Clot es una de las bandas más originales de las que han surgido en Murcia en los últimos años. Con una música comprometida y con la pasión por lo que hacen por bandera, están consiguiendo abrirse un hueco entre todas las bandas de la Región. Este sábado se subirán al escenario del Ventepijo. Os recordamos que podéis haceros con vuestra entrada anticipada para el Ventepijo por 10€ en este enlace.
No sabemos muy bien cómo definir vuestra música cuando nos preguntan por vosotros, ¿cómo lo haríais vosotros?
Es cierto que vestimos de amalgama nuestra propuesta musical, quizás alentados por la idea original del grupo en la que a grandes rasgos no había un patrón musical a seguir. Con el tiempo hemos recibido “feedback” positivo gracias a la propuesta de Clot.
Lo que sí sabemos y siempre decimos es que un concierto de Clot es una tremenda dosis de buen rollo y cercanía con el público, ¿Cómo os definiríais vosotros en directo?
Lo definió muy bien Carmen Caballero en un entrevista para El Quinto Beatle hace unos meses. Clot es pasión y revolución, y todo ello se destila bajo un prisma de emoción instantánea, sobre todo para nosotros.
Imaginad que solo podéis definir a Clot con una palabra, ¿cuál sería?
Pasión
Gala es un frontman con todas las letras, ¿qué sientes sobre el escenario y qué buscas transmitir?
Busco transmitir las emociones que llevo dentro, nada más.
¿Cuál es la peor sensación que se puede tener tras un concierto? ¿Y la mejor?
La peor, sentir que no has transmitido nada a nadie, ni a ti mismo. La mejor, el antítesis.
¿Qué bandas os han acompañado a lo largo de vuestra vida? ¿Y cuáles han tenido más que ver en vuestro sonido?
Yo soy muy setentero, pero abarco otros estilos y épocas. El resto del grupo tiene su sello individual, que baila entre jazz, clásico, latino o el punk.
«Mil ojos» fue vuestro primer trabajo y vio la luz hace casi dos años, ¿para cuándo el segundo trabajo?
En breves, no seas spoiler. Estamos presentando ya algunas canciones que serán parte del segundo trabajo.
Ganasteis el Concurso Nacional de Bandas de Sala Revólver en una noche en la que hicisteis de REM una enorme fiesta, ¿os vino bien aquel premio? ¿fue una noche importante para vosotros?
Fue brutal, sorpresivo y orgásmico. Nos plantamos allí para decir “Aquí estamos, y aunque nos os guste, os vais a escuchar”
Y ahora habéis pasado por las semifinales del CreaMurcia, ¿qué suponen todos estos concursos para una banda emergente como vosotros?
Supone una oportunidad única para aquellos que nos buscamos las castañas sin ayuda de nada ni nadie. Me refiero a ayudas interesadas. En nuestro proyecto ha participado mucha gente de forma desinteresada y se agradece mucho.
Algunas de vuestras canciones están cargadas de reivindicación, ¿creeis que es necesario en los días que vivimos? ¿Es imposible no indignarse con todo lo que nos rodea y escribir sobre ello?
Yo creo que es de necios no indignarse. Pienso que somos el país de Vicente “Ande yo caliente, ríase la gente”, y así poco podemos hacer. Hay destellos de cambio, pero nada serio. La cultura debe servir para armar al pueblo de instrumentos que permitan darle la vuelta a las más injustas situaciones.
En «La doble cara» tratáis temas como la homosexualidad o el SIDA, ¿creeis que estos temas están normalizados o todavía queda mucho por hacer?
En España, ese país “aconfesional”, queda mucho por hacer en muchos aspectos. La moral católica sigue presente en éste suburbio estatal y se hace difícil no estallar y gritar contra las cacicadas moralistas de éstos sujetos que luego predican obscenidades.
¿Y cómo puede ayudar la música a ello?
Te respondo con una pregunta. ¿Qué no se puede hacer? Mira, lo que no se puede hacer con la música es utilizarla como medio comercial para desviar lo verdaderamente importante de nuestras cabezas. Está bien cantarle al amor indio, pero también a las injusticias.
La música además de un buen arma para luchar contra las injusticias… ¿también puede ser un refugio para aislarse de ellas?
La música debe ser un vehículo para exteriorizar un sentimiento, una forma de ver las cosas. Desde luego quien no se dé cuenta de lo que pasa alrededor es por egoísmo e indiferencia infame, porque vive muy cómodo o no le interesa que nada cambie. Y en la escena murciana, hay mucha indiferencia.
El Ventepijo apuesta por acercar la música a los más pequeños, ¿viviríamos en un mundo mejor si desde pequeños la música tuviera un papel más relevante en nuestra educación?
Ventepijo son los padres. Así te lo digo. Han apostado por lo cercano, lo que está por explotar. Desde mi punto de vista, festivales así tiene más posibilidades de seguir creciendo que otras propuestas en línea que caerán cual fila de dominó, antes de o después.
¿Echáis en falta más festivales en Murcia como el Ventepijo que apuesten por otros estilos?
Por supuesto. Este año, la asociación de la que formo parte a título personal organiza un festival en Beniaján, y nos hemos fijado en propuestas que, como Ventepijo, apuestan por la mezcolanza, diversidad y cercanía.
¿Cómo sería vuestro festival ideal para la ciudad?
El Ventepijo mezclado con el Etnosur, un poco de Viñarock, un poco de sal, pimientica y limón.
Los grupos alejados del pop y el indie, ¿os sentís un poco de lado cuando se habla de escena murciana?
(Risas) Vamos a darle una vuelta de tuerca a todo esto. Preparaos para lo que viene.
¿Qué os parecen las bandas con las que compartís cartel en el Ventepijo? ¿Alguna que tengáis especiales ganas de ver?
Nos parece un acierto total. Nuestros amigos de La Tribu 29 arrancan el festival y no pienso perdérmelo. Karmakadabra lo van a petar, por ejemplo, y es cierto que siento curiosidad por ver a la orquesta con Nunatak.
¿Qué puede esperar el público del Ventepijo de vuestro concierto?
Si te lo digo no van a venir. Es más fuerte la curiosidad. Estamos en un país de cotillas.
Si Clot tuviera su propio bocadillo en el ventepijo… ¿cómo sería?
Llevaría boquerones con queso “Philadelphia” y tomate. El año que viene me contratáis de chef del Ventepijo.
No Comments