“Manuel Torreiglesias está de puta madre, anoche estaba en Revólver”
No necesitan ningún telón, tampoco un decorado. No necesitan que todo vaya bien, ni seriedad en el equipo de realización, ni en el de guionistas. No necesitan guión de hecho. Tienen, eso sí, unas sillas y una mesa (aunque tampoco las necesiten vamos). Saben que, para hacer reír sin parar durante más de hora y media solo necesitan a tres personas: ellos mismos. Y sabes que lo saben, y se jactan de ellos. Y joder, es tan contagioso todo que llega un punto en el que te da igual lo que digan porque sabes que va a ser gracioso.
“Ilustres ignorantes” es un programa tan inteligente como absurdo, es un concepto extremadamente simple que, sin embargo, funciona como un reloj. ¿Tres personas que hablan entre sí sobre lo que les da la real gana, con dos invitados que escuchan e intenta no ahogarse de risa en el intento? Es posible, y es posible gracias a los genios y desfasados fantoches de Javier Coronas, Pepe Colubi y Javier Cansado.
Javier Coronas, el que lleva la batuta, es un maleducado de tres pares de narices, y nos encanta. Sus respuestas con mala ostia, su mala leche para responder a sus invitados, su irreverencia y su falta de vergüenza para decir lo primero que se le pasa por la cabeza lo convierten en el jefe ideal:
“Suponemos que los productores de Canal + se meten mucha farlopa, pero a diferencia de los políticos ellos se pagan su propia droga”
Tenemos por otro lado a Pepe Colubi, que básicamente se dedica a decir una guarrada tras otra. Cuanto más escatológico todo, mejor para él. Y si algún tema no tiene absolutamente ninguna connotación sexual, no os preocupéis que ya se la dará él. Pero si no, siempre queda faltar al respeto, faltaba más. A una de las absurdas preguntas que Coronas le pregunta, relacionada con el mundo del cotilleo, esta es la perla que suelta Colubi:
“Oye, ¿os habéis fijado en cómo se ha puesto Terelu Campos? Le falta una manzana para tener su propio código postal”
Y por último tenemos a Javier Cansado. A Cansado no le hace falta hablar para hacer gracia. Su sentido del humor es contagioso y, como máximo exponente de lo que significa realmente Ilustres Ignorantes (comedia desnuda, sin preparación, directa y sobre todo mutua entre cómico y público), Cansado no necesita abrir la boca para hacer reír. Es tan grande, que antes de que vaya a decir nada ya te estás riendo. Nació con el don de la comedia y es obvio que ha encontrado en este programa su hábitat ideal, y por más chistes que Javier Coronas haga sobre su edad, queremos que siga siendo así siempre.
Dos programas grabados para nuestro deleite que se pueden resumir en dos palabras: muchas risas (¡grande Kalderas, por cierto!). Yo personalmente he acabado con la boca seca de tanta carcajada. No hace ni dos horas que me despedí de Ilustres ignorantes, y ya los estoy echando de menos… de momento lo mejor del Festval, sin ninguna duda.
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