yo: voy
viñarock: no
— ΔRZUR (@rispecktoarzur) September 29, 2016
Perdonadme que tire de ironía, pero es que no soy capaz de explicar mejor todo el caos que han formado entre Viña Rock y Ticketea con la puesta a la venta de las entradas de este año. Voy a exponer mi propio ejemplo por ser bastante explicito, pero han sido cientos los que en las redes sociales se han estado quejando de este problema.
Ayer, miércoles 28 de septiembre a las 12:00 salían a la venta las entradas a su precio original de 25€ + gastos. Bien, el año pasado usaron las misma táctica y en poco más de una hora el precio se duplicó y siguió creciendo de forma trepidante durante el día. Menos mal que este año nadie iba a pensar en estar a la hora anunciada con el móvil en la mano para comprarlas a ese precio y no encontrárselas a 55€ cuando llegasen a casa a comer.
Claro que no. Por eso ayer los servidores de Ticketea dejaron de funcionar desde las 11:59 que se abrió la compra de entradas para el Viña Rock 2017, y tuvieron que posponer la venta hasta el día siguiente, jueves, a las 11:00. Claro, que de eso nos enteramos a la hora y algo, cuando al dar a F5, en vez de dar error la web, salía este bonito cartel:
¡50.000 personas! -números de la propia organización- han intentado acceder en los primeros minutos de venta, cuando otros años eran menos de 4.000. Este caos, al parecer, nadie lo vio venir.
Hasta aquí, bueno, se puede entender. Lo que no parece tan normal, es que hoy jueves 29 de septiembre, su solución haya sido instalar un sistema de cola para que conforme pinchases en comprar la entrada te mandase a otra página donde simplemente veías tu posición en la cola hasta que llegase tu turno y te permitiese acceder de nuevo a la página de Ticketea, donde ya tenías la opción de comprar las entradas.
Se supone, claro, por que la cantidad de quejas indican que aquí algo fallaba. A mí, personalmente, me fue bien con la cola y aparecí el 1.218 en lista. En pocos minutos estaba dentro, pero, ¡Sorpresa! La página de Ticketea, espesamente lenta, procesaba a un ritmo desesperante. Al parecer, teníamos unos 7 minutos de sesión, yo tardé mucho menos en escoger mis cuatro entradas e intentar procesar mi pedido.
Y digo intentar porque es aquí donde en mi caso, las entradas del Viña Rock 2017 se esfumaron.
Supongo que a la organización, que tan feliz se alegra de haber vendido más de 15.000 entradas en poco más de una hora y casi se jacta del estado del proceso de compra, pensará que todo ha ido bien. Yo no. ¿Y tú?
PD: Hasta para una petición en change.org ha dado el asunto.
PD2: Pienso pedir acreditación de prensa otro año más, ya os contaré.
No Comments