Prácticamente un año después, Lagrimas de Sangre volvía a Murcia. Tras reunir más de 300 personas en su primera visita, en esta ocasion dieron un paso más para llenar Garaje Beat Club con Viridarquía por bandera. Pese al boicot sufrido recientemente bajo una, supuesta, falsa denuncia por agresión sexual, la banda reanuda su actividad siendo reafirmada por el público soberano.
A base de rap y reggae, sin dejar de asomarse al amplisimo abanico de géneros de ambas raices, Lagrimas de Sangre ya se ha convertido en un referente de la música nacional, siendo aclamados por todo el territorio. Las luces alegres que entona tanto Viridarquía como el resto de su discgrafía convierten cada bolo en una fiesta.
No se agota el disco, pese a llevar ya más de dos años girando. Cada tema es un hit con pildoras de concienciación incuídas. Como dicen, en el Viña no va a empezar la revolución, pero con una canción se puede hacer piña. Ni siquiera algunos fallos de sonido, salvados magistralmente por Acid Lemon tirando de MPC y los mc’s de viva voz, frenaron el ritmo de la juerga. Un escenario idílico para alegrar la semana y recargar positividad para no parar.
No Comments