Pues sí. Ya no es sólo que tenga una secuela. Desde hace unos añitos Trainspotting también tiene precuela. Se llama Skagboys, algo así como “los chicos del jaco” en español. La historia nos habla de los inicios de la pandilla de yonkies más amados de la literatura irlandesa en el mundo de los opiáceos intravenosos. Y de mucho más.
La historia comienza con Renton a punto de entrar a la universidad, es el orgullo tanto de su familia (su hermano Bill no ha cursado estudios superiores) y de su grupo de colegas (es el único universitario). Se droga pero nada muy serio, una papelilla de speed con Spud y Sick Boy para salir de fiesta, alguna rayita, un poco de hachís…hasta el whiskey parece que se le atraganta un poco. Aparece toda la pandilla, Begbie, Tommy, Alison, Hazel…todos.
Renton se siente en la gloria, incluso ha encontrado el amor en la universidad. Pero pronto las cosas se tuercen. Un trabajo sobre literatura del que se vanagloria y que cree que será adorado por su profesor recibe una mala nota y unas cuantas críticas. Edimburgo está inundada de un polvo marrón del que todos dicen que es la mejor droga que han probado en su puta vida. El mejor turrón del mundo. Su hermano Davie, minusválido tanto física como psíquicamente, cae enfermo y muere. Y entonces todo sucede poco a poco pero a la vez muy deprisa. Primero lo prueba, luego lo vuelve a probar….
Y enseguida se despierta en una casa con Sick Boy, dándose cuenta de que es completamente adicto a la heroína. El libro utiliza de nuevo a la pandilla como pretexto para hablar del contexto socio-político de la época y este contexto es la época Thatcher así que Welsh no se corta un pelo. La novela está estructurada en secciones (6 concretamente), con nombres sugerentes sobre el avance de la adicción mientras transcurren las líneas, que a su vez están subdivididas en capítulos. Es maravillosa la capacidad que tiene el escritor para ser capaz de hablar como personajes tan sumamente distintos en apenas el salto de una página. Sobre la historia mejor no contaros demasiado pero es interesante ver cómo van evolucionando los personajes hasta ser lo que nos encontramos en Trainspotting. Sick Boy comienza a cambiar sus hábitos de seductor por los de pimp escocés como el que lo conocimos.
Y Renton…el personaje de Renton está maravillosamente cuidado, paso por paso, linea por linea. Es fascinante leer a un autor tan cojonudo y, a la vez, tan actual. Como pega creo que se le ha ido un poco la mano con el número de páginas y la novela tiene pasajes que se hacen pesados por poder haberse contado de forma más breve. La parte del barco se hace pesada. Pero luego, cuando se recrea en los capítulos del centro de desintoxicación…eso es auténtico. Creo que mi parte favorita del libro.
¿A qué estáis esperando para lanzaros a leerlo?
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