho, fue optimizando tanto los tiempos y los recursos que le sobraron días de rodaje.
El lunes 30 de noviembre de 1992 y tras 70 días de filmación, concluía el rodaje principal de la película 12 días antes de lo previsto y presupuestado e incorporando el rodaje de la segunda unidad a la unidad principal. El sueño de cualquier productor. Algo que sólo un director tan curtido y con tanta visión como Spielberg era capaz de conseguir. Universal Pictures anunció el final de rodaje con antelación en la prensa especializada con un cartel a toda página. Aunque ahora quedaba una de las partes más complicadas tras el montaje: añadir por ordenador a los dinosaurios en algunas escenas en postproducción.
La postproducción de Parque Jurásico se inició en diciembre de 1992 y se prolongó casi hasta la fecha de su estreno. Puesto que Spielberg estaba a punto de comenzar el rodaje de La lista de Schindler en Europa, el proceso de montaje debía acelerarse al máximo. El responsable del montaje, Michael Kahn, habitual de Spielberg y gran conocedor de la edición ya había iniciado el proceso de montaje durante el rodaje, adelantándose así al propio tiempo y yendo directamente al grano. En enero de 1993 ya había un montaje casi final de la película a falta de añadir por ordenador a los dinosaurios. Kahn y Spielberg se fueron a Polonia a rodar La Lista de Schindler, una de las grandes obras maestras jamás rodadas, dejando ahora el balón de Parque Jurásico en el tejado de los ingenieros informáticos de Industrial Light and Magic. El mayor reto al que se enfrentaban los ingenieros informáticos era el de conseguir las texturas idóneas para la piel de los dinosaurios. Además de la piel, también debían recrear la ilusión de una estructura ósea y musculosa así como el efecto de respiración. El equipo de efectos digitales enviaba a Polonia vía cinta de vídeo las tomas para la aprobación de Spielberg.
Parque Jurásico se completó a finales de mayo de 1992, unas semanas antes de su estreno en cines. Alrededor de la película se había creado una gran expectativa por parte de la comunidad cinéfila ya que venía destinada a marcar un antes y un después en los efectos especiales. Cuando se apagaron las luces del cine, el público contempló atónito lo que se veía en pantalla: dinosaurios vivos. Nunca antes ninguna película había producido tanta sensación de realismo. Eran dinosaurios reales. Estaban ahí. Las críticas fueron bastante cálidas, pero fue el público quien verdaderamente respaldó a la propuesta. Parque Jurásico se convirtió en el estreno más taquillero de todos los tiempos con 48 milloens de dólares y la primera película en conseguir 100 millones de dólares en tiempo récord. Además, se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos con más de mil millones de dólares recaudados (actualmente es la número 17). Récord que ostentó hasta 1998 cuando fue desbancada por Titanic.
Parque Jurásico ganó 3 Oscar unos meses después; mejores efectos visuales, mejor sonido y mejor edición de sonido. Spielberg además acabaría llevándose el Oscar a la mejor película y al mejor director por La lista de Schindler, aunque eso es otra historia. Lo que sí quedó demostrado es que los dinosaurios volvían a dominar la Tierra. El fenómeno de la dinomanía fue tal que, a día de hoy, no ha habido una fiebre tan loca generada por el estreno de una película como en 1993, cuando todos nos quedamos sin aliento al contemplar una aventura que comenzó 65 millones de años antes. Una aventura que marcó un antes y un después en la historia del séptimo arte. Gracias Steven, de parte de todos los niños que pudimos ver esta película en cines . Pocas películas han marcado tanto a una generación entera como Parque Jurásico. Y así es como la vida se abre camino.
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