Tienes que leer (XII): «Aloha», de Maco

Hace poco, una alumna me dijo que nunca había leído un libro entero. Me dijo también que era porque se aburría. Que se aburría porque no había dibujos, sólo palabras. En ese momento, empezó a salir humo por mis orejas y de la impotencia que sentí únicamente fui capaz de articular un par de argumentos tontos para intentar convencerla de que lo realmente importante en los libros no eran las imágenes sino las letras, esas que, al parecer, a ella no le decían nada.

Hoy, después de cerrar “Aloha” (Periférica, 2012) de Maco,  me gustaría encontrarme de nuevo con María y regalarle este libro. Estoy segura de que le encantaría. Este sí. Pues aquí las letras (las pocas que hay) no dicen apenas nada. Son los dibujos, las ilustraciones las que hablan por sí solas. Y es que, vale que nos encanten las palabras pero, a veces, no son necesarias.

Maco es una jovencita ilustradora uruguaya que –intuyo- se parece a su alter ego en el cómic: Una chica larguirucha y sin formas con carita de pilla que, sin embargo, esconde una inocencia infantil de esas que son tan bonitas y envidiables. Sus piernas, a veces, van separadas del resto de su cuerpo y nos llevan de viñeta en viñeta enseñándonos que cuatro líneas dan para mucho más que un cuadrado vacío.

La mínima expresión sacude este cómic que inunda la pureza del papel  con un sentido del humor riquísimo que no necesita de las palabras para existir. Un “aloha” por allí y otro por allá son suficientes para hacernos sonreír muy fuerte e, incluso, reflexionar. No sobra ni falta nada en sus trazos. A veces la protagonista no tiene ni siquiera una boca con la que hablar. Probablemente por eso no haya palabras. No las necesita y eso la hace bella. Bella en su sinceridad, en su ingenuidad y en su inteligencia.

Ojalá María se tope algún día con este libro, porque a pesar de ser un cómic y tener más bien pocas palabras, quizás este sí que sería el libro que marcara el inicio de una larga amistad con las letras. Sólo haría falta decir “Aloha” y ya no habría vuelta atrás. Como me pasó a mí. Como te pasó a ti. Quizás.

Gracias a la Editorial Periférica sorteamos el cómic de Maco. Participa, como siempre, aquí. ¡Buena suerte!

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