El tercer día del festival contenía para mí una de las actuaciones más ansiadas: Nine Inch Nails iban a darlo todo aquella noche en el escenario Sony. Y servidora, como buena fan de la banda, quería estar en primera fila, así que aquel día sacrifiqué algunos conciertos para poder estar en el lugar correspondiente a la hora.
A las siete y media, no obstante, tocaban en ese mismo escenario una de las bandas más míticas que han pasado por esta edición del PS; los neoyorkinos Television tocando su afamado primer disco “Marquee Moon”.
La verdad sea dicha, tenía muchísimas ganas de verlos en directo (es de esas bandas que no te esperas que vayas a ver, ya que tocaban antes de que nacieras), y no me decepcionaron. El ambiente entre el público podía decirse que era casi festivo, celebrando el poder estar disfrutando de una actuación tan mítica como aquella, donde por supuesto, sólo sonaron temazos.
Tras la actuación de Television, les tocó el turno a otra banda de americanos, pero con una carrera más reciente. Volcano Choir, el proyecto paralelo de Justin Vernon (frontman de Bon Iver) se dejaba ver en el Parc del Fòrum, emocionados ante el público que les aplaudía sin cesar. La verdad sea dicha, yo no me considero una gran fan de Volcano Choir, pero fue un concierto precioso, donde por supuesto no podían faltar temas como “Still”, “Comrade” o “Byegone”. Como curiosidad, el tema con el que cerraron el concierto era precisamente uno de Bon Iver, “Woods”, perteneciente a su EP del 2009 “Blood Bank”, y que algunos descubrimos en la BSO de la serie británica Skins.
Finalmente y tras muchas horas de espera, Nine Inch Nails saltaban al escenario a la hora señalada para marcarse un concierto en el que tocaron temas tanto de su último trabajo, “Hesitation Marks”. Y, para mi gusto, qué concierto, señores. Con un sonido mucho más electrónico que años atrás (cuando tuve la oportunidad también de verlos en la Sala Razzmatazz) pero derrochando la misma energía, la banda del carismático Trent Reznor comenzaba de forma suave con “Me, I’m not”, fascinándonos con el fabuloso espectáculo de luces que Rob Sheridan (su compañero en How to Destroy Angels) ha creado para el directo de NIN. Un concierto que fue in crescendo, con temas más relajados al principio y elevando el tono al final, para cerrar una actuación redonda con su mítico “Hurt”. Trent Reznor demuestra estar en perfecta forma y tener cuerda para rato… pero (y aquí viene el gran PERO no sólo de esta actuación, sino del festival en sí) su público no supo demostrarlo; o al menos el público que estaba a mi alrededor, donde, aparte de dos chicos a mi lado y algunos pocos más, la pasividad era omnipresente.
Antes de proseguir con el tercer día del PS, quiero hacer un inciso en este tema, algo que ya me tocó un poco la moral el pasado año, y que este volvió a estar presente: el público del Primavera Sound. Entiendo que el cartel es variado, que son muchas horas, mucha fiesta, mucho alcohol y demás en el cuerpo; pero si hay algo que no entiendo es estar en un concierto de INDUSTRIAL, de una de las bandas referentes más claras de este género musical… y tener a tu alrededor, en primera fila, a gente quejándose porque unos cuantos estamos saltando y viviéndolo. Disculpad si manchamos de barro vuestras bragas mojadas por la actuación anterior, pero esto es un FESTIVAL, no un concierto de la filarmónica de Praga en el Liceu. El año pasado tuve la misma sensación viendo a Blur, donde si bien se hizo pogo en los temas más destacados de la banda, en otros momentos tuve que lidiar con las miradas de gente que no entendía que me supiera las letras de “End of the Century” o “This is a Low”. Sé que hay un gran público del PS que realmente es amante de la música, pero a aquel público que sencillamente viene a lucir palmito, a escuchar el single de turno y a emborracharse les doy un suspenso en toda regla.
Volviendo al tema que nos ocupa, el festival de este año; la actuación de NIN se quedó grabada en mi cerebro como una de las más brillantes de esta edición del Primavera Sound. Apenas hubo acabado, no me dio tiempo a respirar para correr e ir a bailar con Foals. La banda de Oxford es una de mis favoritas, y la verdad es que su concierto fue bien corto para el festival. Sólo tocaron 9 temas de sus 3 álbumnes, pero a esa hora las ganas de fiesta ya se podían tocar con los dedos de las manos, y a mucha gente pareció no importarles (yo aún sigo preguntándome por qué tocaron sólo una escasa hora, pero bueno).
Los siguientes en mi lista, tras reponer fuerzas, fueron los australianos Cut Copy, que tenían una buena montada en el escenario ATP. Presentando su último trabajo, “Free Your Mind”, dieron al público lo que pedían a gritos: fiesta non stop. La verdad es que no soy una gran seguidora de Cut Copy, pero disfruté muchísimo del concierto, aunque apenas vi nada, ya que había tanta gente que estuve en uno de los laterales bailando.
Dj Coco es, como siempre, el encargado de cerrar el festival con una de sus sesiones, y este año sí que me quedé hasta el final de la misma. Hubo de todo: temazos, baile, bebidas que salían volando, cañas de bambú que hacían de banderas, gente que cantaba “Don’t you want me” the The Human league hasta que sonó… e incluso un enorme pogo al más puro estilo punk. El sol se iba levantando poco a poco, y llegaba el momento de poner punto y final a esta edición del Primavera Sound en el Parc del Fòrum… hasta el año que viene, claro.
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