Ojalá todos nuestros problemas fueran esos que ahora nos ha dado por llamar “problemas del primer mundo”. Ojalá todos nos parecieran tan divertidos como los pinta Laura Pacheco (Almería, 1984). Ojalá todos pudiéramos ver nuestras pequeñas desgracias de cada día con los colores que utiliza esta joven ilustradora que no ceja en su empeño de sacar sonrisas a través de situaciones cómicas que bien podríamos protagonizar cualquiera de nosotros. Después de triunfar con un webcómic y convertirse en colaboradora fundamental de la revista S Moda, Laura Pacheco publica ahora el libro «Problemas del primer mundo» (Lumen, 2014) en el que recopila historietas con una frescura envidiable. Aquí nos lo cuenta todo.
¿Por qué decide Laura Pacheco enfrentarse con unas viñetas a los “problemas del primer mundo”?
La primera editora de la edición digital de S Moda conocía mi trabajo por mi webcómic ‘Let’s Pacheco!’ y me propuso colaborar con la revista con unas viñetas del mismo estilo. La mayoría de las historietas que publicaba en la web eran autobiográficas, sobre anécdotas cotidianas. Así que el tema de ‘Problemas del primer mundo’ me pareció adecuado para la revista y me daba vía libre para hablar de cualquier cosa del día a día.
Todo nace con un webcómic. ¿Internet le ha dado una nueva vida al tebeo?
Internet lo ha hecho todo mucho más rápido y más fácil. Cuando empecé con el webcómic, aún no me lo planteaba como una salida profesional. Sin embargo, publicar en internet dio pie a que la gente pudiese ver mi trabajo y me llegaran propuestas de colaboraciones y encargos, y hasta publicar un cómic en papel. Sin internet habría tardado mucho más tiempo en enviar mi trabajo a una editorial y hasta es posible que nunca lo hubiera hecho.
Te inspiras en los incómodos saludos de “hola y adiós”, en las malas pasadas que a veces nos juegan las redes sociales y en cualquier anécdota familiar. ¿Cómo llevas a cabo el proceso creativo?
Cualquier tema puede servir para una tira. A veces me ocurre algo e inmediatamente pienso “esto tengo que dibujarlo”. Otras, pienso en un tema sobre el que me gustaría hacer una reflexión y me pongo delante del papel en blanco para ver cómo puedo plantearlo. A veces las ideas vienen directamente a la cabeza en forma de viñetas y otras hago varios bocetos con diferentes esquemas de historieta para ver cómo funciona mejor. Después, dibujar, entintar y colorear es más sistemático. Salvo cuando se me resiste alguna viñeta y hay algún plano más complicado, ilustrar es más relajado y lo disfruto más.

Laura Pacheco por Rai Robledo
¿En qué grado está presente Laura Pacheco en sus cómics?
En un grado bastante alto. Ninguna historieta es 100% autobiográfica, pero la mayoría están basadas en hechos reales. Y no me basta con identificarme con la protagonista, todos los personajes tienen algo de mí.
Tu tinta siempre está cargada de sentido del humor e ingenio, ¿te tomas la vida real con tanta filosofía?
Qué remedio. Aunque, por suerte, tomarse estos problemas con sentido del humor es fácil. Las cosas que ocurren en las tiras no son problemas reales. Me encantaría tomarme con el mismo humor los problemas más serios, aunque no siempre lo consigo.
Es muy difícil no reconocerse en los protagonistas de tus historietas, ¿crees que la empatía que despiertan es una de las claves de tu éxito?
Desde luego es la intención. A veces juego con la ambigüedad más extrema para que todo el mundo pueda verse reflejado de alguna forma. La idea es que te sientas identificado y te sirva para reírte un poco de tus desgracias, porque al fin y al cabo son cosas que le pasan a todo el mundo.
¿Qué les parece a tus dibujos esta nueva vida en forma de libro?
Están encantados. O eso espero. El libro recoge historietas a lo largo de más de dos años de trabajo. Durante este tiempo, las viñetas han cambiado de formato, se han vuelto más coloridas y algunos personajes han cambiado de peinado. Y verlas impresas en papel es también un nuevo cambio. Además, el libro cuenta con al menos unas 25 tiras inéditas y un par de personajes nuevos.
¿De qué color son tus futuros planes?
De blanco y negro, con un tono amarillo pastel. Esos son concretamente los colores que va a tener el nuevo libro que estoy preparando junto a mi hermana Carmen.
¿Cómo te ayuda el vicio de dibujar a superar los “problemas del primer mundo”?
Como una terapia. Dibujas una cosa que te preocupa, pero que en el fondo sabes que es una tontería. Y resulta que a todo el mundo le pasa lo mismo. Y así, al menos, te ríes de tus pequeñas desgracias en compañía.
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