La asociación Dirige, con la representación de Juanma Pachón y Carlos Navarro ha presentado esta segunda mesa redonda en la que además han participado los actores Víctor Clavijo y Carlos Santos. El tema principal ha girado en torno a la dirección de actores, tanto en cine como televisión y hemos contado con los dos puntos de vista en este tercer día del FesTVal de primavera.
Hemos tenido una charla mucho más distendida e informal que la anterior con los productores ejecutivos, y Juanma Pachón ha sido el encargado de llevar el hilo conductor.
Interpretar no es fácil, más cuando entras en un plató con 50 personas aceleradas que no te dejan concentrarte. Esto le pasó a Victor la primera vez que grabó, desde entonces considera los platós como un gimnasio. Un gimnasio en el que los figurantes pueden ser echados por el pescuezo – Carlos Santos dixit- o en el que el técnico de sonido te va a molestar mientras intentas concentrarte.
Pero esto son casos excepcionales -o de eso intentan convencernos- y Juanma asegura que se busca generar una confianza actor-director para conseguir el máximo de ambos. Navarro lo ve más como «una hermandad» necesaria entre todos los que participan en el rodaje. Tiene que ser «un dialogo continuo» en el que el director es el primer espectador y por tanto quien sabe todo, y a veces puede dar más importancia a un foco que a tu actuación perfecta.
Para esos momentos hace falta autonomía, señala Victor, una autonomía que hasta Lola Herrera desechaba en «Un Paso Adelante» para preguntar, y es que «el tema va de esto, hay que levantarse a dirigir, por muy poco tiempo que tengas» señala Juanma.
La primera pregunta que ha llegado del público ha generado un largo debate, ¿Qué pasa cuando un actor que ha sido director vuelve a actuar? ¿Te hace caso? La respuesta casi unánime ha sido que es bueno y hasta necesario. Víctor piensa que así «Entiendes mejor al director y aceptas lo que te dicen». Navarro ya sufrió la escena contraria, cuando en uno de sus primeros cursos le hicieron actuar y ser dirigido, lo que asegura que le ha enriquecido mucho.
También se ha dedicado gran parte de la charla a las escuelas de arte dramático. Es necesario enseñar a entender el guión y no solo a sacar lo mejor del actor, pues a veces eso «no toca», señala Carlos. Víctor también ha incidido mucho en la falta de una asignatura de casting a cámara, algo que parece ya estar subsanado, pero cuando él estudió no existía, y además se tenía mal considerado.
«Esos no son actores, yo trabajaré en el teatro» se decía por la escuela de Víctor, y en menos de dos años todos han tenido que buscarse el pan en audiovisual. «Yo hice mucho teatro pero hasta que no salí en la tele no contaba«. Así de lapidario ha sido Carlos sobre la importancia del audiovisual
La construcción del personaje es algo complicado, sobre todo en televisión cuando no es definitivo. En cine esta todo cerrado, pero en televisión cada episodio el propio actor puede aportar algo nuevo y como señala Juanma «Que los guionistas cojan cosas del actor es precioso». Lo más complicado para Víctor es la ausencia de cronología, «es todo un puzle y tienes muy tener claro en que momento estas». Carlos necesita que le den el «donde estoy y a donde voy» para poder sumergirse completamente en la secuencia.
Pero las interpretaciones más intensas son aún más complicadas. Implican una dificultad superior, Víctor cree que necesitan «un tiempo, un silencio especial» para mantener la emoción durante una hora, o el tiempo que sea necesario. Nos deja una anécdota, «Yo grabé tres horas de una muerte bajo la nieve». Navarro tiene su propia metodología, «charlo con el actor para saber lo que necesitan» y en cuanto a lo especialmente delicado prefiere «ensayar menos, pues lo que más vale siempre son las dos primeras tomas».
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