Llegamos bien temprano para asegurar un buen sitio en el camping, no fuimos los únicos que pensamos que era la mejor idea pero aún así conseguimos montar un buen campamento base. Hay que decir que al no tratarse de un camping montado exclusivamente para el festival las comodidades son mucho mayores: todo está limpio, hay baños y duchas para todos, agua caliente, bar, tienda, piscinas… La verdad es que se está muy a gusto y no corres riesgos de pillar ninguna enfermedad al bañarte en la piscina (todos hemos oído esas leyendas sobre cierto festival…). Además, el ambiente es bastante bueno, tranquilo y agradable; si quieres fiesta ya tienes el festival.
Otra cosa que me gusta del Low es su organización. A pesar de haber colas en los momentos claves (sí, cuando más prisa tienes por entrar) no suelen durar mucho y en unos minutos ya estás dentro. El recinto también favorece que puedas ver los conciertos con relativa tranquilidad si es lo que buscas; los dos escenarios principales tienen el espacio suficiente como para no tener que bañarte en el sudor del que tienes al lado. Y si no, siempre te quedan las gradas. La vista del festival desde lo más alto de las gradas es especialmente bonita.
Este año había más escenarios que nunca, especialmente acertado fue el Wiko, escenario pequeño (en ediciones anteriores había sido un karaoke) donde se dieron cita algunos de los grupos que aparecían con letra pequeña en el cartel y que posiblemente sin la existencia de este escenario no habrían tenido sitio en esta edición… y hubiera sido una auténtica pena.
Otro punto a favor de la organización del festival son sus horarios, hechos de tal forma que permiten ver prácticamente todos los conciertos aunque estos coincidan, siempre suele haber un margen entre los conciertos de los distintos escenarios que hacen posible ver aunque solo sea las últimas canciones. Teniendo en cuenta que en esta edición el número de grupos que quería ver era demasiado grande como para que fuera posible, al menos se agradece eso.
Viernes
El viernes comenzó con Iván Ferreiro, era la quinta vez que lo veía pero tenía las mismas ganas de siempre. Decepción, eso es lo que sentí con este concierto. Duró unos 40 minutos y no sonó ninguna canción de Piratas. Ir a un concierto de Iván Ferreiro y no que haya sitio en el setlist para canciones como “Promesas que no valen nada”, “El equilibrio es imposible” o “Años 80” es como quedarse a medias. A años luz del concierto del Low de hace un par de años. A pesar de todo, nuevas canciones como «El Dormilón» acabarán siendo fijas en sus conciertos y estuvo bien poder escucharlas por primera vez en directo.
Tras Iván decidimos salir fuera para prepararnos de cara a The Hives y Vetusta Morla… pero estando casi en la salida comenzó a sonar León Benavente y no pudimos evitar ir hacia allí. Y al final nos tragamos el concierto entero y pasamos un poco de The Hives. Y no me arrepiento. Conciertazo absoluto. Tuve la suerte de ver su primer concierto (allá por mayo del año pasado en 12&Medio) y ya dije que cuando se hicieran a los escenarios iban a arrasar allá por donde fueran. Y así ha sido, escuchar “Ser Brigada” en directo debería ser obligatorio.
Aún llegamos a tiempo de ver el final de The Hives, todos dicen que fue un conciertazo pero en esos 15 o 20 minutos apenas tocaron una canción por lo que tampoco puedo opinar mucho. Llegó el turno de Vetusta Morla y cualquier cosa que diga sobre su concierto no será nueva. Que si se meten al público en el bolsillo incluso antes de saltar al escenario, que conectan con el público como pocos, que algunas de sus canciones seguirán sonando pasen los años que pasen… pocos grupos pueden hacer sombra a Vetusta Morla en nuestro país, menos aún en directo. Una pena ese fallo en el sonido al final del concierto que propició unos cuantos minutos de silencio antes de poner fin con “Los Días Raros”, muchos ya nos estábamos marchando cuando el sonido volvió. Menos mal que volvió.
Los que más se beneficiaron del final de Vetusta Morla fueron Sidonie, su escenario se llenó con todos aquellos que salían de Vetusta Morla, apenas se podía entrar al campo de fútbol del escenario Matusalen. Nunca he sido muy fan de este grupo pero la gente parecía estar disfrutando.
Terminamos la noche con Holy Ghost! quienes a pesar de ir reventados consiguió ponernos a bailar (si se puede llamar a lo que yo hago así) hasta caer rendidos al césped. Queríamos esperar a The Magician pero no lo conseguimos. De este día me fastidió perderme a Modelo de Respuesta Polar, pero bueno, seguro que pronto se dejan caer por Murcia.
Sábado
El sábado dio comienzo demasiado temprano, no me entra en la cabeza alguien como Xoel López abriendo un festival a las 19:30… pero es lo que hay. Aún así por fin tuve la oportunidad de verlo, llevaba años queriendo hacerlo y ya era hora de quitarse esa espina. Y creo que no pudo hacerlo de mejor manera. Lástima que Xoel López no tenga la repercusión de otros grupos nacionales a pesar de estar muy por encima. Poder escuchar “Tierra” en directo no se olvida.
Aún me estoy preguntando como The Horrors consiguieron sobrevivir al sol de Benidorm, creo que deberían empezar a exigir en sus contratos actuar solo de noche. Me lo pasé bien viéndoles, me gustó bastante su concierto. Fue una buena manera de comenzar a animarse de cara al resto de la noche. Me preguntó si la ropa de Faris me quedaría bien.
Tras cenar volvimos a entrar, era el turno de Massive Attack. Conciertazo, auténtico conciertazo. Me sorprendió ver mucha menos gente en este concierto que en otros como Vetusta Morla, Love of Lesbian e incluso Izal, pero el público es así, al menos pude disfrutar del concierto sin agobios. Hay que destacar los mensajes que servían de fondo del escenario durante su concierto con mensajes que iban desde la condena de las muertes palestinas en Gaza a la defensa de la libertad en internet. Una pena que su actitud no terminara de acompañar estos mensajes obligando a cortar el concierto de Corizonas antes de que terminara (aquí el comunicado de la banda).
Podrán pasar los años y Editors seguirá haciendo el mismo concierto una y otra vez, pero si lo hacen tan bien como lo hicieron en el Low no me quejaré. La voz de Tom Smith es una de las mejores que he escuchado en directo y si va acompañada de canciones como “Papillon” o “Munich” pues poco más se puede pedir. Lástima que no hubiera sitio para “Not sound but the wind”. Cumplieron con creces su papel y la gente lo agradeció entregándose y coreando cada canción que tocaban.
Cuando volvimos a entrar al festival estaba El Columpio Asesino en el escenario. Yo creía que este grupo solo tenía una canción y que sus conciertos consistían en “Toro” una y otra vez. No era así, pero podría haberlo sido.
La noche terminaba con Elyella Djs. Se agradece este tipo de djs para poner fin a las noches en un festival de corte indie y que no sea solo electrónica como ocurre en otros (cof cof SOS cof cof). Un auténtico espectáculo cargado de confeti. Al mismo tiempo en el escenario Wiko estaban los djs habituales de Stereo que los murcianos estamos acostumbrados a verlos por Bizz’Art y Revolver. A ratos te sentías en plenas tascas de Murcia.
Domingo
Tras confundirnos con los horarios del tren y coger un taxi llegamos cuando Izal tocaba la primera canción. El estadio estaba ya prácticamente lleno. Cuando los descubrí sabía que iban a pegar el pelotazo tarde o temprano… pero no hasta el punto en el que lo han hecho. Es increíble ver como hace un año apenas eran conocidos y ahora están en todos los festivales. Y no solo eso, sino llenándolos, con gente yendo solo por verlos. Tras haberlos visto varias veces en sala disfruté con ellos en festival. Me da a mi que habrá Izal para rato.
Oso Leone era uno de los grupos que más ganas tenía de ver. Eramos pocos en el escenario Wiko pero creo que disfrutamos por nosotros y por todos los que ni se habían enterado de que allí había un concierto. Si Oso Leone te parecen buenos al escucharlos en casa, en directo son una auténtica pasada. Con cada canción era inevitable cerrar los ojos y dejarse llevar hasta donde quiera que te llevaran. Ojalá tengan suerte y triunfen porque calidad les sobra.
Kaiser Chiefs lo vimos desde la grada. La vista desde allí es impresionante, el concierto no lo fue tanto. Me dio la sensación de estar viendo una repetición del concierto aquel en el BUM de hace unos años, pero más aburrido. Con canciones como “Ruby”, «Everyday I Love You Less and Less» o «I Predict a Riot» el público saltaba y se entregaba como nunca, en el resto de canciones la cosa cambiaba.
He visto a Love of Lesbian en directo cuatro o cinco veces y tengo que reconocer que siempre me han gustado. Mucho, además. Pero su nuevo show, “El Poder de la Tijera”, me parece un despropósito. No sé a qué viene este nuevo invento pero se lo podían haber ahorrado. Chistes sin gracia, disfraces sin fuste y canciones que perdían demasiado. Lo bueno es que tuve la excusa perfecta para irme antes de tiempo y pillar buen sitio en Palma Violets.
No habría hecho falta, creo que con suerte pasábamos los cien esperando a que el concierto de Palma Violets comenzara. A lo largo del concierto fue viniendo más gente pero no llegó llenarse, ni siquiera a la mitad. Pero me daba igual, disfruté como pocas veces he hecho en un concierto y para mi fue uno de los mejores momentos del festival. Sí, Palma Violets no ofrecen nada nuevo ni han inventado nada pero tampoco les hace falta. Son pura energía en el escenario, energía de la que es imposible no contagiarse. Más aún si el bajista se lía a patadas con la batería.
Cuando el concierto de Palma Violets terminó necesitaba tomar aire, volver a respirar. Momento ideal para salir al parking a visitar la barra de cervezas y montaditos a 1€. Estos sí que fueron unos auténticos cabeza de cartel a la altura, no sé a cuántos nos salvarían el festival pero con los precios que había dentro poder tomarse una cerveza por 1€ era una auténtica gozada. Y los montaditos de salchicha también, hasta uno de los concursantes de Master Chef andaba rondando por allí… aunque no creo que aprobara su presentación. Aún me pego latigazos cuando recuerdo que mientras estaba allí sentado Steve Smyth tocó y se me olvidó completamente.
Ochoymedio Djs pusieron fin al festival con un show que recordaba al dado la noche anterior por Elyella Djs. Bastante. Pero qué importa si pinchan a Chimo Bayo. Y con “Así me gusta a mí” en la cabeza terminaba el festival.
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[…] gusta, si le he cogido manía, si me encanta… lo que sí que tengo claro y que ya comenté en la crónica del Low Festival es que su show de “El poder de la tijera” no me gusta, me parece algo así como una caricatura […]
[…] gusta, si le he cogido manía, si me encanta… lo que sí que tengo claro y que ya comenté en la crónica del Low Festival es que su show de “El poder de la tijera” no me gusta, me parece algo así como una caricatura […]