Con el apoyo dela Universidadde Murcia y la fundación CajaMurcia a las iniciativas culturales y deportivas se consiguió traer a todo un referente del deporte español, Edurne Pasabán. La primera mujer en alcanzar los catorce ochomiles.
La conferencia comenzó a las 7 de la tarde, con una breve presentación por parte de Miguel García Gallego (precursor del alpinismo murciano), Félix Gómez de León (ingeniero químico y alpinista) y Ángel Campos Gil (director del centro cultural las Claras. Fundación CajaMurcia).
Estos conferenciantes se deshicieron en elogios hacia Pasabán. Campos Gil dijo de ella “Tiene cualidades como montañera, tesón, tozudez, ahí, detrás de una persona de un nivel moral y ético impresionante. Con una capacidad técnica y física que la llevan a alcanzar retos casi imposibles”.
Una vez finalizada la presentación, se dio comienzo a un breve video titulado “De los Pirineos al Himalaya. El largo sueño de los Catorcemil”
Pasabán vestida de forma casual, con Converses rosas y sentada sobre una mesa, dio la conferencia en el Auditorio del CSU de la UM ante un lleno absoluto y ayudada por una serie de videos con los que hizo un recorrieron por parte de trayectoria profesional.
Edurne Pasabán contó todas sus experiencias. No sé guardó nada en el tintero. Comenzó por cómo se apuntó con catorce años de edad a una actividad de escalada con su grupo de amigas, siendo la única a la que le picaría el gusanillo de la escalada y continuaría escalando.
En su ciudad de origen, Tolosa (País Vasco). Sería donde daría sus primeros pasos por las montañas junto con sus padres. Los fines de semana se iban a escalar por los Pirineos, se rodeaba de gente mayor lo que le permitió viajar y aprender.
En 1989, alos 16 años, viajó por primera vez a los Alpes, donde ascendió el Mont Blanc (4.810 metros), el Cervino (4.478 m.) y el Monte Rosa (4.614 m.). Ya a los diecisiete llegó a la cumbre del Volcán Chimborazo. A los dieciocho ya estaba escalando montañas de6000 m.
Pasabán compaginó su afición por la montaña con estudios de ingeniería mecánica. Así pasó toda su juventud. Trabajando duramente durante toda la semana, para tener el fin de semana libre. La montaña no se la quitaba nadie. Al terminar la universidad comenzó a trabajar con su padre.
En 1998 fue al Himalaya junto con el club de montaña de Tolosa. Quienes armaron una expedición, con dos años de antelación. Intentó conquistar su primer ochomil, el Dhaulagiri (8.167 m), pero tuvo que renunciar a falta de272 metros, tardando diez años en poder alcanzar esta cumbre después de esto. Allí comenzaría una relación con el alpinista italiano Silvio Mondinelli.
En 1999, intentan el Everest por la cara norte, pero no hacen cumbre. Tras otro intento en el año 2000, sería finalmente en el año 2001 cuando haría cumbre. “Tuve mucha suerte por la gente con la que tuve el privilegio de estar” afirmó Pasabán.
En 2004 la llamaron para hacer el K2 con una expedición muy fuerte. Recibió mucho apoyo por parte de la expedición por lo que decidió aceptar. Fue la bajada más dura, tuvo que ser bajada después de coronar la cima, como consecuencia sufrió congelaciones y la amputación de dos dedos de uno de sus pies pasando dos meses en silla de ruedas.
A partir de esta situación comenzó a plantearse su vida, y sufrió una gran depresión. Se tomo un descanso, por ello no realizaría ninguna ascensión a ningún 8000 en 2006.
En 2007 subió al Broad Peak y allí fue cuando se dio cuenta de que eso era lo que realmente le gustaba y le hacía feliz. Sería en esta etapa de su vida cuando comenzaría a pensar en los catorce ochomiles y en ganarse la vida con esto. Ya solamente le faltaban cinco. Desde hace tres años se puede decir que se está ganando la vida de la montaña.
En 2008 hizo dos cumbres, Dhaulagiri y Manaslu. En 2009 subió al Kangchenjunga, de la que explicó que era bastante alta y complicada y de la que recomendó trekking preciosos para hacer.
En la bajada del Kangchenjunga, padeció otro percance. Edurne sufrió una bajada de potasio y tuvo que ser bajada por sus compañeros en lo que les llevó dos días de lo que debería de haber sido doce horas.
Ya a finales de ese año aparece Oh Eun-sun, una gran adveraría para la montañera española ya que se había marcado el mismo objetivo. Para intentar evitar ser alcanzados por la coreana decidieron hacer en la primavera de 2010 dos montañas. Salieron a finales de invierno, cuando en Annapurna aún no había nadie, por lo que pudieron trabajar en estado puro. Un reto aun más difícil pero que significó un regalo para ellos, haciendo cumbre los primeros.
Después se fueron al Shisha, donde se enteraron de que Oh Eun-sun había sido la primera mujer en hacer los catorce ochomiles. La moral del equipo cayó en picado, pero decidieron terminar el proyecto y finalmente, el 17 de mayo de 2010 alcanzaría los catorce ochomiles.
Tras esto, Pasabán contó como el record de la coreana quedó en entredicho y finalmente se lo dieron a ella, convirtiéndose en la primera mujer en alcanzar los catorce ochomiles.
Su próximo objetivo es intentar el Everest sin oxígeno.
Al principio de la conferencia Edurne dijo que no se guardaría nada en el tintero y así lo hizo. La sala se colmó en aplausos hacia Pasabán, una mujer con convicción, pasión y sobretodo sacrificio.
Inma Mateos Aguilar
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