Mejor Director
David O. Russell por «La gran estafa americana»; Alfonso Cuaron por «Gravity»; Alexander Payne por «Nebraska»; Steve McQueen por «12 años de esclavitud; Martin Scorsesse por «Lobo de Wall Street».
Alfonso Cuaron
Después de coronarse como mejor director en los Globos de Oro, en los Critic Choice Adwards y en los BAFTA, Alfonso Cuaron va encaminado a conseguir su primer Oscar. No se merece menos, ya que dirigir bien una película como “Gravity” no es fácil. Bien es verdad que es una historia muy simple y algo gratuita, pero la maestría de Cuaron hace que te lo pases como un niño, con unos planos y belleza de imagen que fluyen perfectamente. Si con esto no es suficiente, también puedes recordar que dirigió “Harry Potter y El prisionero de Azkaban”.
Como segundo favorito destaco la fuerza de Steve McQueen. Después de “Hunger” y “Shame”, nos ha demostrado que aumentar el presupuesto de sus proyectos no ha influido en la calidad y, mucho menos, en su estilo único.
Por otro lado se notan ausencias de nominados como Paul Greengrass (Capitán Philips) o Jean-Marc Vallée (Dallas Buyers Club), dos nombres que habrían sustituido perfectamente a David O. Russell.
Irene González
Martin Scorsese
“Dádselo a Alejandro Iñarritu, soltadme, cabrones, dádselo al de Babel”, gritaba el director de “Toro Salvaje”, pero ya era tarde. Cuando recibió el Oscar por “Inflitrados” Martin Scorsese no se creía que lo estuvieran enterrando tan rápido… ¿Pero qué esperaba? Tras el suicido artístico de “Gangs of New York” la carrera del director de joyas como “La Edad de la Inocencia” o “Casino” parecía haber entrado en una espiral de brillantes documentales…Pero poco más («The Aviator»)
Pocos sabían que el histérico cineasta neoyorkino iba a tomarse el galardón de aquella manera. “A mí no me saca del cine ni la HBO” Tras experimentos formales más arriesgados de lo que parecían a primera vista («Shutter Island», «La Invención de Hugo”) el director consigue con “El Lobo de Wall Street” no sólo la película más larga (y divertida) de su filmografía, sino una lección de Cómo Narrar. Eufóricamente excesiva (insultos, desnudos frontales, orgías, naufragios, monos) es una verdadera lástima que “El Lobo” se confunda con una celebración en vez de la (sutil) condena que en realidad es. Si Martin Scorsese no hubiera recibido el Oscar quizás estaríamos hablando de una clara ganadora.
Lástima. Méjico volverá a ganarle en esta sección sin duda.
Jose Manuel Salas
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