A penas hace unos meses desde su consolidación, pero el Colectivo Ilustra ya está dando mucho que hablar. Son un grupo de ilustradores murcianos que se han unido para dar visibilidad a la labor del ilustrador. Organizan talleres y actividades, hacen proyectos en conjunto e intercambian experiencias. Próximamente publicarán el primer número su revista ILUSTRA y este fin de semana tendrá lugar su III Muestra de Ilustradores de Murcia. Hoy, hablamos con ellos:
La idea tomó forma en la primera muestra que acogió a ilustradores en El Cuartel de Artillería. Eso fue en mayo del año pasado. Aunque los presentes en esa primera muestra veníamos cada uno de nuestro lado, sí que había algunas conexiones entre nosotros, y los que ya éramos conocidos veníamos de atrás comentando la posibilidad, y sobre todo la necesidad, de generar encuentro entre los ilustradores murcianos. De modo que cuando nos encontramos allí ese fin de semana, el tema acabó surgiendo espontáneamente. Ya en septiembre, superado el intermedio vacacional, empezamos a reunirnos formalmente y dar forma a lo que el colectivo es hoy.
¿Cuántos miembros sois actualmente?
Actualmente sumamos más de cuarenta miembros de número, y recibimos cada vez con más frecuencia solicitudes de adhesión. No todos nuestros miembros pueden permitirse la misma presencia en las reuniones de trabajo, pero cada cual en su medida hace de Ilustra un grupo fuerte y cuya capacidad de actuación no para de aumentar.
¿Cómo veis el panorama cultural en la Región de Murcia? ¿Y en cuanto al mundo de la ilustración?
La Murcia cultural es un verdadero descubrimiento. Estamos viviendo una revolución por las bases y, a poca atención puesta, se ve un constante emerger de iniciativas de creadores particulares o pequeñas asociaciones que están dando lo mejor de sí mismos a la ciudad y prueban lo mucho que se puede hacer desde cero. Ahora se respira un ambiente muy ilusionante que los organismos públicos junto con cada uno de nosotros estamos llamados a mimar, para que todos esos proyectos arraiguen fuerte y prosperen, porque parece intuirse un tejido cultural de aire nuevo. Como público, el mejor apoyo que podemos prestar es nuestro acto de presencia, ir a disfrutar de esas cosas que se gestan en Murcia para nosotros y consumirlas. En el plano institucional, la situación es mejorable, hay cierta escucha, pero los medios son escasos. La pérdida de la cabeza del Cendeac, por ejemplo, ha sido una noticia triste, pero ha traído consigo el nacimiento del Observatorio Murciano de la Cultura, que nos puede deparar alguna alegría. Nosotros como colectivo contamos con el respaldo de El Cuartel de Artillería, centro en el que tenemos nuestra residencia, y de Puertas de Castilla, otro centro que nos es muy cercano, y estamos muy contentos por eso.
En cuanto a la situación de la ilustración, la formación del colectivo nos ha dado a conocer a grandes profesionales, y podemos decir de primera mano que la calidad y la actividad de los ilustradores de la ciudad es tremenda. Tenemos una buena escena, pero no viene acompañada de una valoración social adecuada, aunque esto no concierne sólo a Murcia, es un mal nacional. Aún con un cierto auge, la ilustración se sigue considerando un seudo-trabajo, algo similar a un hobbie y, por ser francos, el estatus socioeconómico del ilustrador en este país roza la indigencia. La crisis también ha repercutido en eso, con la contrapartida positiva de que, el oficio, al verse tan a la intemperie, agudiza el ingenio con buenos resultados. Así que habrá que seguir sumando esfuerzos en esa dirección. También es muy importante crear hábitos de solidaridad gremial, que vienen con una indicación a la cabeza: si tú no trabajas gratis, un ilustrador acaba siendo pagado en algún lugar del mundo.
Los que se acercaron a las fiestas de Moros y Cristianos de este año pudieron disfrutar de un mural de 260 metros que bordeaba el Malecón, compuesto por ilustraciones vuestras. ¿Cómo funciona el proceso de creación colectiva?
Es algo que hemos ido aprendiendo a hacer al paso. En nuestras primeras reuniones, apenas nos conocíamos entre nosotros. No sabíamos cómo trabajaba el de al lado y, a veces, ni sabíamos su nombre. Corríamos un peligro de inmovilismo por exceso, porque es complicado organizar un grupo tan numeroso de personas de la manera bastante horizontal en que lo hacemos. Al momento de plantear el proyecto de la Feria de Septiembre, ya teníamos algunos proyectos a nuestras espaldas y se habían generado una estructura de trabajo y una complicidad colectiva que nos permitía abordar una cosa tan ambiciosa en dimensiones y tiempo de realización. En el colectivo, tenemos por acuerdo que quien trae el proyecto a la mesa es el responsable de su coordinación, porque siempre tiene que haber alguien que sea el encargado de responder ante un asunto concreto. En este caso fue Diego Lizán realizó la dirección de arte y sentó las bases para crear el programa iconográfico. Tras hacer un estudio de temas y bocetos por separado, se dio la cohesión necesaria a través de la paleta de color y las transiciónes entre las partes individuales. Cada ilustrador era responsable de 14 a 25 metros de pared, y todo se llevó a cabo en apenas 10 días de trabajo, en largas sesiones a la vista del público y con lo que trae el agosto murciano. Es un proyecto del que nos sentimos muy orgullosos porque, entre otras cosas, pone de manifiesto que somos un equipo de trabajo ya maduro.
¿En qué proyectos estáis trabajando ahora?
En estos momentos andamos inmersos en la muestra de ilustración que celebramos en El Cuartel de Artillería el próximo finde, y ya es la tercera edición desde aquella primera en la que nació Ilustra. Desde entonces hemos recogido el testigo de su organización y puesta en marcha, y es un evento que esperamos con entusiasmo. También estamos ultimando los detalles para la edición del primer número de la revista ILUSTRA, tenemos proyectado un mural dentro de nuestro programa de residencia, y se perfilan un par de exposiciones dentro y fuera de Murcia.
Por otra parte, cabe destacarse que cuando un miembro ve una posibilidad de trabajo para el colectivo, lo comenta en reunión. De ahí saldrá un equipo de gente interesada que se ponga manos a la obra. Pienso en los talleres infantiles en la Arrixaca que se están impartiendo ahora, por ejemplo. También pasa que uno de los miembros haga partícipe al resto de un proyecto suyo y pida consejo o apoyo con nuestra presencia. Esta manera de funcionar implica que surgen muchos asuntos periféricos donde no estamos todos en bloque, y que no son propiamente Ilustra, pero que son posibles gracias al colectivo, que a su vez se enriquece con todas esas ramificaciones. Se puede decir que nuestro trabajo individual tiene de algún modo Ilustra como centralita.
¿Qué podéis contarnos sobre la edición la revista ILUSTRA?
La revista es un proyecto que llevamos queriendo hacer desde el comienzo, y ya estamos al final del proceso del primer número. Está por entrar a imprenta, pero aún no tenemos fecha de salida. La ideamos como una publicación de experimentación creativa: un breve texto en portada es hilo conductor y excusa para que el ilustrador desarrolle su idea. Luego funciona a partir de una convocatoria abierta en las redes, y ésta primera que lanzamos ha sido muy éxitosa, más cuando no teníamos ningún número previo que la avalase. Recibimos cerca 200 ilustraciones de gente de todo el país, con trabajos de una calidad incuestionable. En la revista hay empeño y esmero, y creemos que una fórmula que garantice una buena proyección y muchos números posteriores.
Por el camino, buscando la mejor receta, ha salido un protonúmero, el Experimento 00, que es una suerte de recorrido ilustrado sobre el tema del ruido. También surgió otro anexo, el Anuario de Ilustra, que compendia todo sobre nuestro primer año de actividad juntos. Estas publicaciones se presentarán en su versión digital y en formato expositivo el día 12 en el marco de III MIL.
¿Quién puede formar parte de Colectivo Ilustra y cómo?
Nuestro ánimo es el de ser todo lo abiertos y accesibles que sea posible, porque se trata de generar una red de trabajo y de ayuda al ilustrador, y esta actitud ahora ha revertido siempre positivamente en el colectivo. Así que en principio cualquier persona con interés por la ilustración y que quiera apoyar la labor del colectivo podría hacerse socia. Y por supuesto nos encanta recibir a todo estudiante o profesional de la ilustración que quiera adherirse. La membresía no trae consigo ningún tipo de obligación adicional a parte de la cuota mensual, que es de 5 euros. El nivel de implicación en el día a día del colectivo corre a cuenta de cada socio. Además trabajamos para que los beneficios que obtenga de la asociación, descuentos en ciertos servicios y otras ventajas, puedan ser cada vez mayores. Este año, los miembros del colectivo pagaban una tarifa menor por los puestos de MIL, y los voluntarios que han hecho la muestra posible, han podido tener puesto gratuito.
¿De qué manera se puede contactar con vosotros?
Tenemos sede física en El Cuartel de Artillería, un centro maravilloso que tiene muchas agrupaciones creativas en residencia. Todos los lunes y los miércoles a partir de las 19h. solemos hacer reuniones a las que cualquiera está invitado como asistente, para poder ver el funcionamiento del colectivo. En cuanto a las redes, aunque tenemos Twitter, Ilustra Murcia, somos especialmente activos por Facebook, donde la gente puede seguirnos tanto en la fanpage principal, Colectivo Ilustra Murcia, como en la creada con motivo de MIL, Muestra Ilustra Murcia. También pueden escribirnos a colectivoilustradoresenmurcia@gmail.com . Además, acabamos de presentar un minisite con toda la info relativa a MIL, y estamos preparando nuestra web oficial.
Muchas gracias y suerte con el proyecto. ¡Estamos seguros de que el Colectivo Ilustra llevará lejos el panorama de la ilustración murciana!
¡Gracias a vosotros por ayudarnos a difundir el proyecto!
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