Toda generación tiene sus mitos, sus referentes y su propia idiosincrasia. En estos tiempos en que el término nostalgia, principalmente la audiovisual, se ha devaluado y explotado hasta convertirse en una retromanía vacía, es importante pararnos a pensar cuáles son los referentes cinematográficos de una generación concreta: la Generación Y.
Si nos ceñimos a los aspectos sociológicos y antropológicos, la Generación Y es aquella nacida entre finales de los setenta y finales de los noventa. Algunos la conocerán como la Generación EGB; una generación bisagra que aprendió a adaptarse a pasos agigantados a un mundo que cada vez se iba haciendo más frenético.
La aparición del reproductor de vídeo doméstico, el boom de los VHS (y de los Betamax) y la aparición de videoclubs hasta debajo de las piedras, facilitaron que los niños y jóvenes de esa época pudieran disfrutar las tardes de los sábados de títulos populares que habían reventado las taquillas de medio mundo. También de otros que habían pasado más desapercibido, o habían fracasado y que gracias esto gozaban de una segunda oportunidad, o bien no habían tenido una gran distribución y publicidad.
Si además, sumamos el cambio en formas y contenidos en Hollywood y unas ganas de no tratar al espectador como idiota y dotar a la historias (incluso a las infantiles) de un marcado tono crepuscular y una descarada y asombrosa mezcla de géneros, el resultado es un puñado de películas que permanecen en el imaginario colectivo.
Aquí os traemos varios títulos representativos de la cosecha del 85. Películas que influenciaron a toda una generación, aunque ésta no se diese cuenta. Un grupo de films que abarca desde cintas muy taquilleras hasta fracasos sonados que, aunque creemos que no hemos visto, sí hemos visto y cuyas imágenes tenemos guardadas en algún lugar de nuestra memoria.
1985; el año en el que lo que hoy llamamos cine de culto llegó a su cenit.
REGRESO AL FUTURO
Probablemente, uno de los títulos más obvios del listado, ya que ha trascendido lo meramente cinematográfico y se ha convertido, por derecho propio, en uno de los iconos de todo el cine de los ochenta.
Dirigida por Robert Zemeckis y producida por Steven Spielberg, Regreso al futuro fue un éxito de taquilla y crítica que contaba una historia tan básica como efectiva: ¿cómo serían tus padres de jóvenes?, ¿te caerían bien?, ¿te decepcionarían? Partiendo de esa premisa, Zemeckis y Bob Gale desarrollan un guión de hierro que funciona como un reloj suizo que sabe combinar humor, acción, ciencia ficción y romance. Viajar en el tiempo nunca ha sido tan divertido y apasionante.
Protagonizada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd, en lo que ya se ha convertido en una de las parejas míticas del cine, y con escenas y frases que ya han quedado para el recuerdo, la película dio pie a dos secuelas que se rodaron de forma simultánea (algo que no inventó Peter Jackson con su trilogía de El señor de los anillos) y a un tema musical tan mítico como los de Superman o La Guerra de las Galaxias y cuyas nueve notas principales siguen poniéndole los pelos de punta a todo aquel que viajó a los años cincuenta junto a Marty McFly en su DeLorean.
EL CLUB DE LOS CINCO
Definida por los expertos como la película que mejor ha sabido retratar lo que significa la adolescencia, esta cinta dirigida por John Hughes tiene una sensibilidad especial a la hora de acercarse a los miedos y frustraciones de un grupo de adolescentes. Por diversos motivos que iremos descubriendo, acabarán en el aula de castigo del instituto un sábado por la mañana donde tendrán que escribir un ensayo sobre quienes son para reflexionar por lo que han hecho.
El encierro dará pie a unos diálogos ingeniosos, cercanos y ácidos sobre la vida y lo que supone crecer y hacerse adulto, haciendo que la relación entre los personajes se desarrolle de forma sutil e inteligente, como pocas veces hemos visto en una película destinada a un público joven.
En este caso, el reparto es la clave. Los actores dan vida a personajes que en manos de otros podrían haber caído en los clichés más típicos del cine de los ochenta y, pese a haber lugares comunes, saben diferenciarse gracias a una interpretación tan real como desgarradora. Emilio Estevez, Ally Sheedy, Molly Ringwald, Anthony Michael Hall y Judd Nelson nunca han estado mejor y, aunque sus carreras no han sido todo lo exitosas que prometían en su juventud, para los cinéfilos siempre serán el club de los cinco. Y eso es algo que ni el señor Bernard podrá arrebatarnos.
LOS GOONIES
Junto con Regreso al futuro, la película más popular y obvia de esta lista. Producida por Steven Spielberg (sí, otra vez) al igual que la de Zemeckis y dirigida por Richar Donner, Los Goonies supone la cima del cine de aventuras para jóvenes.
Un grupo de variopintos amigos acaban envueltos en una búsqueda de un tesoro pirata mientras les persiguen unos mafiosos. Así de simple. Y así de efectivo. La aventura por la aventura, pasando de una escena trepidante a otra con una facilidad pasmosa y con un grupo de protagonistas con el que podías sentirte identificado desde el primer momento, ya que sus personalidades están perfectamente definidas y el reparto no puede estar mejor elegido. Niños en una situación extraordinaria. Una fórmula maestra.
Con personajes, frases y situaciones que han quedado para el recuerdo de todos los que nos atrevimos a soñar con encontrar el tesoro de Willy El Tuerto, aunque visualmente no haya envejecido del todo bien, Los Goonies es el Santo Grial del cine de aventuras juvenil. El Maná de los nostálgicos.
NOCHE DE MIEDO
Inspirada de forma más o menos lejana en El baile de los vampiros, esta comedia negra de Tom Holland nos cuenta la historia de un joven aficionado a las películas antiguas de vampiros que cree que su vecino de al lado es uno de ellos. Ayudado por un presentador de un programa de televisión decadente y cuyo personaje ficticio es de cazador de vampiros, el terror y la comedia se darán la mano de una forma bastante equilibrada en esta propuesta que, más de treinta años después sigue conservándose fresca. Mucho más que su infame remake de 2011.
En un ejercicio de metaficción, la película de Holland actúa como bisagra entre el cine clásico de vampiros y el mito moderno en el que el aristócrata gótico da paso a un vecino corriente que es capaz de camuflarse entre sus víctimas y pasar desapercibido.
Noche de miedo, además, abrió un camino que posteriormente recorrerían cintas como Jóvenes ocultos o No matarás al vecino y tiene uno de los carteles más alucinantes que jamás se han hecho.
LEGEND
Basándose en el folklore que impregna los cuentos de hadas de los hermanos Grimm y con la ayuda del escritor William Hjortsberg, el director Ridley Scott nos presenta una de sus películas más bellas y también una de las que más problemas de ritmo tienen. Aun así, la impresionante puesta en escena de Legend ha dejado para el recuerdo imágenes de un lirismo casi de ensueño.
Contando el eterno enfrentamiento entre la luz y la oscuridad y con elementos de corte casi bíblico como la tentación o el pecado, nuestro héroe interpretado por Tom Cruise, tendrá que hacer frente al imponente Señor Oscuro para rescatar a la princesa Lilly y devolver el cuerno al último unicornio vivo, impidiendo así el dominio de la oscuridad sobre la luz.
Una película de indescriptible y extraña belleza que sufrió remontaje tras remontaje y que acabó afectando al resultado final de la versión estrenada en cines. Afortunadamente, podemos disfrutar en DVD y Blu Ray del montaje del director, el cual mejora y completa bastante la versión cinematográfica, convirtiéndola en una cinta fascinante. El material del que están hechos los cuentos.
JO, ¡QUÉ NOCHE!
Martin Scorsese nos regaló esta kafkiana fábula circular, salpicada de una mala baba y un sentido del humor tan negro que haría las delicias de Alfred Hitchcock. Una delirante noche neoyorkina que roza lo rocambolesco en la que un yuppi tendrá que sobrevivir a las situaciones más absurdas y bizarras que haya podido soñar.
Si bien se la considera erróneamente una película menor en la filmografía de su director, Jo, ¡Qué noche! consiguió alzarse con el premio a Mejor Director en el prestigioso Festival de Cannes, suponiendo, eso sí, una rareza en la carrera de Scorsese. Una versión oscura y posmoderna de El mago de OZ mezclada con esa atmósfera extraña de los años ochenta.
Protagonizada por Griffin Dunne, que hace de tipo corriente al que le sucede una desgracia surrealista detrás de otra, Rosanna Arquete, Linda Fiorentino y Teri Garr, esta inclasificable película está llena de diálogos herederos directos del esperpento y de escenas tan descacharrantes como extrañas.
EL SECRETO DE LA PIRÁMIDE
Dirigida por Chris Columbus y con Steven Spielberg (a quien ha quedado claro que le debemos el 90% de nuestra infancia) en la producción, esta película centrada en la juventud de Sherlock Holmes, marca un antes y un después en cuanto a efectos especiales se refiere, ya que es la primera película de la historia con un personaje recreado completamente por ordenador: el caballero de la vidriera.
La película tiene dos partes diferenciadas e interrelacionadas entre sí, por un lado se nos presentan a Watson y Holmes y cómo se conocen en sus años mozos de escuela y, por otro lado, asistimos a una trama relacionada con una secta egipcia y sus prácticas oscurantistas y de magia negra.
El espíritu aventurero de la cinta es muy estimable ya que todos los elementos funcionan a la perfección y la dinámica entre Holmes y Watson es absolutamente brillante, aunque fue un fracaso en taquilla que truncó las posibilidades de cualquier secuela, pese a dejar el terreno abonado para ello. Porque las escenas post créditos nos las inventó Marvel ni el cine de superhéroes.
EL JUEGO DE LA SOSPECHA (CLUEDO)
Basándose en el popular juego de mesa de investigación, esta alocada comedia dirigida por Jonathan Lynn y escrita y producida por John Landis, ha adquirido a lo largo de los años una amplia legión de fans que la iguala a títulos como This is Spinal Tap o The Rocky Horror Picture Show, las cintas de culto por antonomasia, debido en parte a sus tres geniales finales.
Partiendo de la misma premisa que en el juego, siete personas se reúnen en la mansión de un anfitrión desconocido para cenar. Todos ellos tienen asuntos que ocultar y son chantajeados por éste, hasta que en un fortuito apagón de luz, el dueño de la casa es asesinado. A partir de este momento, la trama girará en adivinar contra reloj quién de los invitados ha matado al señor Caballero dando lugar a tres posibles resoluciones al misterio.
A medio camino entre la screwball comedy y el slapstick, la cinta nos propone un divertidísimo juego metacinematográfico en el que el espectador es, a la misma vez, cómplice y testigo de esta delirante situación llena de diálogos rápidos e ingeniosos y de personajes tan caricaturescos como esperpénticos, capitaneados por ese mayordomo bocazas y verborréico al que da vida el gran Tim Curry en un tour de force interpretativo. Si quieren pasar 94 minutos descacharrantes, pónganse El juego de la sospecha. Siete sospechosos, seis armas, cinco cadáveres y tres finales. No se arrepentirán.
2 Comments
Muy buen artículo! Vamos a vincular a este particular
gran artículo en nuestro sitio. Mantenga la gran escritura.
[…] Pictures decidió llevar a la gran pantalla otra vuelta de tuerca a la parodia del género con El juego de la sospecha, película basada en el famoso juego de mesa Cluedo, perteneciente a la actual compañía Hasbro y […]