Hay gastronomía africana en la Región y está en el centro de Murcia. Bantamba es un local de lo más hipster-étnico, situado en el pleno corazón de la ciudad. La decoración está tan lograda que merece la pena entrar aunque sea sólo a pedir un refrescante zumo senegalés y pasar al baño, donde, en vez de un espejo del Ikea, os encontraréis un retrovisor de coche. Es, además, una opción increíblemente barata para cenar por Murcia, costando un plato principal 5€ y una ración-timbal, 3,5€.
Cabe decir que la comida senegalesa no es comida excesivamente exótica, o al menos no en el restaurante de Murcia. Por ello, es apta para los menos iniciados en esto de gastronomías lejanas: no os encontraréis carnes extrañas, no os veréis en la tesitura de comer con las manos ni con palillos ni tampoco ingeriréis especias que os hagan revolver el estómago. Alejad todos vuestros miedos gastronómicos si los tenéis, son sabores amistosos para los paladares occidentales (o más bien, septentrionales).
Hasta los productos envueltos en un halo de misterio son artículos fácilmente adquiribles en Europa. El más recomendable, y más en verano, «un zumo senegalés, del rojo». No es un zumo. Es un infusión de hibisco color vino con toques mentolados, la bebida senegalesa por ontonomasia: el bissap. Muy refrescante, no muy dulce. También lo encontraréis en las estanterías de vuestro supermercado más cercano.
El café que os servirán en este restaurante senegalés es café verde*, un producto que está entrando con mucho fuerza en los paladares españoles a través del postureo de Instagram y manías dietéticas. Más allá de eso, el café verde es una bebida con un sabor muy peculiar, sin el regusto tostado y aparatoso del café tal como lo conocemos fuera de Bantamba. El café y el bissap los encontraréis siempre, el resto del menú cambia cada martes, aunque el total de platos al final acaba siendo reducido.
Me conquistó el postre senegalés, lag: mijo cocido (¡en su punto justo!), coco rallado y yogur. El mijo sabe casi como el arroz, no temáis. También están las fataya, empanadillas de atún fresco y tomate muy contundentes por sólo 2€ y en cuanto a tosor, siento decir que es un taco de crêpe con verduras normal y corriente. Luego los platos estrella: maffé y vermisel. Como fan de guisos etíopes y por parecido físico, le tenía muchas ganas al primero. También tenía entendido que es la paella senegalesa en cuanto a importancia. Lo que no sé es por qué una salsa de cacahuete sabe a chocolate, lo que no quita que sea digno de probar.
Bantamba tiene varias cosas que mejorar, pero es un must-go murciano. Acabemos con el pijismo gastronómico murciano y démosle un toque más cosmopolita al panorama culinario de la Región visitando este tipo de establecimientos. Además, si no os convence la lejanía de los sabores, ya he avisado que el restaurante senegalés es lo mejor para iniciarse en cocinas extranjeras.
El precio del menú compuesto por una fataya, un tosor, una ración de maffé, otra de vermisel, un vaso de bissap, una Coca-Cola, un café verde y un lag: 18 euros. Vosotros veréis.
Fotografía de la página de Bantamba.
*RECTIFICACIÓN: me informan desde el twitter de Bantamba que no se trataba de café verde, sino de café touba (con un toque picante de pimienta), el café senegalés por ontonomasia así como bebida medicinal. También disponen de ataya, el té verde senegalés. Gracias por informarnos de la errata.
2 Comments
Este fin de semana he estado en Bantamba y me ha encantado la decoración y la comida. ¡Muy recomendable!
Ontonomasia?????? LOL xDDD